Herzlichen Glückwunsch, Sie werden Großeltern!

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Shikamaru, por fin había llegado a la aldea, estaba seguro que sería complicado que le dejaran irse de Konoha, por lo que había terminado pidiéndole al señor Tetsu, un acta de matrimonio con el nombre y el género de una chica, contándole al hombre el porqué, la ventaja que quizás tendría era el hecho de que ya había estado mucho antes en aquella aldea solo de paso varios meses atrás, pernotando, por lo que si mentía diciendo por qué se había terminado casando y se iba para ya no ser ninja, sería todo más real; ahora solo necesitaba saber si dirigirse con la Hokage primero o con sus padres; al final opto por los segundos, eran casi las 3 de la tarde, así que sin demora se dirigió para allá; cuando ingreso sus padres estaban sentados a punto de comer, ambos se miraban sorprendidos.

-¡Shikamaru! -exclamo su madre emocionada de ver a su hijo sano y salvo.

-Bienvenido hijo -comento su padre sonriendo.

-Permiso -respondió bostezando, estaba demasiado cansado, a pesar de todo, necesitaba hacer todo lo más rápido posible para regresar con su esposo y sus hijos.

-Siéntate, te serviré un plato, luego puedes dormir todo lo que quieras -agrego Yoshino, presurosa.

-No es necesario madre -soltó, viendo como sus dos padres lo miraban extrañados, de repente su madre mostraba una cara molesta.

-¿Qué hiciste? -pregunto la mujer acusadoramente.

-Amor, tranquila, no creo que nuestro hijo hiciera algo -hablo Shikaku para calmar a la mujer, sentía todo extraño, Shikamaru nunca le había dicho madre, mamá o mami a su esposa, y menos utilizaba el sufijo de padre con él.

-Quiero que dejes de querer juntarme con la chica de la arena -comento viendo que la mujer dejaba de mirarle mal.

-Ella es un buen partido para ti -respondió más calmada.

-Temari no me interesa -contesto molesto, su padre miraba alternadamente de uno hacia el otro, listo para intervenir de ser necesario. La mujer ahora estaba nuevamente con una cara molesta.

-¿Es este tu modo de decirme que te gustan los chicos? -pregunto mirando fijamente a su hijo para ver si cambiaba su expresión, su esposo tenía la boca abierta, el Nara sabía que no podía perder la calma. -No, corrijo, es este tu modo de decirme que te gusta Naruto Uzumaki -soltó, vislumbrando algo en el rostro de joven Nara. -¡Te escuche más de una vez Shikamaru, no tengo que decir explícitamente que! -exclamó viendo a su hijo rojo del rostro, al igual que a su esposo, Shikamaru se sentía en extremo avergonzado, pero se recompuso demasiado rápido.

-No -respondió sabiendo que era verdad aquello, pero no revelaría la verdad ahora, no cuando el rubio no pensaba regresar, se fue acercando a su madre para darle las dos hojas. -Toma -fue lo único que dijo entregándole ambos papeles, con su rostro serio, viendo como leía todo demasiado rápido y su cara se ponía más molesta.

-¡Es esto una maldita broma! -grito furiosa, sin importarle que su esposo le arrebato los papeles.

-No, si tanto te preocupaba que fuese gay y que no te diera nietos, ¡felicidades, serán abuelos! -dijo serio, abriendo sus ojos al recibir una cachetada de su madre.

-¡Yoshino! -exclamo Shikaku, sujetando a su esposa.

-Te fuiste a casar con una desconocida, que está a nada de dar a luz -grito forcejeando.

-Yo la embaracé, me acosté con ella, meses atrás cuando estuve de paso en esa aldea -soltó.

-Jejejeje, y realmente crees que esos niños son tuyos, suéltame Shikaku -volvió a decir forcejeando más fuerte.

-Era virgen cuando me acosté con ella, ahorita que estuve en esa aldea la vi, ella no me busco madre, yo fui quien lo hizo, yo fui quien insistió en casarnos, solo vine a decirles, hablaré con la Hokage para dejar de ser ninja de la aldea y me iré con ella -termino de hablar el Nara.

-¡Por dios, Shikamaru, te estas escuchando, solo te acostaste con ella una vez! -grito Yoshino Nara.

-Me gusta, la amo -dijo todo rojo del rostro, aquello enfureció a la única mujer, quien estaba por gritar más cosas.

-¿Estás seguro de lo que decidiste? -pregunto tranquilo su padre.

-Si -contesto sin dudarlo Shikamaru.

-Tienes mi bendición, y espero conocer a mi nuera y nietos -respondió sonriendo el hombre.

-Shikaku que carajo dic... -la mujer quedo lapso en los brazos de su marido, ya que este la había noqueado.

-Aun es temprano, puedes ir a hablar con la Hokage, en aquel cajón esta el sello del clan, con ese no deberás tener problema para que sepan que acepte tu petición, tu madre ahorita esta histérica, pero tarde o temprano terminara aceptando lo que decidiste -dijo sonriendo a su único hijo para cargar a su esposa.

-Padre -soltó Shikamaru, viendo al hombre que hizo un movimiento extraño.

-Shikamaru, no me digas así, ni a tu madre; es extraño, toda tu vida nos has llamado por nuestros nombres y sobre lo que dijo Yoshino, si estabas enamorado de Naruto o de cualquier otro chico, realmente aun seguirías siendo mi hijo, tienes la edad suficiente para tomar tus propias decisiones, sean buenas o malas, estas te servirán para crecer, antes de que te vayas con la Hokage, checa que te puedes llevar que te sirva, estoy seguro que te urge irte, llegaste en muy corto tiempo, subiré a dejar a tu mamá en la recamara, dame tiempo y te acompaño con la Quinta -comento, decidido a apoyar a su hijo y darle también dinero.

-Gracias Shikaku -respondió sonriendo, su mejilla se miraba levemente hinchada.

-Mientras ponte ungüento en el golpe -agrego, a mitad de las escaleras.

Shikamaru, hizo lo mencionado e ingreso a su habitación, buscando lo que se llevaría, con cuidado abrió una tabla debajo de su buro que movió, empezando a sacar sus ahorros, junto a los miles de fotos que tenia de Naruto solo o en las que estaba el con el rubio, sonrió con amor, guardando todo; saco otras prendas que nunca había usado y que tenían el logo del clan, ahora solo necesitaba irse a ver a la Hokage. Cuando llego abajo su padre ya estaba esperándole.

-Toma -le dijo Shikaku, entregándole una bolsa, extrañado lo abrió Shikamaru, abriendo sus ojos por su contenido.

-No es necesario -hablo, entregándole la bolsa de vuelta.

-Lo necesitas, quizás Yoshino no leyó bien el documento, pero dos pequeños conllevaran mas gastos -comento, para luego ponerse serio. -Shikamaru, espero que no estes con esa chica solo porque se parezca a Naruto -agrego, notando la sorpresa de su hijo, luego le devolvió las dos hojas, el joven Nara, leyó la primera hoja detenidamente, dándose cuenta porque su padre mencionaba aquello.

-No -fue todo lo que dijo, no deseaba mentirle a su padre, esperaba hablar con la verdad más adelante. -Una vez nos asentemos, les escribiré -respondió sonriendo, recibiendo una sonrisa devuelta.

-Me parece bien, vamos, antes de que tu madre despierte y logre liberarse -externo un poco preocupado, para ver a su hijo con la ceja alzada, el Nara, no pregunto nada más a pesar de estar intrigado por aquella respuesta, arriba su madre estaba con esposas en manos y tobillos, sujetada completamente a la cama. Salieron de ahí rumbo a la torre, apenas serían las 4 de la tarde.

¿Asexual o demisexual? La historia de como Jiraiya hizo cambiar a NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora