Me encontraba realmente deprimida por todo lo que había pasado y literalmente había estado deambulando como fantasma por la estancia, envuelta en mi bata de dormir que era literalmente demasiado delgada para el frío que comenzaba a hacer, pero poco me importaba, la realidad es que no sentía ya nada, nada perturbaba mi estado de inconsciencia hasta ese entonces. Mi reloj gastado en la muñeca mostraba las 3am. Y todos en la mansión dormían profundamente.
La cara de Noah no salía de mi cabeza, lo extrañaba tanto, que volver a verlo, sin poder tocarlo estaba siendo demasiado difícil para mí.
Mi teléfono que reposaba en el asiento de piedra del frente vibró con un número desconocido ''tenemos q hablar, Bella''
Al notar quién había sido no pensé en que nada bueno podía pasar, pero tenía que hacerlo, no quería que mi historia con Noah terminara en sus redes sociales. Cosa que ella usaba para vengarse de su padre, pero que no tengo idea del porque aún el hombre no había hecho nada para neutralizar semejante amenaza que lo estaba desmoralizando poco a poco y que bien merecido se la tenía, aunque eso no justifica la forma tan mala de hacerle pagar.
''Mañana a las 10 am en el café Atardecer'' texteé unos minutos después.
Tenía miedo, no lo podía negar, después de lo de hace unas noches atrás, no tenía como volver a confiar en Bela, aunque muy en el fondo ella estaba siendo obligada al igual que yo a formar parte de este circo.
- ¿Qué haces despierta tan tarde? -Mi novio que aún no se había dado cuenta que no estaba durmiendo con él estas noches realmente, apareció de la nada a mis espaldas para reprocharme.
-No podía dormir. ¿Y tú?
-No te sentí en la cama y la verdad estaba comenzando a creer que te había pasado algo.
Al estar de espaldas, estoy segura de que no percibió mi pequeña sonrisa burlona - ¿Qué me podría pasar en esta casa que es tan segura?
-Tienes razón, pero igual lo hice. -Segundos después, cansado de estar sumergido en silencio y sin obtener más palabras de mi parte, lo vi sentarse a mi lado- Mañana en la tarde iremos a comprar los anillos de boda.
Esta vez sí lo confronté- ¿En serio piensas seguir con esta farsa hasta ese punto? -Mi voz había salido más agresiva de lo que me imaginé.
- ¿Porqué? ¿tú no? ¿Acaso no lo estamos intentando? además, va a ser lo mejor para tu bebé y la adopción de tu primo.
-No, me refiero a que todo esto está yendo muy rápido, las cosas no son así David, el matrimonio es algo muy delicado, con lo que no se juega como niños. Además, ambos sabemos a quién yo amo todavía.
- ¿Entonces ahora soy un niño por querer ayudarte y casarme con la mujer que yo amo?
- ¡No! -Mi voz retumbó en medio del silencio. -Nunca dije eso, es solo que.... -Dudé porque ni siquiera sabía que argumentarle, todo estaba mal en mi cabeza-Mejor vamos a dormir y tratamos este asunto mañana.
Lo vi asentir y ponerse de pie, regalándome una mano para levantarme. - ¿Al menos iremos a ver los anillos para aparentar? no quiero que mi palabra pública quede dañada.
Su voz era otra, más que una pregunta sonó a orden y no me quedó más remedio que asentir, me estaba metiendo en un problema que era incluso más grande que yo.
....
Eran cerca de las 9:45 am, quedaban aun 15 minutos para que Bela llegara, pero soy demasiado desesperada y decidí aparecerme antes, estaba cansada por no haber podido dormir nada, pero, aun así, no pude recuperar ni siquiera una hora, mi cabeza trabajaba a mil intentando desenredar el nudo que se había formado a mi alrededor sin cortar ninguna cuerda y la taza de café que había acabado de tomar hasta el fondo en un santiamén, no ayudó más que en acelerar los nervios.
Aunque obviamente todo eso se fue a la mierda cuando lo ví, ni siquiera me había dado cuenta antes, pero estaba parado en frente de mí, con su sonrisa brillante que se veía un poco apagada, dándole instrucciones a la mesera de que me trajeran mi malteada favorita y para él un café colombiano bien cargado de azúcar y cafeína.
Debajo de sus perfectos ojos azules se tornaron unas ojeras sinónimo de su cansancio y podría jurar que mi olfato de embarazada me decía que había tomado alcohol. La chica que hasta el momento estaba embobada mirándolo y tomando la orden, nos dejó solos cuando le dio la espalda y se sentó delante de mí.
- ¿Entonces este es tu método para que me siente a escuchar lo que te faltó por ofenderme hace unos días atrás? Hacerte pasar por tu hermana.
Sus manos se pasaron al frente, apoyándose en la mesa y por fin sus ojos me miraron directamente, como si le doliera hacerlo- Era la única forma, ni tu ni tu noviecito iban a dejar que hablara contigo y necesito hacerlo.
-Pues aquí me tienes- Suspiré- Soy toda oídos.
Como buen hombre de negocios, supo evaluar bien la situación y fue al grano-Creo que ambos sabemos a lo que viene Eva, no quiero llegar a la penosa situación de que mi abogado te cite para una prueba de ADN para el bebé, porque esto sería un escándalo y ambos sabemos que no nos conviene que mi padre se entere de esto. -Respiré profundamente cuando dijo lo último. -El bebé que llevas en el vientre ambos sabemos que no es hijo de Wallas, lo puedo ver claramente en tu mirada.
-No es así. -Negué con miedo.
-Eres un puto libro abierto Eva, me basta con mirar a tus ojos para saber la verdad. Y no sé cómo rayos y porqué te uniste al idiota de Wallas, pero no me creo una mierda nada de lo que me contaste. -Con cada palabra de rabia su rostro se fue acercando lentamente al mío, dejando de lado la poca distancia que nos separaba, como si estuviéramos atados por una fuerte tensión invisible- ¿Sabes que creo?, que todo lo que pasó entre nosotros sigue estando ahí, que tú no lo amas a él y que te mueres por besarme en estos momentos.
Su respiración chocó con mi rostro haciendo que un escalofrío de deseo se corriera por toda mi columna vertebral. Tenía razón. Sus labios tocaron con los míos en un roce casi imperceptible y fue automática mi reacción en saborear por fin su boca, cosa que no demoró mucho, porque lo sentí apartarse rápidamente y mirarme directamente a los ojos- Vez Eva, eres un puto libro abierto- Regresó con rabia y nuestros labios quedaron atrapados en un beso feroz y lleno de deseo, que fue apartados segundos después por las aclaraciones de garganta de alguien a mi espalda.
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DCEO Y Constelaciones (Ya Disponible En Amazon)
RomanceEva es una chica linda y llena de secretos, pero rota por dentro ya que carga con la culpa de quitarles la vida a las personas que ama. Por cosas del destino encuentra un trabajo como secretaria del CEO de una de las empresas más grandes de New Yor...