──────── ⋆❀⋆ ────────
juanjo
al día siguiente llego a clase después de aparcar mi coche
vengo solo, le propuse a martin volver a traerlo pero me dijo que quería hablar con su amiga aprovechando el rato del bus, hemos quedado en pasar el recreo juntos
entro a mi edificio y me meto en mi clase sentándome en el sitio de siempre—hola hermano –mi compañero choca mi mano como cada día–
—buenos días –le sonrío ligeramente–entra el profesor de historia y dice que tiene los trabajos corregidos
—juanjo bona, un 7, bien hecho –me felicita–
uf, por lo menos mereció la pena quedarse toda la noche acabándoloa la hora del almuerzo bajo a la cafetería, martin me ha dicho que él y su amiga tienen que comprarse algo
entro y los veo en la fila esperando—hola guapo –le abrazo despacio y beso suavemente su mejilla–
–hola –sonríe y nos separamos– —por cierto, esta es bea, juanjo –nos presenta señalándonos a los dos–
—encantado –le doy dos besos–
—igualmente cariño, por fin te pongo cara, martin me tiene frita contigo –ríe–
—bea... cállate un poquito reina –le echa bronca él–
—sé que te tengo loquito nene, no es ningún secreto –golpeo flojo su mejilla–cuando llega su turno se compran algo para comer cada uno y salimos hacia la puerta
—os dejo solos pero no quiero pellas que os conozco niños –nos señala bea antes de alejarse de nosotros–
—no, en media hora te lo devuelvo, te juro que no te lo robo más –prometo divertido y nos despedimos con la mano–martin y yo nos sentamos en el banco del jueves y me enciendo un cigarro antes de comerme el bocadillo que me he preparado en casa
—¿que tal? –me mira sonriendo–
—guay, me han dado la nota del trabajo del otro día, un 7
—oyeee, muy bien –acaricia mi espalda como felicitación–
—en mi línea de notas la verdad, soy de 6 y 7 normalmente –admito–
—pf... pues yo tengo mañana el examen de estadística y estoy acojonado, no he hecho ni un ejercicio bien
—bueno martin, tranquilo, confía en ti, sé que lo sacarás –acaricio su nuca suavemente–me acabo el piti y ahora si, saco mi bocadillo dándole el primer mordisco
—¿de que es? –lo señala–
—jamón serrano, ¿quieres? –le ofrezco–sin decir nada más, lo muerde saboreandolo con ganas
—uf, que locura, a mi nunca me da tiempo a hacerme nada en mi casa y siempre me tengo que pillar alguna mierda en la cafetería –levanta las galletas que se ha comprado–
—¿quieres cambiar? no me importa
—no no, que va, un bocado más y ya
muerde de nuevo y sigue con sus galletas—tenía ganas de verte –pongo mi mano en su pierna–
—y yo a ti bobo –pone su mano sobre la mia y la acaricia despacio–comemos callados, es increíble que con él los silencios no han sido incómodos jamás, desde el minuto uno me he sentido muy a gusto con este chaval
al terminar hablamos y tonteamos un rato más antes de volver a juntarnos con bea en la entrada
— hoy no porque sé que quieres hablar con ella, pero mañana por la mañana te recojo que sé que te agobias mucho en el bus y con el examen vas a estar peor aún, quedamos en tu puerta como el otro día y si no vamos hablando –aseguro señalándole– — ah y otra cosa, quedamos aquí a la hora de la salida que me quiero despedir de ti
—como el señorito mande –ríe– —dame un abrazo tonto –se aferra a mi cuerpo y yo beso un par de veces su hombro antes de separarnos–—¿entras? –señala dentro–
—me fumo otro cigarro y entro, no me esperéis
—no te quedes aquí fuera eh –hace una mueca con la cara–
—no, te prometo de entro –sonrío y doy un último apretón a su mano–
—un placer bea
—lo mismo digo amor –habla cariñosa y entran a su próxima clase tras martin y yo soltar nuestras manos muy a mi pesar–
YOU ARE READING
𝐚 𝐭𝐮 𝐯𝐞𝐫𝐚
Teen Fictionmartin no esperaba nada nuevo cuando entró en la cafetería de la universidad suponía que ese día transcurriría con normalidad, lo que no se imaginaba era encontrar allí a un chico... ¿cómo definirlo? hipnótico (y bastante borde, para ser sinceros...