Die Grenze zwischen Lehrer und Schüler weiter überschreiten

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Era el tercer día y ya no manchaba tanto, solo muy leve, mientras que ya no veía la necesidad de ingerir las pastillas, ya que en esos momentos no sentía dolor. Para la tarde ya no manchaba, si al día siguiente no había rastros de sangre entonces significaba que ya se había terminado, ahora solo tendría que estar pendiente de los síntomas que había tenido, como los cólicos, los pechos duros y aquellas desmedidas ganas de comer dulces. El viejo le había entregado la bolsa con las tallas nuevas de las ropas, así que la abrió sacando aquella cosa que no entendía que era.

-Ji-san, ¿Qué es esto? -pregunto sacando aquella prenda.

-Es un brassier, úsalo cuando salgas a la calle, tus pechos son más grandes y rebotan demasiado, se nota que no usas brassier y los hombres te los quedan viendo -comentó serio.

-Pero, ¿Cómo se pone? -pregunto sabiendo que lo que decía el sannin era real.

-Té explicare, quítate la blusa -dijo acercándose para luego ponerse detrás del rubio. -Ahora colócate esto así, así muy bien, los broches que miras únelos, exacto, ahora sobre tu cuerpo, gíralo hasta que esos broches de adelante pasen a tu espalda -comentó viendo que lo estaba haciendo correctamente. -Listo, ahora súbetelo, mete los brazos y acomoda tus pechos en la copa, si así -dijo viendo cómo aquel brassier resaltaba más su prominente busto.

-No me gusta, se siente incómodo -comentó intentando quitárselo hasta que lo logro. -Mucho mejor -susurró colocándose la blusa de antes.

-Solo úsalo cuando salgas a la calle -comentó despeinando su cabeza. -Bueno debo irme, estoy muy atrasado con mi nuevo libro -comentó, escuchando un vuelva pronto. Naruto se fue a acostar, durmiendo hasta que de nuevo despertó y vio como el sannin penetraba de diferente modo a una rubia. Esta vez no se quedó viendo más porque sintió su cuerpo demasiado raro.

Cuando la mañana llegó Naruto despertó sintiéndose mejor. Se fue al baño, buscando ropa de su agrado, vio que ahora ya no había restos de nada y emocionado se apuró a vestirse. Al ingresar al cuarto del sannin, sintió molestia, había una mujer, la misma a la que penetrara en la noche, y que abrazaba en ese momento.

-¡Ji-san! -exclamó molesto, viendo como el peliblanco despertaba, mientras aquella prostituta ni se movía. -Dijo que se las llevaría, lo prometió -soltó sintiendo que lloraría. -Es un idiota -gritó largándose de ahí. Ese día entrenaría solo y después iría al pueblo a pasear, al carajo tojo, ese día el tampoco cumpliría la parte de su trato.

El sannin suspiró, había sido descubierto, lo que no quería que el niño viera, lo había terminado viendo por quedarse dormido, gracias al cielo no se había corrido dentro de esa prostituta, la única rubia que había en aquel pueblo.

Se colocó él henge y despertó a la mujer, tenía que parar, solo estaba alimentando el deseo de cogerse a Naruto.

-Ey, despierta, te pagaré, vístete para que te lleve de regreso -comentó moviendo a la mujer, apenas serían las 5 de la mañana. La mujer se vistió insultando al hombre por el sueño que tenía, al final se vistió, recibió su paga y le dijo que lo esperaba de nuevo esa noche. -No volveré -dijo viendo incredulidad en la mujer que no creyó sus palabras, después de eso vendo sus ojos y la cargo para llevársela de regreso. Al regresar se dirigió al cuarto de Naruto, este no estaba, suspiró, primero dormiría lo suficiente y luego de bañarse lo buscaría, no se imaginó despertar hasta las 5 pm, para salir de su cuarto casi a las 6 buscando a la rubia, sin encontrarla, se preocupó, pronto oscurecería. Así que comió algo para salir a buscarle en los alrededores, sin encontrarle, al notar que estaba mucho más oscuro, regreso a la casa, con la esperanza de que estuviera, pero al ver vacío se fue al pueblo, maldecía ahora el que pudiese ocultar demasiado bien su chakra, cuando eran las 9:40 de la noche, lo encontró estaba riendo con aquel doctor que la miraba embelesado, observando que Naruto actuaba como lo hacía siempre, mientras comían, se acercó molesto.

-Ya es tarde Naruto, llevo horas buscándote -comentó viendo el respingar del médico.

-Regresaré cuando quiera hacerlo -comentó desafiante, para luego ignorar al hombre e intentar seguir conversando. El medico se sintió incómodo, hasta que vio como cargaba como un costal de papas a la adolescente.

-Señor, no creo que -intentó hablar.

-Usted no se meta -comentó sacando dinero para dejarlo y llevarse al rubio quien pataleaba y gritaba que le bajara, al salir de la aldea, empezó a saltar hacia la casa. Al llegar la dejo en el sillón, hizo un clon para que fuese a buscar sus hojas y materiales. -Desnúdate -ordenó viendo cómo se debatía el oji azul en hacer lo solicitado, para al final empezar a ceder. -Hazlo lento -comentó, empezando a escribir su clon, mientras él dibujaba. -Quédate así, ahora voltéate -dijo escribiendo más rápido el clon, mientras él dibujaba, estuvo así hasta que habló de nuevo. -Bájate la pantaleta -comentó viendo fijamente aquella humedad que quedaba conectado por un hilo entre la ropa y la vagina, dibujo más rápido, para hacer otro clon para que dibujara su rostro, después de una hora vio cómo se movía, al parecer no se había tocado en un buen tiempo. -Voltéate Naruto, siéntate y abre las piernas, si así, ahora mastúrbate -comentó viendo aquel sonrojo en extremo.

-Pe..., pero -intentó hablar viendo la ceja alzada del sannin.

-Hazlo, siempre lo haces delante de mí, ¿cuál es el problema ahora? -pregunto excitado. Naruto no replicó, sabiendo que aquello era cierto. Empezó a tocarse mirando al hombre, mientras este dibujaba y su clon escribía hojas tras hojas, cuando vio que se metía los dedos ahí hablo de nuevo. -No lo saques, no los muevas, necesito dibujar bien esta parte -comentó, empezando un nuevo dibujo haciéndolo muy detallado y expresivo, al terminar vio cómo se corría Naruto, solo por estar así siendo observado por él, no aguanto al ver que, a pesar de correrse, movía sus dedos. -Sigue dibujando -ordenó al otro clon que se movió para tomar su lugar, empezó a tocar sobre su ropa, sabiendo que ya estaba duro, mientras veía como aquellos ojos azules miraban su movimiento. -¿Quieres verlo? -pregunto ronco y demasiado excitado al escuchar un sí, libero su miembro, notando como los ojos de Naruto se agrandaban con curiosidad, no vasto mucho para correrse, bañando con su semen el cuerpo femenino. -Quédate así Naruto -comentó guardando su miembro, para empezar a dibujar exactamente esa escena, mientras el rubio estaba demasiado rojo, sintiendo como aquel líquido escurría a sus labios, al sentir como aquello ahora cubría estos, sin saber porque, sacó su lengua para probar y sentir su sabor, haciéndolo a posta cuando Jiraiya lo vio, este dibujo más deprisa, al ver que terminaba y dejaba aún lado, sin decirle que hacer, el oji azul empezó a tocar sus pechos y seguir metiendo y sacando sus dedos, el semen que cayera en sus pechos lo esparcía al estrujar con fuerza como el peliblanco lo hiciera, hasta que se corrió de nuevo, sintiéndose exhausto, abriendo y cerrando sus ojos en una catarsis de placer puro, viendo cómo el sannin parecía acercarse a él, ahora completamente desnudo, lo único que vio antes de quedarse dormido, fue el miembro del peliblanco, más grueso, quien cargó a Naruto para ponerle encima de su cuerpo, solo dejando que aquellos pequeños labios vaginales frotaran su falo enhiesto, mientras era dibujado por su clon junto al otro que seguía escribiendo. -Joder..., aaahhh..., realmente deseo quitarle la virginidad -susurraba para sí mismo, sintiendo como mojaba su miembro aquella vagina. Y de nuevo sintiendo que ya estaba por correrse, frotó su pene sobre el clítoris, para eyacular ahí, calmado se quedó en aquella posición hasta que sus dos clones terminaron un libro completo en tiempo récord. Empezó a limpiar la zona que manchara, para luego llevarle con amor a su cuarto, lo arropó, dejándole los demás fluidos en su cuerpo, regreso relajado para limpiar lo que había hecho y se durmió en su habitación, mañana sería un día pesado, para enseñar nuevos jutsus.

¿Asexual o demisexual? La historia de como Jiraiya hizo cambiar a NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora