32 Wochen

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Desde aquel día, Naruto no le ayudaba, desde entonces, solo le proporcionaba alimentos y sus ropas las solía lavar seguido ya que, en su estado no solía salir, llegaba la señora Mayu, para llevarle alimentos y checar su estado, esa vez no fue la excepción, a casi una semana de que cuidara al sujeto, la señora llegó.

-Bueno día Uzu, ¿Cómo estás? -pregunto ingresando cuando la mujer rubia abrió la puerta.

-Muy bien, solo que últimamente duermo más de lo usual -comentó sonriendo cerrando la puerta para sentarse en el mueble, la otra señora imitó su actuar.

-Es normal, ya tienes 32 semanas, estás a nada de dar a luz querida, bueno veamos a esos bebés -dijo para ayudar a la joven a desabrochar los botones, Naruto al no tener un brassier, se mostraban su enormes pechos, pero no le daba vergüenza estar así, ya que no era la primera vez, quedó descubierto hasta su vientre, y el rubio sabiendo lo que vendría después, al no ser la primera revisión, dejó su cabeza acostada hacia atrás, relajándose; sus ojos cerrados, sin notar el joven que salía en muletas, quien no fue notado por ninguna de las dos femeninas. Este se quedo absorto viendo aquel rostro que mostraba facciones de relajación y placer, junto a los leves sonidos de satisfacción que soltaba y al hecho de que podía ver aquellos pechos y cuando sintió sorpresa al sentir como su cuerpo reaccionaba hacia alguien que no fuese el recuerdo de la chica que aún amaba a pesar de estar muerta, huyo de ahí al notar que tenía una erección demasiada dolorosa para su gusto; encerrándose de nuevo en la recámara.

Cuando la mujer terminó, la rubia se vistió de nuevo, lista para seguir con sus deberes mientras se despedía de la señora, solicitándola ropa de caballero para su primo a quien no había logrado presentar ya que este nunca salió de su habitación.

-Hasta luego señora Mayu, gracias por venir a revisarme -comentó Uzu, abriendo la puerta de la casa para ver partir a la mujer.

-Vendré en dos días, para traer las camisas para tu primo, de ahí regresare en una semana -respondió Mayu, escuchando un de acuerdo de la oji azul.

Luego de aquello Naruto realizó lo mismo que las veces anteriores, hasta que salió el joven ya muy tarde, la oji azul se había dado cuenta sin necesidad de palabras de por medio, que no valía la pena ofrecer su ayuda si el joven no la quería, por lo que había optado comiendo sólo a veces para luego servirle la comida al hombre y sentarse a tejer o a tararear alguna melodía para sus pequeños.

-Hola -saludó el pelinegro acercándose hacia donde estaba la rubia tejiendo nuevamente y quien se sobresaltó, al sentir diferente aquel saludo.

-Hola Tob, ¿sucede algo? -pregunto consternado, deteniendo su tejido, para notar el rostro contrario fruncido.

-No, ¿porque? -pregunto a la defensiva, viendo que la atención que recibiera de aquella mujer, se esfumaba para seguir en lo suyo, siendo ignorado.

-Siento que estás actuando extraño, pero no logro identificar porque pienso eso, tú nunca me saludas cuando sales y menos sales ah acompañarme a comer mi primera comida -respondió sin notar el rostro rojo del joven pelinegro, ya que no lo había volteado a ver.

-Estás alucinando mujer -respondió Tob, sin poder olvidar el rostro que viera antes.

-Puede ser, pero realmente no es algo que me importe si vienes o no a comer conmigo; lo que me resulta curioso es que aún no te hayas ido, cuando es más que obvio que ya puedes caminar sin necesidad de las muletas - comentó la rubia levantándose con dificultad del sillón.

-Eh..., eso no es verdad... -tartamudeo avergonzado el pelinegro, sintiendo su cara arder, al ser observado por aquellos orbes.

-¡Ohh...!, ya se que sucede -exclamo sonrío la rubia, viendo las mejillas arder del hombre.

-.... -Tob sentía su corazón latir, a la expectativa de lo que dijera la voz femenina, mientras él no sabía aún porque no se iba.

-Te preocupa que pueda dar a luz en cualquier momento Tob, por eso no te has ido, descuida puedes quedarte todo lo que gustes, solo deja de fingir que no puedes caminar bien aún -comentó sonriéndole para luego encaminarse a la cocina para servir los alimentos.

¿Asexual o demisexual? La historia de como Jiraiya hizo cambiar a NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora