──────── ⋆❀⋆ ────────
martin
al día siguiente entro a clase y veo a bea golpear la silla vacía que hay a su lado para que me siente con ella, me va a hacer explicarle todo lo de juanjo—buenos días cariño, a ver, cuéntame eso del chaval de la cafetería –habla nada más pongo mi culo en la silla–
—no hay mucho que contar, el lunes fue un poco borde, ayer hablamos lo típico de los nombres que estudiamos cada uno y ya, bueno y me dio su insta –suspiro–—joder ya es algo –ríe–
—fue para guardarnos el sitio en la cafetería que está siempre petada, no te emociones tanto
—a ver foto, que ayer le vi de refilón –mueve la mano metiéndome prisa–saco mi móvil y le enseño sus destacadas —martin está buenísimo, y te lo digo yo que soy lesbiana
—tampoco sé si es hetero ni nada –suspiro–
—luego cuando os veáis en la cafetería se lo sacas disimuladamente
—igual ni nos vemos hoy bea...
—bueno no te rayes –acaricia mi brazo y empieza la primera clase –dos horas después justo cuando acaba esta sesión recibo un mensaje de voz de juanjo
—martin tío estoy en la cafetería dime que quieres y te lo pillo así te ahorras la cola
le envío un audio yo también
—hola juanjo, salgo ahora de clase, pero no te rayes que lo cojo yo, no quiero que me pagues tu nada
—no me importa de verdad, te pillo un café y un donut, nos vemos ahora
hago el amago de contestar de nuevo pero desisto, ya hablaremos cuando nos veamosbajo tras avisar a bea y al entrar a la cafetería le veo levantar la mano para llamar mi atención
—hola juanjo –me siento enfrente suyo, hay un par de chicas en la mesa y no quiero apretarme poniéndome a su lado–
—cuanto te ha costado esto que te lo doy
—nada tío, a la próxima pagas tu, así tenemos una excusa para volver a vernos –ríe y yo me pongo realmente nervioso–
—vale pues gracias supongo—¿que tal la mañana? –pregunta–
—una mierda, he tenido clase de dos horas y estoy reventado, encima en 10 minutos tengo que volver –muerdo el donut agotado–
—puf, yo me voy a saltar la siguiente
—¿oye tu no paras de hacer pellas o que?—quédate conmigo –suelta de repente dejándome patidifuso– —seguro que eres el típico que no se salta ni una sola clase
—pues si la verdad
—por eso, sáltate está y nos vamos a dar una vuelta, necesito fumarme un cigarro pero ya—no sé juanjo...
—¿a que hora tienes el descanso?
—de 11 a 11:30, como tú supongo
—perfecto, son las diez, a las once y media volvemos a entrar, porfa –hace el gesto de rezar con las manos–—vaaaale, total, la clase que tengo ahora es una mierda, pero espera que aviso a mi amiga de que no voy, que ponga alguna excusa o algo –saco mi móvil y le envío un audio–
—bea, no voy a mates, salgo a dar una vuelta con juanjo, después del patio entro—gracias –me mira agradecido–
le sonrío como respuesta y seguimos comiendo en un silencio bastante cómodoal acabar los dos, salimos a la puerta y juanjo se enciende un cigarro
—¿te importa?
—que va tranqui, yo no fumo pero no me molesta—bueno pues cuéntame algo de ti, solo sé tu nombre
—vamos a ese banco –señalo uno que está a pocos metros de nosotros, nos sentamos en este y aunque yo me siento recto mirando al frente, él se sienta medio de lado mirándome directamente, cosa que logra tensarme un poco–—pues no sé, me llamo martin urrutia, tengo 18 años y soy de bibao, concretamente de getxo, pero nos mudamos aquí hace un par de años con toda mi familia por tema curro de mi madre –explico notando su mirada fija en mi todo el tiempo–
YOU ARE READING
𝐚 𝐭𝐮 𝐯𝐞𝐫𝐚
Teen Fictionmartin no esperaba nada nuevo cuando entró en la cafetería de la universidad suponía que ese día transcurriría con normalidad, lo que no se imaginaba era encontrar allí a un chico... ¿cómo definirlo? hipnótico (y bastante borde, para ser sinceros...