—¿Y-y a dónde te irás o qué? —quiso saber JiMin luego de limpiarse la nariz con la manga de su abrigo, sentado en la orilla de la cama mientras observa a YoonGi con ojos tristones.
—No lo sé. Lo más probable es que me vaya a un hotel —YoonGi le respondió sin prestarle mucha atención, pues se encontraba terminando de hacer una maleta—. Y yo creo que tú deberías regresar con tu papá.
—¿Por qué no mejor me dices que tienes otro y ya?
—Ay, por favor, ¡no digas estupideces! —gritó al enderezarse y aventar la maleta ya cerrada al piso.
JiMin se sobresaltó por su repentino cambio de voz de una relajada a gritos solamente, y no dijo nada cuando él lo agarró del brazo y furioso lo hizo levantarse de la cama.
— ¡¿En qué momento de mi vida podría ponerte el cuerno?! —le gritó en la cara— ¡¿Cuando estoy el noventa por ciento del día encerrado en una puta oficina o cuando estoy el diez por ciento buscándote en clubes y bares?!
—¡Estás lastimándome! ¡Basta ya! —fue lo único que JiMin dijo, tratando de zafarse de sus fuertes y groseros agarres.
Él entonces lo soltó, pero habiéndolo empujando de forma violenta contra la cama. JiMin rebotó sobre el colchón sin querer salir de ella, se quedó ahí con él en frente.
—¡Estoy cansado, JiMin! ¡Esa es toda la puta verdad! —confesó alterado, explotando finalmente—. ¡Estoy cansado de todas las mierdas que haces!
—¡¿Cansado?! —JiMin espetó cuando se levantó de la cama con el ceño fruncido y lo encaró—. ¡Tú sabías a lo que te metías cuando decidiste tener una relación conmigo!
—¡Pues fíjate que no! ¡No lo sabía! —sinceró—. ¡Supuse que sería complicado, pero no así de difícil!
—¡¿Y qué quieres decirme entonces?! ¡¿Que ya no me toleras?! ¡¿Qué ya no me aguantas?! ¡¿Eh?!
—¡Sí! ¡Mierda, sí!
JiMin entreabrió la boca sin palabras, atónito se volvió a sentar a la orilla de la cama mientras su mirada se pierde y al mismo tiempo se llena de lágrimas.
Por su parte, YoonGi suspiró totalmente cansado, con un puto peso en los hombros que no lo deja estar en paz.
—Genial, ahora me van a cancelar por esto —. Se acarició el puente de la nariz, negando.
—¿Tú ya no... ya no me amas? —JiMin le preguntó en un hilo de voz—. ¿Es eso?
Él volvió a suspirar, porque a veces olvida que JiMin es un hijo de papi que no está acostumbrado a que le griten o lo regañen porque, cuando sucede, se pone a preguntar cosas como esas.
—Te amo —respondió—, pero hay cosas que el amor no puede tolerar.
—¡Es que tú también, YoonGi! —lo atacó JiMin entre sollozos, levantándose de la cama—. ¡Que a ti no te guste salir no significa que a mí tampoco debería de gustarme!
—Ese nunca ha sido el puto problema contigo —negó.
—¡¿Y entonces?!
—¡El problema es que eres un jodido egoísta de mierda que se la pasa pensando sólo en sí mismo y nunca en los demás! ¡Ese es todo el problema! —alegó en voz alta, frustrado—. ¡Por Dios, JiMin, entiendo que estés en la etapa de sólo fiestas, rumba y alcohol, pero hay límites! ¡¿A caso crees que a mí me gusta ver cómo sales todas las noches y regresas al día siguiente cayéndote de borracho?!
Maldita sea, tan frustrado y estresado se encaminó hacia el centro de la habitación. Se aflojó el nudo de la corbata porque sentía que se asfixiaba de la presión.
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❝Don celos se enɑmoró del señor coqueto❞ (ʏᴏᴏɴᴍɪɴ/ʏᴀᴢᴀᴇʟ).
Fanfiction¿Qué se podíɑ decir? Un hombre de treintɑ y cinco ɑños estɑbɑ en unɑ relɑción con un mocoso de veinte que resultó ser mάs extrovertido e inquieto de lo que ɑ él pudo hɑberle gustɑdo. Teníɑn opiniones y gustos diferentes, nuncɑ estɑbɑn de ɑcuerdo en...