Eine neue Reise

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Cuando Naruto, salió de su estupor, empezó a levantarse al sentir hambre. Así que dejo de pensar en aquello y se preparó un desayuno increíble. Tenía que comer por tres, realmente había estado al inicio aun estupefacto, pero sabía que tenía la culpa, no se cuidó a pesar de que había sido la primera vez que había intimado y que ese doctor se lo advirtió en su momento, pero aquellos dos en su vientre eran suyos, su familia, aquella que pensó que jamás tendría cuando se dio cuenta que definitivamente le atraían los hombres; para él, eran dos hermosas bendiciones, que estaba seguro serían las únicas porque una vez regresara a ser él, no tendría porque seguir siendo mujer, ni engañaría ah alguien para tener una vida sexual activa como la que vivió con el sannin, entusiasmado se levantó, necesitaba, guardar todas sus ropas en sellos, bueno aún tenía las de antes también ocultas en sellos, solo tendría que hacer lo mismo con todo lo demás y llevar en su maleta, su casa de acampar y su bolsa de dormir, víveres que no pesarán, solo necesitaba comprar más alimentos, e irse, así que salió con aquella peluca blanca y sus vestidos largos y enormes, al menos estos le servirían por mientras.

El día se fue tan rápido, había conseguido la información que necesitaba, ahora sabía que su jutsu era muy persuasivo con su mirada y sonrisa cínica sin necesidad de estar desnuda como cuando era niño, había descubierto que cada tres días, viajaban personas en carruajes llevando los civiles más rápido, para su buena suerte en dos días saldría una caravana, ahora solo necesitaba esperar, ya tenía todo listo, así que solo esperaría en la casa con la comida que quedaba en el refri para así irse, lo último que guardo en sellos fue la enorme cama del sannin, y algunas ropas, le tranquilizaba olerlas. Escribió una especie de carta que dejó en la mesa, viajaría con aquella peluca puesta, hasta que llegará a su destino se la quitaría para entonces quizás su vientre estaría enorme, se acostó en su cama cantando una canción que inventó hasta que el sueño le venció.

Al día siguiente despertaba tarde, solo se levantó a desayunar de nuevo un gran banquete y regreso a dormir, para despertar solo para comer, coloco una alarma para dormir de nuevo, mañana sería el gran día.

Eran las 3 de la mañana cuando su alarma sonó, con pereza se metió a bañar, colocándose la ropa, después preparo su desayuno con lo que quedaba en el refri, para cocinar comida que almacenaría y mantendría oculta con un sello y ligeras pulsaciones de chakra para que no se echaran a perder; luego lavo todo los trastes y dejo todo limpio, y de repente pensó en llevarse más cosas, el refri, la estufa, el tanque, sartenes, ollas, platos, los muebles de la sala, la mesa con sillas, se llevó todo guardándolas en más pergaminos, con eso no tendría que preocuparse por tener una casa amueblada, agregó más cosas a la hoja que dejo en el desayunador, ya era hora de partir.

Con el jutsu de transparencia camino hasta llegar cerca de donde estaría la gente, deshizo el jutsu a una distancia prudente y se acercó, listo para pagar su viaje, al hacerlo, ya solo faltarían 15 minutos para irse, y así fue como partió de aquella aldea, esperaba que el sannin nunca le encontrara, no quería que le odiara por lo que había hecho, sin su consentimiento, aquello le preocupaba demasiado.

¿Asexual o demisexual? La historia de como Jiraiya hizo cambiar a NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora