Cuando nadie ve:

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DENNA:

La semana había pasado rápido, ¡estaban ya a sábado!, hoy era el segundo y definitivo pase de micros. Y la rubia estaba muy nerviosa.

En cuanto a Violeta, no habían vuelto a hablar de algo que no fuese la canción, desde el pasado jueves. Denna, tampoco le había dado mucha importancia, por fin parecía que empezaban a cumplir lo que habían pactado. Y con la alegría y emoción que había en la academia a la rubia se le olvidaba prácticamente todos los días que Violeta ya no era suya. Pero en el más profundo rincón de su corazón, la granadina sabía que le faltaba algo, y el hecho de que en la actuación, bailasen juntas y al final de la canción casi se besaran, no ayudaba mucho.

La rubia estaba en la terraza, descansando, después sería el último pase de micros y debía descansar, más no pudo.

Violeta entró en la terraza y se sentó junto enfrente de ella. Denna miró hacia los lados, fingiendo que buscaba algo.

-¿Estás preparada?- preguntó ella.

Denna siguió mirando hacia los lados, nerviosa.

-Un poco- dijo.

-Denna..., estoy aquí- murmuró la pelirroja, para que ella la  mirase a la cara.

-Perdón, es solo que...-

-Lo sé- la interrumpió ella. -Si te sirve, yo estoy atacada, creo que el corazón se me va ha salir por la boca-

Denna se rió por lo bajo, la pelirroja siempre la hacía reír, no importaba el momento o el contexto, la granadina siempre conseguía sacarle una sonrisa. Una sonrisa verdadera.

-¿De que te ríes?, a mi no me hace gracia- se picó ella.

-Pues a mi si-

-Vale, pues a mi no- dijo poniéndose las gafas de sol.

-Pues a mi si- repitió la rubia con una sonrisa bobalicona.

-¿De verdad que no estás nerviosa?, qué raro, juraría que aquí la que te ayudaba a tranquilizarte era yo- susurró, jugando con las gafas de sol.

-Y lo sigues siendo, no sé qué hubiera hecho sin ti en la gala 0-

-Oh vamos, eso lo hiciste tú solita, aunque no te lo creas, eres espectacular Denna-

-Tu me ayudaste, de no ser por ti, me hubiera dado un ataque masivo de ansiedad en pleno plató y hubiese tenido que venir una ambulancia a rescatarme-

-Suerte que te rescaté yo antes- dijo al mismo tiempo que se estiraba y bostezaba, sin darle apenas importancia a lo que acababa de decir.

Pero Denna si le dio importancia, ¿estaría Violeta rompiendo su propio acuerdo?, "si"- se dijo a sí misma.

La pelirroja seguía jugando con las gafas de sol, y eso ponía de los nervios a Denna, que con curiosidad seguía pensando en lo que acababa de decir esta.

-¡Violeta!, ¡para de jugar con las putas gafas!, me estás poniendo de los nervios-. 

-¿Quieres que pare?- preguntó ella.

Denna asintió con dificultad, le costaba tanto resistirse a esos labios, a ese cuerpo, la rubia pensaba que en cualquier momento saltaría y besaría apasionadamente a Violeta, pero se contuvo, por el bien de las dos.

-Pues ven a quitármelas, si te atreves, claro, ¿o eres una cobarde?- preguntó otra vez la pelirroja, pero de manera que sonase lo más sensual posible. "Y ha funcionado"- pensó Denna. Cada molécula del cuerpo de la rubia se encontraba ahora en una profunda tensión. Violeta le estaba pidiendo a gritos unos buenos chupetones, pero Denna tenía un miedo agónico al resultado, así que intentó ocultar sus ganas de pasar un buen rato.

VIOLENNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora