Capítulo 26

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La luz proveniente del exterior hacía que fuera más incómodo estar detrás de mis párpados que a la vez se sentían pesados, un constante hormigueo en los pies me molestaba igual que un leve dolor en mi muñeca derecha.

A lo lejos, una voz femenina se iba acercando y parecía discutir con alguien, aunque no podía escuchar sus respuestas. ¿Dónde mierda estaba? Hice mi mayor esfuerzo para despertarme y después de unos segundos de intentar acostumbrarme a la luz, mi vista se dirigió a la mujer de antes. Vestía un uniforme púrpura y el pequeño cuadradito en su blusa decía, enfermera Lynn.

Cuando se percató de que la miraba susurró una despedida rápida a su teléfono y me sonrió -Buenas tardes, que bueno que despiertas, el doctor viene a camino con el resultado de tus análisis.

- ¿Qué me pasó? -Una punzada de dolor en mi cabeza me hizo dar una mueca.

La joven me miró con cara preocupada- Te desmayaste en medio de un parque ayer en la mañana y un oficial de policía te trajo, casi arruinas un operativo. Llevas desde entonces inconsciente en observación.

¡Mierda! la ida al hospital me iba a salir en un ojo de la cara, tenía que irme de ahí antes de que siguieran haciéndome toda clase de análisis innecesarios, mi desmayo fue solamente porque la depresión no me dejaba comer. -Necesito solo ir a casa, me encuentro bien.

-Un desmayo de tantas horas inconsciente no es broma, además, tuvimos que ponerle sueros por el estado de deshidratación con el que llegó. -Me regañó. -Mejor espere aquí sentada el doctor no demora.

Terminó de trastear en la máquina a la que estaba conectada y salió. ¡Genial! el poco dinero con el que debía sobrevivir hasta que tuviera trabajo se me iba a ir volando, aunque esto no parecía una clínica privada a juzgar por el estado antiguo de algunas de las cosas.

Unos minutos después un hombre moreno, alto y apuesto entró sonriente a la habitación. - Buenas tardes, soy el doctor Anderson. -Se presentó como modelo de concurso, dejándome ver su perfil derecho musculosos mientras revisaba unos papeles.

Le sonreí amablemente a pesar de que me incomodaba un poco la situación. -Buenas tardes, doctor necesito que me procese el alta, no quiero estar más en este lugar. -Estaba comenzando a desesperarme.

-Me temo que tendrás que ir con más calma porque primero necesito hablar algo seriamente contigo. -Se acercó lentamente y tomó asiento al costado de mi cama en un cómodo sillón. -Tus análisis muestran anemia y deshidratación, además de falta de hierro en el organismo. -Me tomó unos segundos procesarlo todo- Te voy a recetar unos medicamentos para esto y te voy a pedir que por favor comiences a alimentarte mejor porque en tu estado no deberías de tener esta clase de complicaciones, además de que no creo que estés tomando aun ni siquiera ácidos fólicos.

-Espere doctor, cuando dice en tu estado ¿A qué se refiere? ¿Acaso la anemia provocó alguna enfermedad o algo? -Estaba confundida, de seguro me saldría con algo sencillo y lo estaba complicando para cobrarme más.

- ¿Entonces no lo sabes?

- ¿Saber qué? ¿De qué me habla?

Su cara de confusión e incredulidad pasó a una mueca tímida un poco más alegre-Bueno, entonces voy a ser el primero en felicitarla por su embarazo.

¿Embarazo?

Juro que en esos momentos en los que pronunció la última palabra literalmente pensé que estaba dentro de una novela de las que veía mi abuela a las 3 pm, una lágrima bajó por mis mejillas y la confusión estaba en mi rostro de nuevo, ¿Yo? ¿Embarazada? ¿Tenía nuevamente un pedacito viviendo dentro de mí?

Intenté recobrar la cordura- ¿Está seguro doctor?

-Fue lo primero de lo que nos dimos cuenta, aunque debía de haber imaginado que no lo sabía cuándo ni siquiera tenía un seguro médico.

Mierda, tenía razón. ¿Qué rayos voy a hacer ahora? La cabeza me daba vueltas y no podía pensar claramente.

-Imagino que va a llevar a término su embarazo- Asentí, esta vez lo iba a cuidar con mi propia vida si era posible- Entonces voy a hablar directamente con la trabajadora social para que procese uno de los seguros de embarazada que otorga el gobierno para cubrirle sus gastos médicos referente al embarazo ¿está de acuerdo? -Asentí de nuevo sintiendo un alivio en mi cuerpo.

El doctor susurró un ''permiso'' y con una sonrisa radiante en el rostro nuevamente se levantó del asiento y me dejó sumida en mis pensamientos.

....

Hace más de 20 minutos que me desperté después de un desmayo en la enfermería de la Universidad, Doris la doctora que atiende de lunes a viernes, me había dicho que estaba haciéndome los limitados análisis que podía hacer porque no quería ir a un hospital, hace años que me prometí no volver a uno.

Cierro los ojos y la cabeza me duele, esta temporada de exámenes me ha llevado de la mano y corriendo, estoy sola en la sala así que me recuesto e intento conciliar el sueño por un rato pues estaba extremadamente cansada y de nada servía mirar a los alrededores, de hecho, ni siquiera podía mirar fuera de las cortinas verdes que nos rodeaban.

Minutos después abro los ojos para ver a Doris arrastrar un equipo con una pantalla pequeña.

- ¿Qué es eso?

No respondió hasta que no estuvo sentada mirándome a los ojos- Tenemos que hablar seriamente Eva. -Asentí, no quise hablar porque alargaría más y necesitaba respuestas ya. -Estás embarazada.

Por la cara de preocupación sé que vio cómo se fue todo el color de mi rostro. - ¿Qué?

- Sé que es algo un poco difícil de asimilar, y ni siquiera sé como decirte esto porque son preguntas muy privadas, pero sé que necesitas ayuda -Mi mirada se desvió a mis dedos entrelazados al frente- ¿El padre de la criatura fue quien te dejó las marcas en la espalda la última vez?

Asentí, le había amenazado prácticamente un par de semanas atrás cuando mi maestra me obligó a ir a la enfermería luego que una de las heridas de los golpes que me habían dado Max y sus amigos no dejara de sangrar, para que no denunciara a la policía. Nadie podía saber lo que Max me hacía o lo más probable es que me encontraran en un basurero muerta a la mañana siguiente.

Esta vez no me sentía con el valor suficiente, ni el miedo estaba claro, era una mezcla de sensaciones cálidas, hacía tiempo no me sentía así, como si estuviera dispuesta desde ya a darle amor a ese pequeño punto que mostraba Doris en el monitor una vez comenzó a pasarme el lector por mi pequeña barriga llena de gel.

..........

La pantalla delante de mí, un poco más sofisticada que la de la última vez, me mostraba un pequeño punto negro -Tienes aproximadamente 6 semanas y hasta donde alcanzo a ver el bebé esta saludable a pesar de tus negligencias.

Un pequeño flash de mi primera noche con el CEO rodó en mi cabeza, y a pesar de que estaba feliz de que mi pequeño ángel estaba de vuelta conmigo, esta vez no iba a tener la oportunidad de tener un papá, aunque el anterior no era muy agraciado, cualquier cosa era mejor que Max como familia.

La foto de Noah con su novia vino a mi cabeza y el recuerdo de todas sus mentiras, él no podía saber por ningún motivo que este bebé existía. La sola idea de imaginarlo lejos me revolvía el estómago.

''Si hay que hacerlo, esta vez mamá va a dar lavida por ti pequeña estrellita''


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