𝐚 𝐭𝐮 𝐯𝐞𝐫𝐚

𝐧𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐨 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐫 𝐚 𝐨𝐭𝐫𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐬𝐞𝐚𝐬 𝐭𝐮́

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martin
estamos metidos en la cama haciendo el tonto poco después de despertarnos y en ese momento le llega una notificación

—espera mi chico –se gira hacia su mesita–

mira su móvil sonriendo ampliamente y empieza a teclear con rapidez

sonrío dejando un rápido beso en su mejilla y decido escribirle a bea

un rato después sigo mirando twitter ya que él no para de hablar con alguien con una sonrisa pegada a la cara

en ese momento se levanta de la cama dejando el móvil en el colchón
—voy a mear –me tira un beso y desaparece de la habitación–

sigo a lo mío tras sonreírle pero de repente veo como su pantalla se enciende y inevitablemente leo el mensaje que le acaba de llegar

"tenía muchas ganas de hablar contigo" seguido de tres corazones negros
por la foto de perfil reconozco que es una chica pero no me da tiempo a ver más porque en ese momento le oigo hablar

—¿me estas mirando el móvil?
—no no, solo se ha encendido la pantalla y... –me corta–
—y te has puesto a leer los mensajes
se sienta a mi lado haciendo una mueca con la cara

—yo flipo martin
—que no he visto nada de verdad
—mentira, estás nerviosísimo y con la cara desencajada –acusa con toda la razón del mundo–
—si quieres saber con quien hablo me lo preguntas y ya
—¿con quien hablas? –digo más deprisa de lo que me gustaría admitir–
—con anna, mi ex
—ah –me quedo parado–

—martin me ha respondido una historia y nos hemos puesto a hablar de cómo nos va todo, hacía mucho que no sabía de ella
—no no, si no pasa nada... –susurro–
—te has rayado martin, no me mientas porque te conozco
—pues si  juanjo si, me he rayado porque llevas hablando con ella media hora sin parar de sonreír y de repente veo que te escribe que echaba de menos hablar contigo y te manda corazones –suelto sin pensar–

—sabía que lo habías leído –chasquea la lengua girando la cara– —¿con que permiso miras mis conversaciones privadas?
— que se me han ido los ojos sin querer, que puedes hablar con quien te dé la gana
—hombre no –suelta una gran carcajada irónica– —nada más faltaba
—¿le has dicho que estás conmigo? –pregunto serio–
—pues claro que si tío, ¿enserio me estás montando esta escena de celos?
—no te estoy montando nada, estoy preguntando –me defiendo serio–
—que falso eres, estás celoso martin, admítelo
—¿y si lo estoy que, no tengo motivos?
—pues no –asegura mirándome mal– —literalmente no los tienes

—juanjo por dios, llevas media hora hablando con tu ex, la cual te ha respondido una historia diciéndote que tenia muchas ganas de hablar contigo –ataco de nuevo cabreado–
—además... –busco su historia– —esta foto, que sales increíblemente guapo joder –maldigo enseñándosela–