Cada uno se fue por su lado, los cuchicheos en la aldea no se hicieron esperar. Al poco tiempo ya se dirigían a donde estarían por los siguientes meses. En esta ocasión, la rutina que llevaban desde que comenzara todo, empezó a ser diferente, los entrenamientos eran menos, el sannin había empezado a dejarle solo como cuando tenía 12 años, y no usaba el jutsu, aquel comportamiento le estaba afectando demasiado a Naruto, porque ahora también se reducía el tiempo a la otra parte del trato que ahora disfrutaba tener con el adulto, él ya había intentado tocarse solo, sin que le viese el hombre, pero aquello no le levantaba su lívido, ni siquiera le motivaba a querer hacerlo, cuestionándose porque después de lo que había dado pie en el bosque, retrocedieran todos sus avances hasta ese grado; mientras que el sannin, seguía llevando prostitutas, con las que hacía cosas en la maldita casa, en vez de su cuarto y que ya había descubierto que decía su nombre, cada que las penetraba, su paciencia estaba a nada de fracturarse y no estaba dispuesto a recibir un NO, de su maestro. Estaba a tres semanas de cumplir 15 años; eran apenas las 11 de la noche, cuando salió de su recamara, el sannin no le había dicho nada de que no saliera de su cuarto, así que iba con aquellas prendas descaradas y cómodas, para tentar al peliblanco si se lo encontraba en el camino y de paso beber un vaso con agua que era su mayor prioridad en ese momento, cuando observo aquella escena, escuchando al sannin como le pedía a la prostituta que le llamará como él lo hacía, mientras escuchaba de nuevo su nombre, viendo como frotaba su miembro el sannin como lo hiciese meses atrás con él, definitivamente estaba furioso, aquello no era justo.
-¡Ji-san! -exclamo gritando, viendo como el adulto se detenía, al ser descubierto.
-¿Que sucede? -pregunto la prostituta, consternada; al ver que el hombre se detenía y se iba separando, volteo a ver a una jovencita, notando la incomodidad de su cliente. -Niña, regresa a dormir, deja que los adultos hagan cosas de adultos -hablo, altanera; viendo como respingaba aquel sujeto, hasta que luego vio la cara encolerizada de aquella chica rubia, quien se acercó para jalarla, con demasiada fuerza.
-¡Lárgate! -exigió encolerizado, apretando más fuerte la muñeca de aquella mujer, arrastrándola hacia la salida.
-¡Auch, oye mocosa, suéltame, ey Ji-san! -grito la fémina, preguntándose qué demonios pasaba.
-Vuelve a llamarlo así y te reventare la boca con una cachetada -siseo molesto, ejerciendo más fuerza, haciendo temblar a la mujerzuela.
-¡Maldita sea, auch, que carajo, vine a perder un día por una mocosa, oye, que no piensas hacer nada, tú eres el adulto! -grito hacia el hombre sin decirle de aquel modo, estaba seguro que la mocosa, haría lo dicho y no pensaba tentar su suerte.
-¿Quieres tu dinero?, Jiraiya págale y que se largue -grito, al ver que este seguía donde mismo, sonrió perversamente. -Hazlo rápido, soy yo o es ella -grito, viendo como el sannin estaba por vestirse para llevársela. -Págale un poco más y que se largue sola o si no ahorita mismo salgo -exigió abriendo la puerta, para empezar a salir, sin embargo, el peliblanco agarro el dinero y se acercó de inmediato, metiéndolo a él, para que no siguiera saliendo, mientras veía como la prostituta caía al suelo, porque Naruto la había soltado.
-Toma, vete y no se te ocurra venir por tu cuenta -dijo molesto, porque había cedido de nuevo ante el oji azul, a pesar de escuchar las quejas y gritos de la mujer de afuera, se metió sin ayudarla, cerrando la puerta, no quería comprobar si cumpliría lo dicho, deshizo el henge que usaba; Naruto se había ido a la cocina a buscar un vaso con agua, listo para responderle, al sannin quien no tardaría en reclamarle su actitud. -¡Que mierda te pasa Naruto! -exclamo ahora furioso, dirigiéndose a la cocina, viendo como el mencionado dejaba el vaso que se había terminado de beber, serio, para luego sonreír burlón.
-¿Que mierda me pasa?, enserio ¿quiere que se lo diga? -pregunto ofuscado.
-Si, joder, hicimos un trato -comento aun desnudo.
-Usted no me dijo que no saliera hoy, ya van varias ocasiones en que no lo hace, y hoy fue una de ellas, lleva incumpliendo lo que dijo que sería solo los fines de semana, el que lo acompañaría, que estaría en su cuarto y que luego se las llevaría -respondió furioso.
-¿Y eso en que te afecta? -pregunto cabreado.
-Jejeje -rio molestando más al hombre. -Me pasa que ya me harté, de escuchar cómo se coge a esas mujeres, diciendo mi nombre y pidiéndoles que le digan como yo le digo, cree que no lo sé, desde que tengo 13 años lo he visto, cogiéndose mujeres rubias -comentó suponiendo, ya que muy pocas veces se fijaba del color de los cabellos de esas mujerzuelas, para ver como el hombre respingaba, al parecer no se había equivocado. -Me afecta, porque es su maldita culpa que tenga esta inclinación, ya que su maldito morbo, lo hace querer hacerlo en todas las esquinas de la casa donde nos quedemos, cuando puede encerrarse en su habitación o irse a un maldito motel para que yo nunca viese aquello y no tuviese interés, me dice que me arrepentiré si lo hago porque soy hombre en realidad, eso no debería importarle, es mi cuerpo, sea un jutsu o no -contesto apuntándole con su dedo.
-No sabes lo que dices, solo son tus hormonas, tu maldita curiosidad por estar como mujer, pero una vez que regreses a ser tú, veras que aquella afición se ira, y seguirás tras tu compañera Naruto -comento molesto, sabiendo que realmente si era su culpa, al no ser cuidadoso, al cruzar la línea sin explicarle bien las cosas al chiquillo.
-¿Realmente cree eso?, llevo más de 2 años sin pensar en ella, ahorita que la menciona, no siento nada, ni curiosidad por besarla, ni el deseo que siento de querer hacerlo con un hombre, es muy probable que una vez sea yo de nuevo, también querré un miembro penetrándome, sigo siendo yo, a pesar de estar en un jutsu Jiraiya -comento sin vergüenza alguna, sorprendiendo al peliblanco.
-No sabes lo que dices, solo estas confundido -dijo, excitado, desconcertado, por lo que le decía su discípulo.
-¿Qué le hace creer eso?, el que no haya intimado con un hombre, usted me vigila demasiado, no quiere que nadie me quite mi virginidad, pero usted la desea demasiado, su maldito deseo empezó desde que me tocara, esa vez estaba desnudándome desesperado, solo tenía 13 años, si no lo hubiese parado, usted me hubiese mancillado -comento más cerca del sannin.
-Pero lo hiciste -respondió avergonzado, para que entendiera.
-Si, tenía 13 años, no entendía nada aún, pero investigue, ahora estoy por cumplir 15 años y le ofrecí desflorarme, así como usted tiene una curiosidad morbosa, yo también la tengo -comento llevando su mano al miembro del sannin, quien cerro los ojos, disfrutando aquella sensación, hasta que los abrió al ver como Naruto, le hacia una mamada, mientras estaba agachado.
-Aaahhh..., detente Naruto ...-jadeo, a pesar de tener sus manos en aquella cabeza, acelerando las embestidas. -Mierda..., aaahhh... -se corrió dentro de la boca, abriendo los ojos al ver como la rubia se tragaba su esencia, se volvió a erguir. El Uzumaki se levantó, lo llevo al sillón y lo sentó para sacar sus pechos y empezar a masturbarlo con estos.
-Aun cree que estoy confundido -comento mirando al sannin quien gemía por la vista, de la lengua de Naruto, lamiendo su glande. -Yo sé lo que quiero, el confundido es usted -dijo acelerando la fricción y las lamidas, sintiendo de nuevo como el sannin se corría encima de él, estaba excitado, pero también tenía su ego, y Jiraiya ya le había despreciado sus indirectas y directas, varias veces, a pesar de que el sannin lo tocaba sin siquiera recordarlo, se levantó del suelo. -Por favor no traiga prostitutas, si quiere coger hágalo en otro lado, porque no responderé de lo que haga si lo sorprendo de nuevo con una mujer aquí -comento serio. -Buenas noches Ji-san -camino para ir a su habitación, colocando seguro, para que el sannin no entrara. Jiraiya de nuevo estaba duro.
-Maldita sea, esto es mi culpa -susurro frustrado, se masturbo, corriéndose una última vez. Al día siguiente era lo mismo, como si nunca hubiese pasado nada, Naruto actuaba como si nada, mientras que él no tenía el valor para sacar el tema, las 3 semanas pasaron demasiado rápido, y el se mantuvo en abstinencia, comportándose, enseñándole y entrenando de nuevo como sensei y discípulo, sin saber que había caído en el plan del oji azul. Naruto esperaba con ansias el gran día.
ESTÁS LEYENDO
¿Asexual o demisexual? La historia de como Jiraiya hizo cambiar a Naruto
FanfictionSasuke se había ido de la aldea, para obtener poder, mientras que él se había ido con el sannin Jiraiya, por aquella promesa con Sakura, la chica que pensaba amar. Ahora sabía que era eso, el verdadero amor, gracias a Ero-sennin, junto al hecho de s...