𝐜𝐮𝐢𝐝𝐚𝐫𝐬𝐞, 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐮𝐦𝐢𝐫𝐬𝐞 𝐲 𝐚𝐝𝐦𝐢𝐫𝐚𝐫𝐬𝐞

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martin
al día siguiente nos despertamos y tal como dijimos ayer nos vestimos y salimos a desayunar a una cafetería que hay aquí al lado
nos sentamos a la espera de lo que hemos pedido y le veo sonreír enfrente mio

—¿que? –le miro alzando una ceja–
—que guapo estás con mi sudadera
—te has empeñado en dejarme ropa tuya tonto
—pues claro –chasquea la lengua– —te queda muy bien –agarra mi mano y la acaricia despacio–

nos traen el desayuno y tras darle las gracias al camarero empezamos a bebernos, él su café, y yo mi cacaolat
—nunca superaré que tomes colacao –pone pucheros– —eres tan mono
yo simplemente imito su gesto y ruedo los ojos
—te como la cara –se tapa la suya con una mano y después da un pequeño gritito muy gracioso–
rio bajito y seguimos comiendo tranquilamente

al terminar y pagar yo, salimos a dar un paseo sin rumbo fijo, simplemente andamos distraídos y cogidos de la mano besándonos cada dos minutos
—¿vamos al parc de la ciutadella? –propone de repente– —me flipa pasear por ahí
—ah, vamos si quieres, yo hace mucho que no voy –sonrío– —¿pero aparcar por ahí chungo no?
—si, en coche imposible, pillamos el metro que son unas 6 paradas, andamos un par de calles y ya
—uf, me agobia bastante el metro
—¿prefieres que cojamos un taxi? es que yo el tema buses no lo controlo –admite–
—no tranqui, vamos en metro, si dices que es poco rato aguanto

andamos hacia la boca más cercana y nada más bajar al subterráneo empiezo a notar falta de aire
mi respiración se agita por momentos y él lo nota al instante
—martin, salimos –agarra mi mano girándose hacia la salida de nuevo– —busco la combinación de buses o lo que sea
—no te preocupes de verdad, estoy bien –miento para que no se raye más–
—no estás bien, vamonos
—juanjo, tengo que poder coger un metro, no puedo dejar de hacer planes por esto
—vale –suspira no muy convencido–

pasamos las puertas tras meter nuestras tarjetas– —¿ascensor o escaleras?
—está más cerca el
ascensor, ahora no hay mucha gente
esperamos a que llegue y poco a poco va viniendo más gente
al entrar a este, nos quedamos realmente pegados unos a otros, esta llenísimo entre los que acabamos de subir y los que ya venían dentro

—dios mío –pongo mi mano sobre mi pecho–
me va a dar algo
—tranquilo mi nene –susurra juanjo delante mío intentando hacerme hueco entre la gente– —respira, ya estamos –acaricia mi rostro suavemente–
segundos más tarde bajamos por fin de ese horroroso cubículo y logro coger un poco de aire
nos sentamos a la espera del metro mientras siento la mano de juanjo puesta en mi espalda en todo momento
me está cuidando mucho

minutos después llega y buscamos el vagón más vacío posible
está todo a reventar
nos subimos y él agarra mi mano rápidamente llevándome hasta un sitio libre
—siéntete tú –ofrezco–
—y una mierda, te estás ahogando martin, planta el culo ahí ahora mismo –exige y yo obedezco sin volver a rechistar–

se pone prácticamente entre mis piernas por el poco espacio que hay y apoya sus manos en mis hombros
paso mis brazos por su cintura despacio y intento respirar lentamente pegado a él
—cierra los ojos bonito, yo te aviso, son unas pocas paradas –acaricia mi pelo al notarme aferrado a su cuerpo–
hago lo que me aconseja y dejo que el tiempo pase, rezando por que lo haga rápido

por suerte, a los 10 minutos estamos en nuestra parada
bajamos del metro y nos volvemos a meter en el ascensor, este va un poco más vacío
juanjo pasa su brazo por encima de mis hombros y busca mi mano para agarrarla también

—¿más tranquilo ahora? –me mira tierno–
—si, ya no estoy tan agobiado –sonrío y en ese momento noto como él deja un pequeño beso en mis labios–
bajamos del ascensor y por fin salimos de la boca de metro

—ya está nene, respira hondo –aprieta mi hombro– —lo has hecho genial martin, gracias por enfrentarte a esa situación tan difícil para ti por mi –habla sincero–
—gracias a ti por estar tan pendiente de como me sentía, eres increíble –aseguro–
—tu lo eres
nos volvemos a besar tiernamente y empezamos a caminar hacia el parque

—es que no me digas que no es un sitio precioso, creo que merece totalmente la pena venir en metro, yo por lo menos no me cansaría nunca de venir aquí –mira a nuestro alrededor anonadado cuando llegamos–
—es bonito si, yo hacía bastante que no venía, no es mi lugar favorito pero es increíble –admito–
—ay pues habérmelo dicho y íbamos a otro lado tonto
—no no, si ahora no se puede, me encanta ver los atardeceres o amaneceres en la playa o en algún mirador –explico–
–otro día vamos a la playa –sonríe y empezamos a pasear tranquilos–

rato después mientras caminamos veo que juanjo saca su móvil y empieza a grabar un vídeo del parque
a los pocos segundos gira la cámara enfocándonos ahora nosotros
—besito –pide poniendo morritos–
le beso con suavidad y al separarnos corta el vídeo

—pa la historia –habla divertido y abre instagram– —¿te menciono?
—juanjo... nunca hemos subido nada juntos –digo sorprendido de que lo quiera subir– —¿va a mejores amigos?
—no, lo iba a subir normal, ¿no quieres? –me mira extrañado–
—no, si si
—pues ya está –sonríe y me etiqueta para acto seguido subirla–
—es que se me hace raro que alguien suba algo conmigo
—entonces te voy a presumir como no lo ha hecho nadie nunca –besa mi mano tras agarrarla–
me muero de amor ahora mismo

saco mi móvil también y resubo la historia rápidamente añadiéndole el emoticono del corazón con vendas
—eres monísimo cabrón –aprieta mis mofletes con una sola mano haciéndome poner morritos– —ayyy, ¿pero que es esta boca madre mía? –habla de una manera muy tierna y deja varios picos seguidos en mis labios–
me va a dar algo, otra vez
nos separamos definitivamente y seguimos andando agarrados de la mano

realmente nos estamos comportando como una pareja y no quiero sacar el tema para no incomodarle por si él piensa que es demasiado pronto pero me muero de ganas de oficializar lo nuestro

ha llegado un momento en el que él admira el lugar pero yo solo soy capaz de admirarle a él, me parece irreal que un chico así quiera estar conmigo
me estoy pillando muy fuerte de este chaval

—¿que me miras? –fija sus ojos en los míos–
—simplemente te admiro
—tú lo que quieres es que te borre los labios a besos ¿verdad?
—en vez de eso, ¿puedes abrazarme? –pido muy bajito–
—te aplasto –asegura y tira de mis brazos para pegarme a su cuerpo-

me rodea completamente con sus brazos y yo siento como me hago pequeñito escondido en su pecho
estoy sintiendo demasiado ahora mismo
no quiero separarme nunca de aquí
nos mantenemos así bastante tiempo y al final terminamos por despegarnos muy a mi pesar
y creo que él tampoco quería hacerlo

—¿bien? –pregunta aún a pocos centímetros de mi–
—no he estado mejor en mi vida –aseguro–
juanjo sonríe achinando sus ojos y buscamos un lugar para sentarnos

acabamos sentados en el césped de un rincón tranquilo del parque
veo como apoya sus manos detrás de su cuerpo inclinándose ligeramente hacia atrás para cerrar los ojos aprovechando los rayos de sol que caen sobre nosotros

es tan sumamente guapo
no ha habido ni un solo momento en el cual no le haya visto increíblemente irresistible
ni siquiera ayer que estuvimos todo el día en pijama sin salir de la cama

en ese momento noto como se tumba completamente en la hierba y abre sus brazos aún con los ojos cerrados haciéndome intuir que quiere que me tumbe con él
cosa que hago al instante, me acurruco despacito en su pecho pudiendo escuchar el relajado latido de su corazón a la vez que siento sus manos acariciar muy lentamente mi espalda

𝐚 𝐭𝐮 𝐯𝐞𝐫𝐚Where stories live. Discover now