Tú mi sol y yo tu luna/CapXXXIV

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Los personajes no me pertenecen.
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Luíza era la primera en comenzar a despertar por la mañana,  y lo primero que hace es buscar a Valentina a su lado, mueve un poco su brazo en búsqueda del contacto con su esposa, quien sigue dormida tranquilamente.
Recordaba la primera noche despues del accidente cuando se quedo en casa de sus padres, no encontraba la manera de conciliar el sueño, y todo era por la falta de Valentina a su lado para dormir, algo que descubrió luego cuando compartió la cama con ella y pudo sentir ese vacío llenarse.
-Buenos días mi amor- le susurra acariciando el suave rostro de la chica de ojos verdes, sonrie ya que Valentina tiene el sueño pesado y no despierta tan facíl. Le encanta admirar a su esposa cuando duerme, aprovecha de acariciar la nariz de Val de firma timida-¿Como puedes ser tan hermosa?- sonrie- Solo quiero hacerte tan feliz, como yo lo soy contigo- Valentina era una constante tentación para Lu, que no podía resistir sus ganas de acariciar un poco mas de la piel de Val, de a poco y lentamente fue bajando su mano por debajo de las frazadas para acariciar el abdomen de su esposa, esa piel suave y caliente...
-Ay no puede ser- exclamo, y se levanto de la cama lo mas rapido posible rumbo al baño, unas nauseas la invadieron de pronto.
Valentina se despertó cuando escucho que Lu se levanto y corrio hacia al baño.
-¿Amor te sientes bien?- salio de la cama para ir atrás de Luíza que se encontraba con la cabeza metida en el inodoro -¿Vida?- entro al escuchar que Lu luchaba con las nauseas.
-Cariño, no entres- decia entre intentos de vomitos, pero Val se quedo a su lado para sujetar el cabello.
-Amor- le acariciaba la espalda, Lu se quedo sentada un rato en el suelo cuando ya calmaron sus ganas de vomitar-¿Te sientes muy mal?-
-Son las nauseas del embarazo amor- se puso de pie para cepillarse los dientes- ya estoy mejor- dijo una vez recuperada y ambas volvieron a la cama por unos minutos mas.Valentina acariciaba el abdomen de Luíza con ternura para aliviar cualquier tipo de molestia que pudiese sentir, o eso intentaba.
-¿Estas mejor?-
-Si cariño- se relajaba con las caricias-Tendre que acostumbrarme a que nuestros pequeños me hagan correr al baño de vez en cuando-
-Siento que tengas que pasar por las nauseas mi amor, no es la mejor parte-
-Es parte de nuestro proceso para ser madres, lo haría una y otra vez- se giro para quedar frente a Valentina que la observaba con amor-Estoy feliz de llevar a nuestros hijos amor- la beso tiernamente.
-¿Una y otra vez?- dijo con una sonrisa
-Si- respondio convencida Luíza- Valentina, este no será nuestro único embarazo, aunque ya tendremos dos bebes, pero deseo una familia numerosa-
-¿Muchos hijos?- Val sonreia al imaginar una familia grande como lo habia soñado muchas veces junto a Lu.
-Si, muchos hijos corriendo por la casa- se daban cariños mientras se imaginaban como seria su familia a futuro.

Luíza decidió cocinar ese día, tenia ganas de comer pizza, y Valentina estuvo de acuerdo con ella.
Lu se sentia especialmente feliz a pesar de que le esperaba una conversación durante la tarde con su suegra, pero a la hora de preparar el almuerzo ella estaba alegre. Mientras preparaba las cosas iba comiendo trocitos de verduras y de fruta, algo que tal vez era por el embarazo.
-Mírame- Tarareaba una canción mientras cocinada- ven y pruébame, que tengo el sabor, de tu malteada favorita...lalala- Valentina llegaba en ese momento para abrazarla por atrás.
-No hay duda que eres mi sabor favorito- Luíza se sobresalto por la inesperada llegada de Val a sus espaldas.
-Cariño, me asustaste-
-Lo siento amor-
-Ya esta casí lista la pizza- miro el horno y seguia comiendo sus trocitos de verduras.
-¿Qué comes amor?- miro curiosa
-Trocitos de verduras- le ofreció y Val acepto un trocito- Amor ¿me seguirás amando cuando este con pancita?-
-Te amare el triple mi vida- la beso con amor y Lu sonrio.

La tarde llego y Luíza le pidió a Valentina que la dejará sola para hablar con Catarina, así que Val se fue a su vivero y se quedo durante la tarde ahí para darle el espacio suficiente a su esposa.
La mujer llego a la casa y se sorprendió al no ser recibida por su hija, ya que ella la habia llamado para que fuera a su casa y poder hablar con Luíza y tener la posibilidad de arreglar las cosas con ambas.

Tú mi sol y yo tu luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora