Tú mi sol y yo tu luna/CapXXI

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Los personajes no me pertenecen.
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                                Capitulo XXI

Sentia la tensión en todo su cuerpo, no importaba nada mas en ese momento solamente ella, verla con sus propios ojos y verificar realmente que lo dicho por Igor era totalmente cierto.
Su corazón iba a mil, escuchaba a lo lejos como Duda le conversaba algo y trataba de tranquilizarla, pero ella no iba enfocada en su amiga, solo deseaba llegar a la Clínica y encontrarla sana y salvo.
Ese temor que exploto en su interior en cuanto escucho que a Valentina le había sucedido algo, le hizo sentir que podía perderla en cualquier momento de la vida. No, algo así no sería capaz de resistir, y no fue lo que paso, solo tuvo un incidente y ella estaba bien, pero por unos segundos creyó que había pasado lo peor. Tenía ganas de llorar, fue demasiado el susto para ella, no podría ni siquiera imaginarse una vida sin Valentina.
Se estaciono frente a la Clínica, todo sus cosas y salio de ella junto a Duda que la seguía tambien preocupada.
A lo lejos pudieron divisar a Igor con la pequeña bebe en brazos observando unos afiches de colores en el pasillo.
Luíza se apuro en llegar a su lado y captar la atención del muchacho.
- Igor ¿Donde esta?- Sus ojos preocupados obtuvieron la respuesta tranquilizadora de Igor.
- Cuñada tranquila, esta allá en esa sala, ella esta bien- Los intentos del chico eran inútiles, Luíza no se quedaría tranquila hasta no verla - Puedes ir, eres su esposa, te dejarán pasar sin objeción-
- Gracias- Luíza se fue hacia donde él le había indicado.
- Mi bebita preciosa- Duda recibió a su pequeña en brazos- ¿Como esta Valentina?-
- Esta bien, solo se hizo unas heridas en la pierna por el roce y unos golpes, nada grave por suerte- dijo con alivio - Le he dicho muchas veces que no es buena idea usar esa moto-
- Luíza venia hecha un nudo de nervios-
- Creeme que Val esta que se arranca de la Clínica, sabe perfectamente que Lu la va a regañar-

Valentina jugaba con los anillos en sus dedos, le habían  indicado que debería esperar todavia un poco mas para poder retirarse.
Sentia que Luíza llegaría en cualquier momento, la motocicleta no era del total agrado de su esposa, recordaba las muchas advertencias que Lu le había hecho con anterioridad. Tenía nervios e incluso ansiedad, sabia lo preocupada que podía estar ella y enfada por no hacerle caso.

-Busco a Valentina Albuquerque, soy su esposa- escucho decir cerca de su puerta, y su corazón se le subió a la garganta.
-Ella se encuentra en esa habitación- Le contesto amablemente alguna enfermera- Puede pasar, ella esta bien, en un momento podrá retirarse-
- Muchas gracias- La ventana seguía siendo una opción para ella, pero no pudo seguir mirando a esa dirrección porque la puerta de la habitación se abrió y vio la esbelta silueta de Luíza entrando y buscándola con la mirada. Sus ojos se conectaron con los de ella, por unos segundos se quedaron ambas en silencio, Valentina trago saliva, iba hablar pero Luíza corrio hacia ella impidiendole emitir cualquier palabra y fue abrazada por ella, escuchando los sollozos de Lu.
- Creí...oh dios, creí que te había perdido- Valentina se congelo por la forma en Luíza le expresaba su preocupación
- Amor, no fue nada, de verdad- la apretó contra su cuerpo para darle tranquilidad - Mirame amor, estoy en perfecto estado- Le pidió  salir de su escondite. Luiza se separo solo un poco del cuerpo de Val para observarla.
- No tienes idea amor del miedo que tuve- acaricio el rostro de Valentina -Eres todo para mi, si te llega a pasar algo...-Las lagrimas caían por el rostro de Lu.
- No paso nada cariño, no pienses en eso- beso las lagrimas que se deslizaban por la mejilla de Luíza - Aquí estoy, fue solo un pequeño incidente nada mas-
-¿Te duele algo? ¿Donde tienes las heridas amor?- comenzó a revisarla visualmente.
- Es solo la pierna, me la raspe producto de la fricción con el suelo y la moto me golpeo al caer- Luíza la miraba con preocupación.
- No te subirás a esa moto por un buen tiempo- le advirtio seria.
Escucharon unos golpes interrumpieron su conversación, la misma enfermera que encontró Luíza en el pasillo hizo ingreso a la habitación.  
- Permiso, la señora Valentina puede retirarse, estos son los medicamentos para evitar el dolor- Le hizo entrega a Luíza de todo lo que traía para Valentina, e  indicaciones para poder realizarle algunas  curaciones y demás tratamiento para las heridas heridas de Val. Dicho todo y agradecida por la atención, Luíza y Valentina se dirigieron a la salida  siendo seguidas por Duda, Igor y la pequeña en brazos.

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