Capítulo 72. Me mantienes en la oscuridad

2.1K 97 2
                                    

Mientras tanto, el aire en el despacho del editor en jefe era sumamente tenso.

Ashley estaba de pie frente al escritorio de Fabian con las pupilas dilatadas por la furia mientras chillaba:
—Fabian, ¿por qué no me dijiste que Vivian es la reciente esposa de tu tío?

A Fabian le sorprendió mucho que Ashley hubiera descubierto la identidad de Vivian. Se quedó perplejo durante un rato, pero cuando observó la forma egoísta en que se comportaba Ashley, un brillo impaciente apareció en sus ojos y respondió:
—No te he ocultado nada a propósito. Solo, no era algo que mencionara adrede de improviso. Además, ellos también asistirían a la fiesta el fin de semana. ¿No te habrías enterado para entonces?

Ashley se irritó aún más cuando mencionó la fiesta.
—¡Y tienes la desfachatez de sacar la fiesta en este fin de semana! —El tono de Ashley se volvió aún mas punzante—. ¿Has pensado alguna vez en lo devastada que estaría si de repente viera a Vivian en la fiesta? ¿Y cómo debería dirigirme a ella?

Ashley había sido mimada por Harvey y Emma desde joven, por lo que siempre había sido muy caprichosa. Sin embargo, para llevarse bien con Fabian, había estado tratando de contener su temperamento durante los últimos seis meses. Sin embargo, esta vez estaba en un estado de frenesí y ya no podía reprimir su ira.

Todo esto era el resultado de su desprecio por Vivian, en especial cuando se dio cuenta de cómo pensaba que había destrozado a Vivian William, la persona que más despreciaba en el mundo. Por desgracia, resultó que Vivian se le había echado encima y se había convertido en la tía de Fabian; por lo tanto, ¡necesitaba desahogarse!

—¡Fabian! —Se enfadó más—. ¡Dime la verdad ahora! ¿Me ocultaste esto a sabiendas porque todavía te importa Vivian? ¿Estás esperando a verme avergonzada el fin de semana?

Fabian estaba muy molesto con Ashley, pero cuando escuchó su última frase, recuperó la compostura.
—¿De qué estás hablando? —Con una risa desdeñosa y un rayo despiadado que irradiaba de sus ojos, respondió—: Todavía no es el momento de decir quién será el que se sienta avergonzado.

Aunque perpleja, Ashley al fin había recuperado la calma. Enarcó las cejas y preguntó:
—Fabian, ¿qué significa eso?

—¿No te parece extraño? —Fabian encendió un cigarrillo y empezó a darle una calada—. ¿Cómo pudo la familia Norton aceptar a una mujer como Vivian, que tuvo un pasado tan turbio hace dos años?

Ashley seguía confundida, pero al instante siguiente se dio cuenta de lo que implicaban las palabras de Fabian y dejó de estar furiosa. En su lugar, se emocionó de inmediato.
—Fabian, ¿estás diciendo que tu tío todavía no es consciente de lo que pasó hace dos años?

—Es consciente. —El rostro de Fabian se ensombreció sin querer.

De nuevo, Ashley se quedó atónita.
—Entonces, ¿por qué todavía...

—La cuestión no es el tío Finnick. —Fabian estaba cada vez más irritado e interrumpió a Ashley de prisa—. Se trata de mi abuelo. Para un veterano como él, la virtud es lo que más valora en las personas. No hay manera de que tolere a una mujer con un pasado apestoso como Vivian.

Ashley se alegró al instante.
—Bien entonces, Fabian, ¿qué has preparado?

—Me estoy preparando para soltar la verdad sobre Vivian al abuelo en la fiesta de este fin de semana.

—¿Eso es todo? —Una pequeña decepción apareció en el impresionante rostro de Ashley.

Fabian frunció el ceño.
—¿Qué estás sugiriendo?

Bajo la mirada puntiaguda de Fabian, Ashley se rio de forma juguetona.
—Solo estaba preguntando.

A pesar de todo, Ashley se sintió aliviada después de saber que Fabian también iba a ir a por Vivian.

«¿No implica eso que Fabian ya no siente nada por Vivian? Aunque es una pena que Vivian haya conseguido enrollarse con Finnick, pero Finnick es solo un lisiado después de todo. Y al revelar ese incidente de hace dos años, Vivian podría ser expulsada por la familia Norton». Ashley se sintió mucho mejor pensando en eso.

Al darse cuenta de que había perdido el autocontrol en ese momento, Ashley se sintió un poco apenada y se acercó a Fabian. Se sentó en su regazo de forma congraciada y le dijo:
—Fabian, lo siento. No debería haber perdido los nervios. ¿Estás enfadado conmigo?

Casado sin másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora