—¿Y tú a quién vas a llevar como pareja? —JiMin le preguntó a su primo, TaeHyung.
—¿Vas a llevar a alguien como pareja, bebé? —JimDae tomó asiento al lado de su hijo con un mohín en los labios, acomodándose los lentes—. ¿Y por qué no vas solito?
—No quiero ir solo —negó TaeHyung ido en su helado de chocolate—. Además, ya invité a HoSeok-Hyungie.
—¿Y quién es ese o qué? —quiso saber JimDae, sonando con recelo, pero siempre manteniendo el mohín en los labios.
—Es el chico con el que estoy saliendo, papi —comentó TaeHyung—. Posiblemente seamos novios pronto.
JimDae abrió inmediatamente la boca luego de escuchar tremenda bomba. Quiso decir algo respecto al tema, pero la verdad es que no supo digerir que su bebé pronto tendría novio.
Al final decidió cerrar la boca, ponerse de pie e irse hasta donde sus hermanos estaban haciendo el comedor para pronto cenar.
Abrazó a YajaTzael y entonces se echó a llorar con la cara de Adonis entre el cuello de su hermanito el terreneitor tres mil.
—Pensé que ya se lo habías dicho —murmuró JiMin observando a su tío mayor llorar en brazos de su papi.
—Se lo iba a decir estando en la boda, pero surgió el momento. —TaeHyung se mordió el labio conmovido por la sensibilidad de su papi—. Él estará bien. Hablaré con él camino a casa.
JiMin asintió y justo con JimSi continuó eligiendo el traje de novio que iba a usar en su boda, que sería en dos días.
¿Y por qué tan pronto? Pues resulta que el señor amargado no quiere nada grande ni muy llamativo. Quiere que todo sea íntimo; sólo la familia y amigos más cercanos.
Tampoco quiere que se haga largo la boda y prefiere que sea lo más pronto posible, algo en lo que JiMin estaba más que de acuerdo.
—¡Librito de bolsillo! —DaeYang gritó mientras camina rápidamente hasta ellos en el centro del salón—. ¡Librito de bolsillo!
—Paaaaaapi —JimSi sonrió bien cómodo en el piso, sobre unos cojines.
—¿Tú también llevarás a alguien a la boda de tu primo? —le preguntó su papi arrodillándose a su lado, inquieto e impaciente—. ¿Verdad que tú no, mi librito de bolsillo?
—Ay, claro que sí, papi —soltó una risita con la vista puesta en su tableta.
—Pero...
—Y más te vale que te portes bien o JimSi te aplica la ley del hielo —asintió firmemente.
—¡No! —su papi el ojitos locos sentenció agitado—. ¡Tú no puedes llevar a nadie!
El pequeño JimSi volteó sus ojitos. No le prestó al drama de su bonito papi ni aunque éste lo estuviera jaloneando del bracito. Él sólo se limitó a seguir con su tableta.
En cuanto a JiMin, él se levantó del piso aprovechando que había visto a su papá salir al jardín por algunas legumbres en el huerto.
Él lo siguió y, antes de que su papá entrara al huerto, él lo abrazó por detrás sorpresivamente. Hizo que su papi le gritara hasta en francés por el susto que le metió.
—¡Papi! —se carcajeó negándose a soltar a YajaTzael de como lo tenía abrazado fuertemente.
—¡Maldito enano de mierda, no me andes dando esos sustos! —le gritó YajaTzael sujetándose de uno de los pilares con el corazón en la mano—. ¡¿No ves que soy asmático?! ¡¿Quieres matarme?!
—¡Papi!
Entre risitas liberó finalmente a YajaTzael de su potente agarre, para ponérsele en frente y alzar sus brazos pidiendo con esto ser cargado.
YajaTzael retorció sus ojitos virginales. Se puso a refunfuñar y aun así lo cargó. Él entonces sonrió feliz y le plantó cientos de piquitos en la boca.
—¿Ya lo pensaste? —preguntó con un pucherito, acariciándole el cabello negro.
Como respuesta, YajaTzael volvió a retorcer los ojos con un jodido coraje atorado en la garganta, porque todavía no termina de asimilar que su chaparrito bonito cosito precioso se va a casar.
¡Se va a casar con un insecto subdesarrollado malformación del universo! ¡Qué pecado estará pagando él; el gran Park YajaTzael!
¿Es que a caso en su otra vida fue un narco o un asesino, un sádico o un tratante de blanca buscado hasta por el mismísimo ROK?
Al parecer, sí, porque sólo así podría comprender la razón por la que en esa vida le va tan mal.
—¡Es que tú estás muy joven para casarte! —fue lo que respondió antes de hacer su típico drama, ocultando la cara en el cuello de su enano y llorando tan falsamente.
JiMin resopló metiéndole tremendo pellizcón en la nuca, lo que lo hizo chillar y mostrar la cara sin una sola gota de lágrimas.
—¿Y qué edad es la perfecta para el señor? —JiMin inquirió alzándose de ceja.
—A los doscientos años, obvio —asintió con el ceño fruncido.
—Ay, ¡papi! —JiMin le metió un pequeñito, pero doloroso puño en el hombro.
—¡Tsk! Mamadas, puras mamadas.
Él comenzó a hacer muecas refunfuñando, sin notar ni imaginar que el sádico enfermo mental de su papá estaba detrás de él con aquel maldito palo de golf que en más de una ocasión le ha provocado un chichón.
Y esta vez no fue la excepción. YangYang le dejó caer todo el puto palo en la cabeza y él pegó un grito al cielo.
JiMin se bajó de sus brazos mientras él se agachaba sobándose la cabeza como si tal estuviera siendo atacado por docenas de piojos.
—Agradéceme que no te lo refundí en el culo —habló YangYang con el palo de golf en las manos—. Nada más porque no quise traumar aquí a esta semilla con patas.
—¡Abuelo! —JiMin chilló, aplaudiendo entre brinquitos.
—No.
Él era un abuelo abnegado y eso nunca iba a cambiar, porque ha pasado gran parte de su vida lidiando con tres hijos que le han sacado canas hasta en los pelos de su virginal culo.
Por lo tanto, cuando JiMin pretendió ir hacia él para darle un abrazo como saludo, él le puso toda esa manota en la cara; deteniéndolo de esta forma.
—¿Sabes, rascasuelos con patas? He encontrado a alguien que está dispuesto a llevarte al altar —notificó guiñándole el ojo a su nieto—. Así que ya no es necesario que le sigas rogando a Mr. Demonio.
—Oooooh —JiMin sonrió—. ¿Y quién me llevará al altar, abuelo? —preguntó ladeando la cabeza, siguiéndole el juego.
—DaeYang —dijo con simplicidad.
—¡¿Que ese ojos locos se atrevió a qué?! —ladró YajaTzael al enderezarse de golpe.
—Shhh, cállate o el próximo palo que te voy a meter será este —él amenazó a su hijo el más endemoniado.
A continuación, ignorando a YajaTzael, se llevó a su nieto hacia adentro de la casa con una sonrisilla malvada, porque la mejor forma de manipular a ese Mr. Demonio era poniéndolo colérico de los celos.
Y como siempre ha tenido un tema con su gemelo por eso de que es bastante apegado a JiMin, pues ahora se le están retorciendo las tripas de la rabia.
Excelente forma de hacerlo asistir a esa boda.
Si YangYang lo tuvo que criar toda la vida, al menos tuvo que haber conocido algo de él, por supuesto.
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❝Don celos se enɑmoró del señor coqueto❞ (ʏᴏᴏɴᴍɪɴ/ʏᴀᴢᴀᴇʟ).
Fanfic¿Qué se podíɑ decir? Un hombre de treintɑ y cinco ɑños estɑbɑ en unɑ relɑción con un mocoso de veinte que resultó ser mάs extrovertido e inquieto de lo que ɑ él pudo hɑberle gustɑdo. Teníɑn opiniones y gustos diferentes, nuncɑ estɑbɑn de ɑcuerdo en...