Capítulo 29

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- Si te detienes ahora... procura... procura no desatarme nunca — Dijo Dani entre gemidos sorprendida de que aún le salieran las palabras.

- ¿Qué pasara si me detengo? — Pregunto Mary con una sonrisa maliciosa en su rostro mientras detenía sus embestidas.

- ¡Te voy a matar! — Grito Dani con frustración.

- Tranquila no hay que ponerse agresiva — Dijo Mary reanudando su movimiento y ahora con más ímpetu.

- Si, así... más, mas, mmm... más rápido — Pedía Dani mientras sus gemidos se escuchaban por todo el lugar.

Dani no entendía que pasaba, por momento sentía que se desmayaría, pero no le importaba, necesitaba más, Mary estaba haciendo lo que quisiera con ella y le encantaba, tuvo que desatar sus piernas después de un tiempo para tener más comodidad.

Agradecía que estuvieran en aquella casa y no en la otra, porque había gemido, gritado y dicho cosas que seguro en situaciones normales no diría, sus brazos estaban dormidos por estar tanto rato en la misma posición además de la fuerza que hacía por momentos, Mary estaba sobre ella, tenía un arnés puesto y embestía con rapidez a su novia.

Dani rodeo con sus piernas a Mary, para aferrarse más a ella cuando sentía que llegaría al orgasmo nuevamente, sobre ella su novia se movía tan rápido como ella se lo permitía, la miro a los ojos, Mary estaba sudada y despeina, sus labios estaban entre abiertos pero formaron una sonrisa al momento en que sus miradas se cruzaron y aquello fue el punto de quiebre para Dani, cerro los ojos con fuerza sintiendo como su cuerpo llegaba por sabrá Dios cuantas veces al orgasmo, levanto su cadera de manera involuntaria mientras un gran gemido se escapó por sus labios a la par que de sus ojos salían lágrimas de placer, tardo unos segundos para soltar sus piernas del cuerpo de Mary, temblaba y cuando esta salió de ella no pudo evitar gemir por la sensación.

- ¿Quieres más? — Pregunto Mary mientras se levantaba de la cama y se quitaba el arnés.

- Te odio — Dijo Dani mientras trataba de recobrar la compostura.

- Para mí eso es un si — Dijo Mary sin dejar de sonreír.

- Quítame esto — Dijo tratando de mover sus brazos sin éxito.

- Uno más.

- No puedo más — Dijo Dani.

- ¿Segura? — Pregunto Mary parándose a su lado, paso su mano desde el tobillo hasta la parte interior de su muslo, haciéndola temblar.

- Para... — Pidio, pero aquello parecía más una invitación a continuar.

- ¿Me detengo? — Pregunto acercando más la mano hasta la parte intima de su novia.

- Mary...

- Mírame a los ojos y dime que me detenga —  Dijo subiéndose a la cama nuevamente mientras separaba sus piernas, la miro unos segundos — Eso pensé.

- ¿Qué diablos me diste? — Pregunto Dani sintiendo como Mary lentamente acercaba su rostro a su intimidad.

Quería sentir vergüenza ya que sabía que su humedad era ridícula, incluso la sabana estaba algo húmeda producto de uno de sus orgasmos, pero no, no era así, no sabía si podría aguantar más pero no quería que Mary se detuviera, por más que quisiera negarlo estaba disfrutando demasiado aquello y sabía que su novia también, y sabía tambien que por más dominante que quisiera parecer la estaba cuidando y se aseguraba que estuviera lo más cómoda posible.

Sin importarle nada Mary se hundió en la intimidad de su novia, beso, lamio y chupo a libertad, Dani trato de contenerse, de aguantar, pero su cuerpo ya estaba en su límite, su cuerpo tembló al sentir otro orgasmo recorrerlo, Mary se separó de ella y se extendió para tomar algo de la mesa de noche, se colocó sobre ella colocando un vibrador entre ambas, bastando solo unos minutos para que llegar ella también llegar al clímax.

¿Para siempre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora