❛Dios mío, señor, sálvame❜.
Los labios de Zael estaban hechos una línea totalmente recta.
Estaba todo encogidito en el sillón pretendiendo hacerse chiquito e invisible.Tenía las manos metidas entre sus muslos. Sus ojos plomitos se le veían asustados, tenía toda la cara roja y parecía ser una simple olla presión.
Buscaba con la mirada un lugar en esa oficina en el que pudiera esconderse del mundo exterior.
—Qué aquí calor hace, ¿no? —murmuró entre medio de una risita abochornada.
Su hermano mayor y su sobrino, Jorge y YoonGi, estaban de pie frente a él con los ojos puestos sobre la pantalla de un celular. Los dos con la boca abiertota mientras ven el video que se reproducía.
La mandíbula de Jorge ya estaba a un pelo de tocar el piso y los ojos a nada de salirse de su órbita. YoonGi estaba casi igual, pero con una sonrisa congelada en la cara.
Y él, que no tenía palabras coherentes que decir, se fue resbalando lentamente del sillón hasta que quedó todo desparramadote sobre el piso.
Su intención fue escabullirse, huir y esconderse de la futura y muy segura regañiza que Jorge le iba a dar, tanto como jefe y hermano nayor.
—Ven aquí, Min Zael.
—¡Aaaaaaaay!
Bueno, su intento de fuga no dio frutos y acabó siendo atrapado por Jorge. Éste le dio el celular a YoonGi y de inmediato fue detrás de él para agarrarlo de los costados y cargarlo sin esfuerzo alguno para levantarlo del piso.
Jorge agarró la compresa fría que estaba sobre la mesita, a él lo agarró de la oreja y comenzó a darla una sarta de regaños mientras lo golpea furioso con la compresa.
Oh, por supuesto, ¡contexto!: Pues nada, que resulta que gatito sin correa es de quien lo vea y como GiYoon, la noche anterior, se había ido a follar con el hermano de su tonto amorcito cruel, no quedó nadie que lo vigilara.
Entonces se puso el doble de borracho, tomó hasta el culo y se puso tan perdido que empezó a coquetear con todos los hombres que se le acercaron a hablarle.
Además, se le dio por actuar como un puto stripper y a medio mundo le bailó (uno tuvo la fortuna de que él se le subiera encima mientras se desabrochaba la camisa).
Fue tanto el espectáculo que hizo que al final toda la gente del club formó un círculo a su alrededor y muchos se agarraron a golpes por ver quién se iba con él.
Y para cerrar con broche de oro, que se acerca a los gemelos Park y que besuquea al equivocado; al tal ojitos locos que un buen arrimón sí le dio apenas YajaTzael se perdió.
—¡Ay! ¡Ay! ¡Aaaaay!
—¡Te he dicho muchas veces que no tomes sin supervisión!
—¡Pero Gi estuvo conmigo!
—¡Supervisión que no te dé cuerda!
—Pero no me hables así, ¿sí?
Jorge negó con mil y un canas de color creciendo de su cabello. Cansado y estresado se dejó caer sentado en su silla giratoria, echándose un suspiro cargado.
Zael se le sentó en las piernas y se le rompió a llorar, tratando de explicarle entre lágrimas siendo que no se le da hablar y llorar al mismo tiempo. Por lo que Jorge no terminó entendiendo nada.
Y YoonGi estaba verdaderamente afanado viendo el video una y otra y otra vez mientras se toma su café con una sonrisa congelada.
Los ojos estaban que se le salían de la emoción.—Ser un bailarín exótico te dejaría mucho dinero, ¿sabes, tío? —comentó sin parpadear—. Hombre, yo sí te andaba pagando por un privado.
—Óyeme —Jorge lo regañó—. Dame ese celular ya.
—Yo sólo quería que YajaTzaelly me prestara atención y-y que saltara sobre todos como perro marcando territorio —lloró Zael a moco tendido, con la voz quebrada—. Y resulta que solamente se fue y yo me terminé besuqueando al gemelo.
—¿Y qué tal besa?
—Muuuuy bien —rió entre lágrimas—. Te da unos mordicos que... Ése no es el punto.
YoonGi no rodó, YoonGi recorrió los ojos en cuanto su tío se puso a hablar de YajaTzael como si ese infeliz fuese la última Coca Cola del desierto.
Chasqueando la lengua se fue a sentar frente al gran escritorio de su papá, para darle un buen ojo juzgón a su tío por estar llorándole a un tipo que él no sabe ni qué le vio.
Su tío habla de ese demonio como si tal fuese quien pone las estrellas en el cielo.
¡Já! Será quien pone las llamas en el infierno más bien.—Es que tú también, tío, de quién te fuiste a enamorar —renegó—; de un bipolar, histérico, gruñón, dramático, anciano, puto, infeliz.
—Pe-pero e-es que es bien lindo —Zael dijo a voz rota mientras su hermano le hace cariñitos en el cabello.
—Ay, porrrrr favor, lo único lindo que tiene ese anciano es la verga...
Puta. Ya la cagó, ¿verdad?
Se iba a retractar por su maldita boca suelta y lengua larga, porque nada más no aprende.
Sin embargo, ese par de en frente ya había puesto los ojos sobre él.—¿Qué? —su papá soltó.
—¿Qué? —su tío también soltó.
—¿Qué? —él también soltó haciéndose el desentendido.
—¿Qué dijiste? —lo interrogó su papá alzándose de cejas.
—¿De qué o qué? —volvió a hacerse el desentendido.
—¿A caso tú y él...? Olvídalo, lo suponía.
—¡Eeeeeeew! ¡Ni en mis peores drogas podría coger con ese sarnoso! —Saltó a su defensa, levantándose de la silla nuy ofendido.
Hasta un terrible escalofrío lo atacó ante la sola idea de tener un bromance con el anciano de YajaTzael. Algo así no se dio ni en sus peores borracheras.
Aunque, claro, sabía ciertas cosas porque YajaTzael fue su mejor amigo durante años y entonces llegaron a hacer muchas cosas juntos, como bañarse y dormir. Pero nada más.
—¿Saben qué? El único con el suficiente mal gusto como para poner los ojos sobre ese anciano dramático, es mi tío —alegó antes de agarrar sus carpetas—. Ahora, si me disculpan, voy a reanudar mi trabajo porque estoy en una empresa explotadora con un jefe negrero.
—Pero...
—¡Adiós!
Parpadeando cientos de veces Zael se sorbió la nariz con ayuda de un pañuelo desechable que su hermano le regaló.
Los dos vieron a YoonGi salir de esa oficina hablando entredientes sabrá Dios qué cosas.
—Sospechoso.
—Demasiado sospechoso.
ESTÁS LEYENDO
❝Don celos se enɑmoró del señor coqueto❞ (ʏᴏᴏɴᴍɪɴ/ʏᴀᴢᴀᴇʟ).
Fanfiction¿Qué se podíɑ decir? Un hombre de treintɑ y cinco ɑños estɑbɑ en unɑ relɑción con un mocoso de veinte que resultó ser mάs extrovertido e inquieto de lo que ɑ él pudo hɑberle gustɑdo. Teníɑn opiniones y gustos diferentes, nuncɑ estɑbɑn de ɑcuerdo en...