𝑴𝑰𝑨 𝑹𝑨𝑮𝑨𝒁𝒁𝑨 ── ᴛʜᴇᴏᴅᴏʀᴇ ɴᴏᴛᴛ

08 ; a b o t t l e o f w h i s k e y

10 de septiembre de 1995, Hogwarts.

Todos los estudiantes sabían que las mejores fiestas eran organizadas por las serpientes, con mucho alcohol y jóvenes hormonales regados por allí, sin mencionar que estas reuniones se volvían aún mas alocadas cuando ganaban algún que otro partido de quidditch.

Allí mismo en un extremo de la fiesta se encontraba Theodore, quién vestía su típica camisa negra pegada al cuerpo con los primeros primeros botones desabrochados, su pelo se encontraba algo desordenado y por alguna extraña razón aquella noche estaba de muy buen humor.

Claro que por su parte no dejaba de observar a la pequeña Cassie bailar en medio de la pista, solía encontrarla rápido entre la gente puesto que para él la muchacha siempre destacaba del resto.

Era simplemente hipnótica la manera en la cuál se movía a la par de la música de fondo y junto a ella volviéndose una misma, sus caderas se deslizan y giran con una fluidez tan poética mientras que la suavidad de sus manos se mece a su vez de manera sutil y coqueta, podía ser capaz de mirarla durante horas y no aburrirse jamás.

Era casi imposible no dejar de mirarla, ni por un segundo.

─ ¡Amigo, he estado buscándote por todos lados!

De pronto, la imágen de un Blaise algo exaltado lo interrumpía de su preciado panorama, lucía algo ebrio como de costumbre.

─ Parece que alguien ya bebió suficiente.─ comentó riendo mientras le quitaba su vaso y tomaba de éste.

─ ¡Hey, eso era mío!─ bufó el moreno quejándose.

─ Ya no más.

Estaban tan sumidos bromeando entre ellos que por poco notaron la presencia de Draco enfrente de ellos.

─ Hey, ¿De casualidad vieron a Cassie?

Theodore dejó de sonreír lentamente al escuchar a su amigo buscándola, la había visto hace unos momentos en la pista, sin embargo no dijo nada.

─ No, lo siento, amigo.─ respondió mientras buscaba un cigarro en su chaqueta, intentando ignorar la presencia de su amigo.

─ Te diré si me das de lo que estés bebiendo.─ dijo Blaise intentando negociar.

─ Como sea.─ le tendió el vaso.

El moreno lo agarró gustoso mientras tomaba tragos continuos de aquel whisky hasta acabarse completamente el contenido del vaso mientras que se lo devolvía a su dueño, quien lo miraba con una ceja levantada al ver el cristal totalmente vacío.

─ ¿Y bien?

─Oh, en realidad no tengo idea de donde está Cassie.─ dijo antes de estallar en risas por su pequeña estafa.

─ ¡Pero-

─ ¡Adiós! ─ se despidió rápidamente antes de salir casi corriendo de allí eufórico.

Theodore solo sonreía expectante ante la forma tan divertida que tenía Blaise para sacar rápidamente a Draco de sus casillas.

─ Idiota.─ el rubio rodó los ojos.

─ Tranquilo, ella jamás se perdería una fiesta.─ intentó aliviar el ambiente.

─ No me preocupa eso.