Der Verlust der Unschuld

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-Aaahhh... -escuchaba jadeos y gemidos, abriendo sus ojos al ver al sannin desnudo mientras metía su miembro en la vagina de una mujer.

-Aaahhh..., aaahhh... -escucho que aquellos jadeos salían de la voz del peli blanco, viendo como sacaba su pene, y se liberaba en el piso, en donde al parecer había descargas de semen, de sus corridas anteriores, sin embargo después de liberar lo que ahora sabia era aquello por lo explicado del doctor, vio como de nuevo estaba duro aquel falo, que se frotaba en la mujer.

-Todavía no estas satisfecho -escucho Naruto de aquella voz femenina, mientras solo veía lo que eran al parecer cabellos rubios.

-No -gruño molesto.

-Ya llevas 4 veces, con esta será la quinta, ¿tienes el suficiente dinero? -pregunto intentando voltear, pero el hombre la detuvo.

-Si -comento cerrando sus ojos.

-Ok -respondió. -Aaahhh... -gimió, fuerte aquella voz. Naruto se regresó a su habitación, desconcertado de lo que había visto y oído, procesando lo más que podía su mente infantil; sin escuchar como el sannin le decía que dijese su nombre como lo hacía Naruto, mientras la penetraba diciendo el sannin, el de su pupilo.

Cuando al fin se quedó satisfecho, el hombre pago a la prostituta rubia y la llevo de regreso, al regresar limpio el desastre que había hecho, pronto serían casi las 4 de la mañana, estaba por retirarse a descansar, cuando un cuerpo impactó con él, lo sujeto antes de que se callera.

-Lo siento -comentó la voz de Naruto, bostezando.

-¿Te sientes mal? -pregunto al sentir la piel caliente.

-Tengo frío y me duele -castañeo. -Solo necesito agua para la medicina -dijo, intentando dirigirse a buscar el agua, pero el sannin lo cargo, llevándolo a su habitación.

-Iré por ella -hablo después de dejar a la rubia en la cama, al regresar le pasó el vaso y la medicina, que se tomó el oji azul de inmediato.

-Gracias Ji-san -respondió temblando, mientras cerraba sus ojos nuevamente, su cuerpo estaba luchando como si fuese una infección el que estuviese menstruando, a pesar de que no era realmente una mujer, sino de que estaba usando solo un jutsu, para parecer una, ya que en realidad era un varón.

Jiraiya preocupado se quedó velando su estado. Hasta que llegó la mañana, tranquilo de que la rubia ya no temblara. Se sentía cansado, así que cuando vio aquellos ojos abrirse sonreírle como si no hubiese hecho nada, a pesar de ver cómo las mordidas y chupones que le había hecho, no habían desaparecido con el poder del kyubi. Se relajó.

-Buenos días Ji-san -comentó Naruto.

-Buenos días Naruto, iré a dormir, si te sientes muy mal, despiértame -comentó acariciando la cabeza, le encantaba ver las marcas que le había hecho en su cuerpo, que solo hasta ahorita él era el único quien lo había tocado.

-De acuerdo -comentó sonriendo, disfrutando aquella caricia.

Cuando Jiraiya llegó a su habitación, vio la bolsa con las ropas, más tarde las iría a cambiar. Naruto aprovecharía a comprar una buena cantidad de aquellas toallas, se bañó y busco lo que se pondría al menos aquel vestido ceñido al busto no era tan llamativo, la ropa que le había comprado el sannin tenía prendas un poco más normales, muy pocas hogareñas. Así que calentó lo que había guardado de alimentos para desayunar y se puso un henge para que su cabello rubio se mirara blanco. Salió para dirigirse hacia la farmacia y compro muchos de aquellos paquetes con el dinero que le daba el sannin, el que nunca se gastaba porque al final terminaba comprándole lo que él quería, en ningún momento recordó las mordidas y chupones de su cuello y los que iban hacia el cimiento de sus pechos, así que ignoro los cuchicheos de todas esas personas, para irse a comprar despensa para por lo menos 5 días, con el dinero que dejaba el sannin destinado exclusivamente para los víveres. Cuando empezó a caminar hacia fuera del pueblo, sintió que le seguían, así que bajo sus cosas para golpear a la persona que había intentado taparle la boca, arrojándolo hasta impactar contra un árbol.

-¡Auch! -exclamó aquel viejo quedando inconsciente.

-Maldita zorra -exclamo un hombre mientras otro se acercaba al mismo tiempo para atacarle juntos, al igual que al primero les pego en los testículos para impactarlos contra los árboles, viendo cómo quedaban inconscientes.

-Imbéciles -susurró molesto, aprovechando a guardar las toallas en un pergamino, recogió lo demás y decidió saltar por los árboles, al llegar a la casa, guardó todo en aquel refrigerador y empezó a lavar la ropa, al terminar empezó a cocinar, ya pronto serían las 2 de la tarde y el peliblanco aún no despertaba, empezaba a sentirse cansado, así que dejo la comida para entrar a su habitación, tomo la medicina y cambio aquel paquete sucio por uno nuevo, se acostó quedando dormido.

Jiraiya despertó cuando él hambre que sentía era demasiada, así que bostezando se dirigió a la cocina, sonriendo al ver que Naruto había hecho la comida. Vio la hora, serían las 5 de la tarde, así que fue a ver cómo estaba el rubio, al ingresar esté dormía con la boca entre abierta, sin pensar en su actuar acercó sus labios, mordiendo ligeramente aquellos labios que sabían deliciosos, dejo de hacerlo al darse cuenta que de nuevo se excitaba.

-Que carajo me sucede -susurró, pasando su mano por su cara. -Naruto, despierta hay que comer, luego puedes seguir descansando -comentó acariciando con cariño su rostro, hasta que el oji azul despertó regalándole una sonrisa. -Vamos, despabílate, serviré la comida mientras -comentó, yéndose de ahí. El Uzumaki hizo lo solicitado bostezando, fue a orinar para ver qué necesitaba cambiarse de toalla, apenas sería el segundo día con aquel detalle femenino. Salió de la habitación para sentarse a comer con el adulto. -Terminando descansa, saldré a cambiar la ropa y es muy probable que regrese tarde, no salgas de la habitación -comentó escuchando un de acuerdo. Y así fue como el adulto se fue, haciendo lo mismo que el día anterior en la noche, Naruto había terminado viendo de nuevo cómo entraba en aquel lugar el miembro del sannin, escuchando los jadeos de placer del peliblanco, huyendo con temor a su habitación sin escuchar su nombre.

¿Asexual o demisexual? La historia de como Jiraiya hizo cambiar a NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora