𝐚𝐮𝐧 𝐭𝐞 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚𝐧 𝐝𝐨𝐬 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞𝐬 𝐚𝐪𝐮𝐢

940 54 13
                                    

──────── ⋆❀⋆ ────────

martin
dos meses más tarde...

estoy viendo una serie con maria en el salón de mi casa y en ese momento recibo una llamada de juanjo

—martin, ¿estas ocupado? –suspira bajito cuando la cojo–
—no juanji, ¿que pasa? –pregunto al escucharle así–
—ven a mi piso por favor, tenemos que hablar

en ese momento mi corazón se detiene por un milisegundo

—¿estas bien, ha pasado algo?
—es mejor hablarlo en persona martin –repite– —te espero aquí –le oigo resoplar agobiado y cuelga la llamada–

me pongo en pie al instante

—maria, me voy a hablar con juanjo, algo le pasa
—por tu cara, pinta chungo –alza las cejas–
—tengo miedo, me ha dicho literalmente "tenemos que hablar"
—uy –estira los labios y niega con la cabeza– —martin eso es un game over de manual, ¿estáis mal?
—no, no para nada, estamos como siempre, bien, genial –digo agobiándome bastante y me llevo la mano a la frente–
—pues no sé hermanito... ves y ya me contarás –agarra mi mano y se levanta del sofá para abrazarme con fuerza– —suerte

suspiro intentando mantener la calma y salgo de casa

cojo el bus y a los 15 minutos estoy plantado en su puerta

inspiro el maximo aire posible ya que realmente estoy acojonado de lo que pueda pasar ahí dentro y me armo de valor para picar al timbre

—hola –saluda desganado y se hace a un lado dejándome entrar–
—juanjo por favor, dime que pasa
–suplico desesperado–
—vamos a mi cuarto y nos sentamos mejor –agarra mi mano y me conduce hasta allí–
—por favor –repito cuando estamos ya sentados en su cama el uno enfrente del otro mirándonos–

—me voy a magallón –susurra–
—ah vale –sonrío aliviado– —¿cuantos días, cuando vuelves?
—no martin, me vuelvo a vivir a magallón

al escuchar eso, el mundo se me cae a los pies

—¿que? –es lo único que soy capaz de pronunciar–
—lo siento, te juro que he barajado todas las opciones existentes para no tener que volver, pero es que no me queda otra, lo he intentado todo, no me llega para pagar este alquiler... –suspira muy nervioso–
—sabes que ahora que ha acabado el curso adiós a la cafeteria y de otra cosa llevo meses buscando y tirando curriculumspero nada, tengo ahorros y ni así me llega la pasta, es inviable, tengo que volver a casa de mis padres –se tapa la cara–

— pero juanjo es que este piso es muy céntrico y pagas una pasta, igual si miras por Granollers, Hospitalet o algo así te sale más barato –le animo–
— he mirado todas las zonas posibles, no, no hay, no hay nada y ya está decidido

—¿cuando te vas? –digo cerrando los ojos–
—el viernes
— pero si estamos a miércoles, quedan dos días, ¿cuando me lo pensabas decir?
— perdón de verdad perdón, pero es que lo acabo de hablar con mis padres ahora mismo para confirmárselo, no quería decirte nada hasta que estuviera seguro 100%

—vale, ¿y nosotros? –suspiro–
—con todo el dolor de mi alma, nosotros nada martin, hay que... –no puede ni decir la palabra–
— no hay que dejarlo, vale que va a ser una mierda no estar todos los días juntos, pero son tres horas, yo me puedo coger un ave algún fin de semana o lo que sea para vernos, no va a ser lo mismo pero... –me corta–
—mi nene, eso es una mierda, yo quiero estar contigo siempre y como no es posible, prefiero dejarlo ahora y quedarme con lo maravilloso que ha sido esto que alargarlo y que con la distancia se nos vaya todo a tomar por culo –habla sincero agarrando mis manos–

𝐚 𝐭𝐮 𝐯𝐞𝐫𝐚Where stories live. Discover now