Dicen que cuando las personas están al borde de la muerte, antes de tocarla, una luz blanca las ciega y luego van al cielo. En mi caso, había sentido un disparo, sin dolor absoluto y aun no veía nada delante de mí. Había calma y paz, hasta que el ruido de unas sirenas me aturdió.
Abrí los ojos de golpe y ahí estaba, con mis manos creando una especie de pared entre la realidad y yo mientras Sam tiraba el arma al suelo y levantaba las manos. Delante de mí nuestros dos atacantes yacían uno con una bala en la sien y el otro con golpes y sangre por todos lados.
Las lágrimas me invadieron y comencé a llorar como loca. Alguien me colocó una manta por la espalda haciéndome dar un brinco y como si fuera mi soporte emocional me apreté contra el cuerpo y dejé que me llevara cargada hasta una de las ambulancias que tenían las puertas abiertas detrás de mí en el callejón.
- ¿Estas bien? -El paramédicos me sacó de mis ideas.
Solo asentí y comenzó a examinarme.
A lo lejos Sam le explicaba a la policía toda la historia, es obvio que estaba preparado para esta clase de situaciones, pero aun así era muy valiente.
Una vez terminó todo el interrogatorio nos montaron a ambos en la misma patrulla y nos dirigimos al rascacielos. Aún teníamos una tarea que terminar.
Los escasos minutos fueron eternos, y Sam preguntándome si estaba bien a cada rato me incomodaba un poco. Era obvio que no estaba bien, yo estaba rota y estas cosas lo que más hacían eran debilitar la poca salud mental que conservaba. Aunque por fuera me mostrara neutra y calmada. - ¿Cómo logras cargar con la culpa de matar a alguien? -La pregunta casi salió en automático.
Lo vi pensar por unos segundos-No cargo con ella, simplemente le quité algo que no merecía tener.
Una lágrima solitaria se escapó por mis mejillas y decidí olvidar toda clase de dolor que desprendía mi alma, porque de alguna otra forma no estaría cuerda aún.
La patrulla se estacionó en el frente y Sam me ayudó a bajar. El señor Thompson estaba de pie en la entrada y le dio un abrazo a su chofer. Cualquiera diría que son viejos amigos por la familiaridad en que lo hicieron, parece que tampoco el padre de Noah es el tempano de hielo que aparenta. -Me alegra que estén bien- Se dirigió esta vez hacia mi- Acabo de recibir todos los documentos que me enviaste y acabo de levantar una denuncia y mañana procederé a levantar la demanda formal con mis abogados, el señor Rey tiene que pagar por la traición a la firma, a su contrato como accionista y a la ley.
Asentí, orgullosa por mi trabajo. - ¿Ya puedo ir a casa? -Max me esperaba de seguro hambriento.
-Me temo que estamos en la fase más peligrosa, todavía Rey está suelto y va a intentar vengarse. Los oficiales y yo lo discutimos y lo tenemos muy claro a partir de ahora. Nunca pensé que uno de mis viejos amigos era alguien capaz de hacer todo esto, pero ya vemos que no todo es como creíamos.
Asentí y me quedé al margen de lo que pasaba, mi tarea ya estaba completada.
Cerca de una hora después di todas las declaraciones al respecto de lo que había pasado cuando la bomba y del último atentado, fue tedioso, y al final, terminé firmado los récords de todo lo que había investigado, para proceder con la demanda.
El señor Thompson y yo estábamos en la parte trasera del Uber de lujo que alquiló para llevarnos a su casa, este hombre sí que no montaba algo sin condiciones de realeza y Sam iba en el asiento delantero al lado del conductor. Todavía no le había dado gracias por haberme salvado.
-Noah te quiere hablar- Me tiende el teléfono el padre de mi ''algo'' después de llevar solo unos cortos minutos en él.
Acepté tímida -Hola.
-Preciosa. -Se escuchó del otro lado de la línea. -A partir de hoy tienes prohibido volver a escarbar entre los asuntos de la empresa, si llego a imaginarme esto, prefiero dejar que me sigan robando.
-Noah- Le regañé. -No digas eso.
-Es la segunda vez mientras estoy lejos que intentan matarte, padre me dijo que va a contratar más seguridad. Y no quiero peros, ya bastante hiciste por nosotros.
- ¿Sabes que no voy a dejar que nadie este todo el tiempo conmigo como mi sombra?
-Pues a partir de ahora y hasta que yo llegue y vea que hacemos no te vas a mover de la casa entonces. -Su voz daba miedo.
Rodé los ojos, yo tenía suficientes problemas en mi propia vida y no la quería arruinar más -No puedo dejar más tiempo solo en casa a mi perro, además, tengo cosas que hacer, no me puedes obligar a nada.
Sé que lo cansé después que escuché un suspiro pesado - ¿Por qué eres tan difícil? mañana Sam va a buscar a tu perro y lo que te haga falta al apartamento. Solo -Enfatizó- y tú vas a estar en mi casa hasta que localicen a quien intentó matarte dos veces. ¡Dos veces, Eva! -Levantó la voz. -Lo siento. La culpa de todo esto es mía.
Decidí interrumpir, odiaba que las personas cargaran con culpas ajenas -Claro que no, ¡es mi puto trabajo! Además, nadie sabía que tan peligroso era.
La línea se sumergió en un silencio bastante inquieto. -En 5 días regreso, por favor, intenta mantenerte a salvo, hay algo importante que te quiero pedir.
Si que era bipolar, ahora sonaba como un niño chiquito rogando por un caramelo- Eso haré, adiós.
Colgué la llamada y le devolví el teléfono al señor Thompson que me miraba con una mueca poco placentera.
-Eva- Llamó mi atención, al punto que cerraba con el control en su mano la ventanilla que nos separaba de los asientos delanteros. -Desde un principio sabía que todo lo que me habías dicho es mentira, pero no sabía que la ibas a mantener tanto tiempo. -Una risa ladina se asomó en su rostro. - ¿Acaso me crees estúpido? ¿o alguien que no conoce a su hijo?
-Yo no.
- ¡No me interrumpas cuando hablo! -Se escuchaba molesto- Me costó mucho tiempo y dedicación llegar hasta donde estoy, tuve que hacer muchas cosas para levantar mi imperio, y sacrifiqué todos mis años de juventud en su progreso, para que en un futuro mis hijos y nietos vivan cómodamente, lo que yo no pude tener en mi niñez. Y cada uno de ellos lo va a cumplir porque yo me voy a asegurar.
<He visto a Noah muy diferente estos días, y me alegro de que se vea más feliz, pero tú no eres más que una diversión momentánea que le voy a permitir, porque él tiene que estar con alguien a su altura, formar una familia con una mujer de igual estatus que nosotros y ayudarme a crecer mi imperio, así que mi advertencia es que te alejes de él y no te aferres porque tarde o temprano Noah te va a dejar para cumplir mis órdenes.
Una lágrima corrió por mis mejillas -Usted no manda en el corazón de su hijo, además como le mencioné, nosotros no somos nada.
No repetimos palabra hasta llegar a la mansión y fue mejor así, si antes solo eran suposiciones, ahora estaba claro que el señor Thompson no estaba para nada de acuerdo con que Noah y yo estuviéramos juntos. Supongo que personas como yo nunca lograran tener la típica historia de amor cliché.
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DCEO Y Constelaciones (Ya Disponible En Amazon)
RomanceEva es una chica linda y llena de secretos, pero rota por dentro ya que carga con la culpa de quitarles la vida a las personas que ama. Por cosas del destino encuentra un trabajo como secretaria del CEO de una de las empresas más grandes de New Yor...