Capítulo 17

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En una mesa un tanto alejada de la cafetería parcialmente vacía del hospital, se encontraban tres mujeres, dos de ellas escuchando el lamento de una que ha sufrido años de maltrato, la mujer desesperada por ser escuchada fue capaz de abrirle su corazón a dos extrañas, dos extrañas que la ayudaron y defendieron sin conocerla, se sintió protegida por primera vez en años.

En voz baja le conto como había soportado todo aquello por su hijo, porque tenia miedo de que lo lastimara a el también, cosa que hizo a pesar de todo, el daño psicológico que creaba en su hijo al ponerle todas aquellas presiones y molestarse con el si lo hacia mal, por eso cuando años atrás descubrió que su hijo consumía drogas prefirió callarlo para evitar una desgracia.

Lo que nunca pensó era que su hijo se volvería dependiente de las drogas, siempre pensó que sería como su hermana, fumaba bastante era cierto, pero eso nunca le había limitado nada en la vida, al contrario, vivía bastante bien, o eso creía ella, debió admitir que no había hablado con ella en años, ni siquiera recordaba cuantos, su hermana no soportaba a su esposo y nunca lo oculto.

- ¿Aparte de nosotras hay alguien que fuera testigo de los abusos de tu esposo hacia ti? — Le pregunto Amy.

- Alguno que otro empleado de la casa y talvez alguno de sus amigos — Respondió la mujer a la cual su café se le había enfriado sin siquiera haberlo probado.

- Podemos usar eso a tu favor, con el testimonio de esas personas podemos reforzar el caso — Le explico Amy.

- ¿Caso? — Pregunto la mujer sin entender.

- Si, ¿Piensas demandarlo cierto? — Pregunto Amy con cautela, la mujer rio con amargura.

- Eso es imposible — Dijo ella con tristeza — Tiene demasiado poder, comprara a cualquier juez que le asignen — Dijo con pesar — Además no puedo pagar un abogado, todas nuestras cuentas están compartidas, no puedo hacer un movimiento sin consultárselo, si lo hago creo que imaginan cual sería el resultado — Suspiro — Solo tengo una cuenta que el no conoce y no puedo tocarla.

- No te estoy cobrando — Dijo Amy.

- Disculpa, pero no estoy entendiendo — Le dijo la mujer.

- Creo que no nos hemos presentado formalmente Chelsea — Dijo Amy — Mi nombre es Amy Becher y soy abogada.

- Y de las buenas — Agrego Jen que jugaba con su café el cual solo probo una vez y no le gusto.

- Deja de jugar con eso que lo vas a tirar — Regaño Amy a su esposa que hizo un puchero — Como te decía Chelsea, soy abogada y estoy dispuesta a ayudarte.

- No puedo aceptar eso — Se negó Chelsea.

- Escucha no puedes seguir así — Le dijo Amy bastante seria — Tu silencio puede costarte la vida, tu hijo que permíteme recordarte acaba de salir de un coma y esta luchando con una adicción te necesita, no le falles.

- Ustedes no entienden — Dijo Chelsea negando — Aunque lo enfrente, ese hombre tiene demasiado poder, conoce demasiadas personas, si siquiera lo intento, cuando todo termine me va a matar, lo se porque ya me lo ha dicho.

- Eso no va a pasar — Dijo Jen.

- El no volverá hacerte daño — Le aseguro Amy.

- ¿Cómo puedes estar tan segura de ello? — Pregunto Chelsea.

- Esto sabe a agua de tierra — Dijo Jen mientras se separaba el vaso de la boca haciendo una mueca.

- Te diste cuenta de eso cuando lo probaste la primera vez — Dijo Amy — Dame el vaso — Se lo quito de las manos.

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