Selbsttäuschung

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Desde ese día, el pelinegro era un poco más amable, atento, ganándose la confianza de Naruto, quien empezó a verlo como un amigo, Mayu le había llevado lo solicitado, tres días después, mientras que Tob, le ayudaba ahora en todo, cuidándole con dedicación, comprando cada cosa que se le antojara a la rubia y cocinándole.

El pelinegro cada vez deseaba más a la oji azul, quien le regalaba sonrisas amables, sinceras, cada día se deleitaba al escucharla hablar a sus hijos, él había olvidado momentáneamente lo demás, disfrutando su compañía, de la mujer, hasta que un día, cuando ya tenía treinta y tres semana, y la rubia lloraba porque había muerto aquel señor que visitaba, Tob le abrazaba consolándole, no aguantó al mirar sus ojos, calmándole para que se tranquilizará, recibiendo aquella sonrisa que le encantaba y se atrevió a unir sus labios, sintiendo como era separado.

-Gracias por consolarme, pero disculpa Tob, no era mi intención que pensaras otra cosa -comentó ejerciendo fuerza para separarse de aquel fuerte agarre, se iría a su habitación a descansar, estaba cansado por el funeral.

-No, yo lo siento -respondió el pelinegro, haciendo girar sus ojos, hasta que la metió en un genjutsu, sin que pudiese hacer nada Naruto.

-Amor, te extrañe -dijo sonriendo el Uzumaki, mientras acariciaba el rostro del pelinegro para luego rodear sus brazos al cuello y unir sus labios con amor, Tob correspondió aquel beso, hasta que los volvió fogosos.

-Te deseo demasiado -susurró el pelinegro, besando el cuello, escuchando los jadeos. -(Después de esto podré irme, solo necesito tomarla una vez para poder irme) -pensaba el oji negro, para luego ver como la rubia desesperada sacaba su miembro erguido para devorarlo. -Dios, aaahhh...  -jadeó cerrando sus ojos al notar lo excitado que estaba al tener aquella fantasía hecha realidad, mientras veía absorto como sacaba sus pechos para masturbarle, hasta que se termino de correr.

Cuando vio a la mujer embarazada cubierta con su esencia se volvió a erguir, desnudándola para invadirla, aquella fue la primera vez que la hizo suya, pero no fue la última, la tenía metida en una ilusión, entregándose a quien fuese su pareja, con amor y pasión desenfrenada. Hasta que una semana después estando a nada de hacerle el amor, después de meterla en una ilusión como venia haciéndolo, desde que comenzara, la oji azul empezó a tener contracciones.

-¡Aaayyy! -gritó la rubia, aún metida en un genjutsu. -¡Amorrr creo que ya vienen, aaayyy! -exclamo Naruto sintiendo temor al notar que había roto aguas.

-¿Que hago? -pregunto alterado el pelinegro empezando a vestirse, con miedo de que le pasará algo a la mujer.

-Aaayyy, trae toallas limpias, agua tibia, algo para cortar los cordones, aaayyy, rápido -hablo el Uzumaki sintiendo cada vez más fuerte las contracciones, el sudor se deslizaba por su rostro, el pelinegro aún seguía ido. -Aaayyy, Amor apúrate -gritó el oji azul, viendo que por fin se movía, jalo las sábanas para tirarlas en el suelo, y se sentó en cuclillas, para pujar. -Aaaaayyyyy -exclamó expulsando medio cuerpo, aquello le preocupó a Naruto al visualizar el cordón alrededor de su cuello, que con cuidado metió sus manos, para sentir de nuevo otra contracción, pujando más fuerte. -Aaaaaayyyyyyyy -exclamó agarrando aquel pequeño cuerpo para desenrollar el cordón y escuchar el llanto de su niño.

-Buuuah -lloraba un pequeño bebé.

En ese momento ingresaba el oji negro con las cosas.

-Uzu, ¿estas bien? -pregunto arrodillándose hacia la joven que estaba desnuda aún quejándose.

-Estoy cansado, corta el cordón y lava su cuerpo con el agua tibia, con mucho cuidado, no mojes su cordón umbilical después enróllalo para que se mantenga en calor, aaayyy, en lo que viene el otro, aaayyy -jadeaba sintiendo de nuevo los dolores, viendo la incredulidad en aquella mirada. -Reacciona amor -exclamó Naruto, viendo por fin movimiento.

¿Asexual o demisexual? La historia de como Jiraiya hizo cambiar a NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora