Los personajes no me pertenecen.
____________________________________________________Capitulo XLII
-Creo que esta pequeña necesita recargar el estanque- Valentina aparecia con su pequeña niña en brazos y con una boba sonrisa. Habian pasado unos días desde el nacimiento de los mellizos, la pequeña Valentina habia demostrado ser mas inquieta que su hermanito Leo, ya que él dormia la mayor parte del día.
-Es una pequeña princesa glotona-Luíza babeaba por sus hijos, eran su debilidad al igual que su esposa Valentina.
-Me encargare de nuestro principe- Leo ya estaba alimentado y estaba cerrando sus ojitos listo para dormir su siesta. Las chicas se encontraban en la habitación de sus hijos, tenian sus cunas y una cama, mas una silla mecedora para que Luíza estuviese comoda al momento de alimentar a sus pequeños.
-Te ves preciosa con nuestros pequeños en brazos-La mirada dulce de Luíza ruborizo el rostro de Valentina-Es increíble que aun te ruborices por mi causa-
-Siempre será así cariño-le sonrio en respuesta, ambas se quedaron mirando con amor. La vista para Valentina era perfecta, su Luíza alimentando a su pequeña hija, sonriendo con ese brillo en los ojos, se veía tan hermosa, su corazón se hinchaba de amor por su esposa.
-¿En que piensas amor?- Luíza la saco de sus pensamientos.
-En ti, en lo hermosa que te ves, en la bella familia que estamos formando, en nuestros pequeños-
-Nuestros pequeños-Lu sonrio observando a su niña en brazos-son hermosos como tú-Valentina sonreía de la misma forma. Todos en la familia decías que esos niños tenian mas de Valentina que de Luíza por ahora, aunque la pequeña era mas inquieta y eso era algo exclusivo de Luíza.-Luíza jamás se quedaba tranquila, era una bebe que se movía mucho antes de nacer- La madre de Lu iba seguido a la casa de las chicas junto a la madre de Valentina.
-Valentina era mas tranquila, la verdad es que no se movía demasiado y cuando nació era buena para hacer siestas- La madre de Val tenia en sus brazos al pequeño Leo y la de Luíza tenia a la pequeña Valentina en los suyos., ambas abuelas se derretian por sus nietos.
-Son hermosos- Ellas mantenían su conversación mientras las chicas estaban en la cocina preparando algo- Me siento tan feliz por ellas-
-Jamás creí que viviría esto por parte de mi hija-a la mujer se le quebró la voz- y estoy tan agradecida con ellas, con Luíza por darme la oportunidad de recuperar a mi hija Valentina y acompañarla en esto-
-Aquí traem...os- Las chicas aparecen con unas bandejas y Val se queda mirando a su madre-¿Que paso? ¿Por qué estas llorando?-
-Soy una abuela sensible cariño, no es nada- se limpio sus lagrimas- Te adoro hija mía- Le dijo con una sonrisa.
-Ustedes se derriten por sus nietos- las molesto Luíza.
-Es algo obvio, mis primeros nietos- le respondio la madre de Luíza emocionada.
-Bueno, yo ya tengo una bella nieta, y estos pequeños vienen a agrandar mi felicidad, siento que mi corazón en cualquier momento explota de alegria-
-Mamá- dijo Valentina acercándose a su madre-ellos te adoran al igual que a la madre de Lu- miro ambas mujeres-ustedes son las mejores abuelas del mundo-
La tarde paso tranquila en casa del matrimonio. Las abuelas se despidieron de sus amados nietos prometiendo una pronta visita.-Ella se aprovecha de sus abuelitas-Comento Valentina viendo a su pequeña dormir tranquilamente mientras su hermano estaba por la labor de quedarse dormido.
-Sabe como conquistarlas-sonreia Luíza viendo a sus dos mujeres, sus dos Valentinas.
-Tiene tu encanto-Luíza nego ante lo dicho por su esposa.
-Ella saco tu encanto cariño- dijo observando a Leo que al fin se habia rendido al sueño-Nuestro pequeño principe se quedo dormido- Acomodaron a Leo en su cuna y cubrieron a ambos bebes con sus mantitas, al parecer dormirán tranquilitos por varias horas.Las chicas con sus pijamas puestos por fin podian relajarse en su cama, contaban con un pequeño aparato para poder escuchar el llanto de sus bebes cuando despertaban durante la noche.
Luíza se acerco a Valentina como siempre, cada noche necesitaba sentir el calor de su esposa para poder relajarse, y por su puesto Val siempre la abrazaba y dejaba caricias en su espalda.
Estaban en comodo silencio y Luíza hablo casí en un susurro.
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Tú mi sol y yo tu luna.
RomanceLuíza despierta en el hospital y la chica que hace 10 años atrás era la inalcanzable de la facultad esta a su lado siendo alguien especial.