Die Bestätigung einer bevorstehenden Wahrheit.

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Cuando la mañana llego, despertó corriendo de inmediato hacia al baño para vomitar de nuevo, hasta que se sintió satisfecho; al orinar, vio que la toalla femenina estaba levemente manchada de adelante, y un poco más manchada de atrás, se había colocado una nueva antes de dormir, al parecer estaba enfermo junto con aquel problema femenino, suspiro dirigiéndose a su habitación a buscar su ropa, para bañarse; al terminar se colocó de nuevo una toalla, el vientre le dolía, pero era mínimo a comparación con el día anterior; se dirigió a la cocina, sentándose a comer algo de lo que ayer le había dado asco, sintiendo que sabía demasiado rico, aquella era la comida preferida de Jiraiya, y después se fue de nuevo a la habitación del sannin a dormir, no tenía ganas de nada y se sentía un poco desanimado, todo el día se la paso acostado, comiendo cuando tenía hambre, hasta que llego la noche, cuando llego el segundo día en que estaba solo, los vómitos, ascos y nauseas de los primeros dos días, ya no los sentía, no le dolía su vientre y ya no manchaba la toalla, así que fue a su habitación para colocarse aquella peluca blanca, junto al kimono que había conseguido, compraría alimentos para 7 días, realmente no quería salir pero tenia que hacerlo, al igual compro dulces y cosas que se le antojaban para comer en la semana, partió de regreso a la casa haciéndose invisible, al sentir que le seguían; sin darse cuenta, su rutina siguió del mismo modo por dos meses más, empezando a preocuparse de que los vómitos fuesen a cualquier momento, que su vientre se mirara hinchado, abrió sus ojos al sentir una revelación, recordando lo que le dijera aquel doctor hace tiempo.

-Esto es imposible, no soy mujer -susurro desnudo, dirigiéndose al espejo, para verse de cuerpo completo de perfil, fue ahí que sintió que, si eso no era un vientre de un posible embarazo, quizás tenía un tumor, por lo duro y grande que se veía. - Porque mierda me doy cuenta apenas -se fue a su habitación preocupado, buscando un vestido de los que deberían quedarle, antes de que Jiraiya le comprara sus ropas gigantes y cómodas, al encontrar uno que le quedaba según él, se lo coloco, dándose cuenta que su busto estaba más grande y que el vestido no pasaba por arriba ni por abajo, luego busco los brassier, que ni usaba para ir a comprar, ya que Jiraiya no estaba para detenerle, dándose cuenta que ninguno le quedaba. -Necesito ir al doctor -comento colocándose una de sus batas y la peluca blanca que usaba, hizo el jutsu de transparencia, hasta que se acercó a la aldea se lo quito, fue donde sabia había un médico, al menos esta vez sería una doctora por el nombre que leyó, al final resultó ser un doctor civil, cuando el hombre vio aquella mujer, no sabía qué edad podría tener.

-¿Es la primera vez que vienes? -pregunto escuchando un sí. -Ok, necesito hacer un expediente, para registro y posibles visitas, por el momento solo serian datos básicos, necesito tu nombre, edad y a qué edad te llego tu periodo menstrual por primera vez -comento mirando aquellos ojos azules, que le respondieron sin una vergüenza.

-Me llamo Naru Uzu, tengo 15 años, los cumplí apenas hace cuatro meses atrás, empecé a menstruar a los trece, soy demasiado irregular -contesto ansioso.

-Muy bien, señorita, dígame que síntomas tiene -dijo de nuevo serio, sorprendido de que se viese mucho más grande por aquellas ropas enormes y anticuadas.

-He tenido náuseas, vómitos, antojos, empezó hace dos meses, la primera vez pensé que me había enfermado, pero sigo vomitando, mi ropa no me queda y mi vientre esta duro y más grande -hablo el Uzumaki.

-Entiendo, ¿eres sexualmente activa? -pregunto el médico.

-Si, se perfectamente cuando pudo ser la concepción, solo quiero confirmar si estoy embarazado, o si es otra cosa -dijo seguro, sin temor en su respuesta, sabia de antemano que solo aquella vez lo había hecho con el sannin como normalmente lo hacían los hombres y mujeres.

-Muy bien, necesitare que te desnudes y te pongas est... -hablo hasta quedar con aquella bata en su mano, abriendo sus ojos y sonrojándose al ver a la chica, con una blusa blanca ceñida a sus pechos enormes, que solo mostraban el contorno de unos pezones, un vientre curveado y lo que confirmo que era una tanga, estaba poniéndose rojo.

¿Asexual o demisexual? La historia de como Jiraiya hizo cambiar a NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora