OMEGA JOON • [NAMxBTS]

7. MOON AND SUN - JINNAM

Hace eones, cuando los dioses forjaron el mundo, eligieron dos entidades celestiales que debían unirse para gobernar sobre la luz y la oscuridad. Entre estos elegidos estaba Helios, el radiante príncipe omega del reino del sol, y Selene, la luminosa princesa alfa del reino de la luna. Ambos gobernaban con sabiduría y justicia, pero la paz y la armonía entre sus reinos eran frágiles.

Los dioses, buscando consolidar la paz eterna, revelaron a los chamanes un pacto celestial. Decretaron que un omega hijo del reino del sol se uniría a un alfa hijo del reino de la luna en matrimonio cada cien años. Esta unión divina serviría como un puente entre los dos reinos, equilibrando la luz y la oscuridad en una armonía inquebrantable que se daría con el nacimiento de un hijo de ambos. La leyenda hablaba de un amor que trascendía la comprensión humana, una conexión celestial que protegería los reinos de la discordia y aseguraría un futuro brillante y sereno mediante el liderazgo equilibrado que ambos ejercerían. Desde entonces, cada generación dio origen a un nuevo capítulo de esta petición, donde un príncipe del sol se casaría con un príncipe de la luna, sellando así el destino de ambos reinos con el fruto de su amor.

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La habitación estaba envuelta en una suave penumbra cuando Namjoon abrió los ojos, podía percibir el olor almizclado, la perfecta mezcla entre sus aromas, todo muy floral y sensual, el aroma de rosas y lirios que tenía el alfa y el suyo de violetas y lavandas, el salado del sudor y se sentía tibio entre aquellos brazos fuertes. El recuerdo de la noche anterior se deslizó lentamente hacia su conciencia, y sintió una mezcla de asombro y confusión pero anhelaba que se repitiera. Se encontraba en una cama lujosa, las cortinas ondeando con gracia mientras la luz del sol se filtraba poco a poco en la estancia.

Namjoon se incorporó lentamente, observando sus joyas de oro por todo el suelo, debía recogerlas, eran un regalo de su madre, la noche anterior llevaba una túnica en transparencias hecha con hilos de seda, regalo de noche de bodas de Seokjin, quien descansaba plácidamente. Se puso de pie tomando nota de la habitación, todo era tan diferente en el reino de la luna, tan frío, tan brillante de una manera muy distinta al reino del sol. 

Se preguntaba cómo sería su vida a partir de ahora, unido por un destino que ni él ni Seokjin habían buscado, fue al baño de la habitación, habían pasado muchísimos años, era una época moderna pero aún estaban atados a las tradiciones y no se quejaba, nunca lo haría, su pueblo vivia bien. Cuando por fin pudo salir del baño vio que el alfa no se encontraba así que aprovecho en buscar una pijama en su maleta pero no tenía nada abrigado, todo era demasiado transparente para ese lugar tan gélido aunque de todos modos se puso ropa interior, hablaría con Jennie en cuanto pudiera, la alfa era del reino de la luna y conociendo el clima en su propio reino solo le había empacado ropas diminutas o de telas demasiado delgadas. Se acercó a las pertenencias del alfa y tomó un abrigo que le pareció demasiado suave al tacto, con delicadeza se lo puso, notando que le iba algo grande, el alfa tenía los hombros más anchos que había visto así que era obvio, pero le quedaba ligeramente pequeño de largo, él era un omega muy alto, se abrazó a la tela esponjosa y llevó a la nariz la parte de las solapas, tenía su aroma. Olía muy bien.

Se sintió abrigado, como si siguiera en los cálidos brazos del alfa en aquella gigantesca cama.

Se sentó otra vez y noto aquel dolor en el trasero, tal vez lo mejor sería volver a acostarse, pediría a la servidumbre del alfa algo de hielo para colocarlo en esas zonas que ahora sentía tensas.

En ese momento la puerta de la habitación se abrió, Seokjin entró con una elegancia natural, su presencia alfa llenando el espacio con aquel toque andrógino como solían ser los seres de ese reino, tan hermosos y delicados como los omegas pero fuertes e imponentes como los alfas. Namjoon sintió su corazón latir con fuerza mientras se ponía de pie para hacerle una reverencia, después de todo ahora estaba en su palacio y el alfa era mayor que él por algunos años. Le debía respeto.