DENNA:
Una luz. Después una casa. Una casa preciosa, con jardín, piscina y terraza. Los rayos del tenue sol del atardecer acariciaban el bonito techo de la casa.
Denna vio salir a una niña de la casa, se paró enfrente del porche, y la miró atentamente. Después, la niña salió corriendo detrás de una pequeña mariposa. Era una niña preciosa, de cabello rubio, y con los ojos color avellana.
Escuchó unos ruidos dentro de la casa, y se acercó para ver lo que ocurría. Había una mujer pelirroja frente al espejo, maquillándose y secándose el pelo.
-¡Denna!- exclamó la mujer. Denna se sorprendió, ¿la estaría llamando a ella? Entonces en aquel momento sintió como una especie de fuerza semi corpórea la atravesaba. Una mujer rubia pasó por delante de su cara y se acercó a la pelirroja.
-¿Si?- preguntó. La mujer se dio la vuelta, y Denna pudo contemplar a una persona idéntica a ella, solo que un par de años más mayor, y con el pelo más largo. Pero era ella.
-¿Está lista ya Cristina?- quiso saber la mujer pelirroja sin mostrar su cara.
-Si amor, la he vestido yo, está jugando en el jardín- respondió.
La mujer que se estaba maquillando se dio la vuelta. A Denna le faltó aire para respirar.
Era Violeta. Violeta Hódar se hallaba enfrente de ella. Bueno, para ser exacta, enfrente de la Denna del futuro. Llevaba un anillo de oro en la mano, al igual que la mujer rubia.
-Ala, pues vámonos, que llegamos tarde-. Violeta apagó la luz del baño, y salió al acogedor pasillo del hogar.
-¿Has cogido las llaves?- preguntó Denna.
-Si mi vida-. La pelirroja agarró la mano de su mujer, y se alejaron de Denna, para salir por la puerta trasera del jardín. Allí se encontraron con la niña, y Denna la cogió en brazos.
"Mi hija"- supuso la Denna del presente. Que bien sonaba, eso en su cabeza. Tener una hija, y encima con Violeta Hódar. ¿Acaso esa era la vida que le esperaba?, porque si no era así era una broma de mal gusto.
-¡Vamos Cristina!- exclamó Violeta, subiéndose en un Porsche azul verdoso.
-¡Ya voy mamá!- gritó la niña, en brazos de su otra madre.
A continuación Denna pudo ver a la pequeña familia abandonando la casa. Echó un último vistazo, Violeta y ella de la mano, bromeando con su hija, en un Porsche, con una casa de ensueño, pero sobretodo juntas.
...
Algo despertó a Denna. Unos leves ruidos procedentes del final de la habitación. No quería abrir los ojos. Había tenido un sueño muy extraño. No se acordaba de nada, lo único que le quedaba de aquel sueño eran tibias imágenes de una casa, una niña y una mujer. Algo le impedía recordar lo que había soñado.
-¿Denna?- preguntó una voz al lado suyo.
Violeta la miraba con expresión cansada y visiblemente dormida.
-¿Estás bien?- volvió a preguntar ella.
La de Ogijares la abrazó tan fuerte como pudo. Y después sonrió al recordar todo lo que había pasado por la noche. Antes de caer rendidas a la soledad del sueño. Realmente había sido extraordinario. Después de sentirse tan incómoda con Álex el día anterior, estar con Violeta la había vuelto a hacer recordar lo que era sentirse deseosa y satisfecha a partes iguales, para luego acabar al terrible borde de la extenuación.
-¿Has dormido bien?- quiso saber.
-Mmm, ¿acaso estás preocupada por mí?-. Denna se abalanzó sobre ella, y besó su nariz.
-¿Yo?, yo solo quiero saber si te gustó lo de anoche- murmuró.
-Esa es una pregunta muy, muy arriesgada, tendrás que ganarte la respuesta-. Denna quería volver a sentir lo que había sentido por la noche. Le daba igual estar agotada, cada vez tenía más claro que vivía por y para esos momentos.
Violeta que sabía perfectamente lo que insinuaba Denna se mordió el labio, pero aún así siguió queriendo jugar a aquel juego.
-¿Y qué debo hacer si se puede saber?- preguntó con cierta picardía, acariciando la comisura de la boca de la rubia.
-Pues...., no sé..., comerme la boca hasta que me falte el aire, como has hecho esta noche-.
-¿Quieres eso?-.
Denna asintió con dificultad. De verdad que estaba disfrutando aquel momento.
-Pero este no es un buen lugar para hacerlo, nos podrían oír mi pequeña princesa-.
Sonrió cuando Violeta la llamó así. "Princesa" era un término que se aseguraría que la pelirroja utilizara más.
-Estoy de acuerdo- dijo, levantándose de la cama y tirando de la mano de Violeta.
-Pero apenas se ve nada, son las 4 de la mañana Denna-.
-Bueno, así mejor, será mi primer plato del día-.
-¿A que hay menú?-. Violeta tiró para el lado contrario, y acabó debajo de Denna.
-Si, el plato fuerte espero que llegue después, ¿no chef?- la vaciló.
-El mejor del restaurante, de uso exclusivo para usted- susurró contra su oído, al mismo tiempo que masajeaba la pantorrilla derecha de la granadina.
-Pero por el momento me tendré que conformar con un aperitivo-. Denna la devoró con la mirada. -Vámonos- le pidió.
-¿A qué?-.
-A que me hagas el amor- soltó Denna, sin saber muy bien lo que estaba diciendo.
Violeta volvió a mirarla con ojos lujuriosos y la cogió en brazos. Sin hacer ruido, cruzaron toda la habitación y salieron de los vestuarios para ir a la parte derecha de la terraza, donde nadie las escucharía ni observaría.
Denna fue tumbada por Violeta sobre el sofá con sumo cuidado, y después la pelirroja se lanzó sobre su boca.
En aquel mismo instante, Denna se acordó de su sueño. La extraña mujer que había visto, era Violeta. La niña pequeña que había visto era su hija, y la mujer rubia, era ella. Había soñado con una familia. Con su familia. Una familia dónde estaba el amor de su vida, y una niña preciosa, que tenía los ojos color avellana, el cabello rubio, y con un nombre muy hermoso, que le recordaba a una de las cantantes favoritas de Violeta.
Esa era la vida que su cerebro tenía imaginada para ella. Y Violeta formaba parte de esa vida. En ese momento, mirando a las estrellas desde la terraza, se dio cuenta de que ellas eran como estrellas, es más, estaban destinadas a ser estrellas. Estrellas necesitadas la una de la otra para poder brillar, para poder dar luz. Porque el brillo de una no se entendería sin la oscuridad de la otra. Estrellas que se mezclaban entre ellas y daban lugar a bonitas creaciones de luz. Gigantes rojas que se mezclan para dar lugar a los astros más brillantes de todo el firmamento, las supernovas.
Violeta era la estrella que ella necesitaba para brillar, era su luz en su oscuridad la que aportaba oscuridad a su luz. Se necesitaban para vivir, y aunque eso no lo supieran todavía ninguna de las dos, ninguna podría vivir sin la otra.
...
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VIOLENNA
RomanceVioleta es una joven granadina que se prepara para el casting de OT 2023, y espera ser seleccionada para ir a la academia y cumplir su sueño, triunfar en el programa e iniciar una carrera internacional y de éxito. Mientras Denna, es otra joven grana...