𝑴𝑰𝑨 𝑹𝑨𝑮𝑨𝒁𝒁𝑨 ── ᴛʜᴇᴏᴅᴏʀᴇ ɴᴏᴛᴛ

12 ; m i a r a g a z z a

1995, Hogwarts.

─ Pensé que ya estarías en tu cuarto.

De pronto una voz ronca y varonil habló detrás de ella haciéndo que se gire rápidamente para poder notar a cierto rubio parado allí como si nada.

─ Hola─ saludó brevemente para seguir mirando el paisaje.

Draco se mantuvo en silencio sintiendo consigo la tranquilidad que yacía en aquel desolado lugar, sin dudarlo más caminó hacía el borde del balcón justo a un lado de la pelinegra.

─ Hace mucho que no hablamos─ dijo de la nada mientras se encendía un tabaco, draco no era de fumar mucho pero la tranquila noche lo ameritaba.

─ Lo sé─ dijo con indiferencia.─ Luces algo ocupado últimamente.

El rubio sonrió ligeramente al escuchar aquello, confirmando el hecho de que ella aun lo tuviese algo presente en su vida, le bastaba con que al menos lo observe en los pasillos, aun que solo sea un corta mirada.

─ Has estado observandome─ dijo con una leve sonrisa.

─ Y tú evitandome─ contestó casi sin pensar.

─ Bueno, tu fuiste quién dejó en claro que ya no me acercara a ti─ dijo mirando el piso como si aquello fuera interesante.

Draco tenía razón, había sido tan insistente desde que comenzaron las clases que se había cansado un poco de tener que ver al muchacho rogándole atención por lo que reiteradas veces le dijo que se detuviera. Aun que estos días hayan sido tranquilos extrañaba, un poco solamente, la molesta manera que tenía el rubio para meterse bajo su piel.

─ No estas victmizandote, ¿O sí?─ Cassie se burló con una pequeña sonrisa, haciendo carcajear al muchacho delante de ella.

─ De hecho, sí. Eres muy cruel, Cass─ dijo claramente en un tono sarcástico mientras reía.

De pronto un sentimiento de nostalgia invadió a Cassie, haciéndola caer en cuenta de que hacía meses que no reía junto a Draco o que al menos pasaban tiempo juntos sin pelear. Se preguntaba en que momento aquel muchacho que conoce desde niños se había convertido ahora en éste ser despreciable y engreído, ¿Que tanto era capaz de cambiar en estos últimos años? ¿O será que siempre fue un patán y recién lo notaba? Aquellas preguntas no la dejaban pensar con claridad.

─ ¿En que piensas?─ preguntó de repente sacándola de sus pensamientos.

─ Nada─ hizo una pausa.─ Solo tonterías.

─ ¿Como cuáles?

─ ¿Recuerdas como solía detestar el ajedrez mágico?─ preguntó la muchacha de la nada en un intento de cambiar de tema.

─ Como olvidarlo, te enojabas cada vez que perdías─ recordó con una sonrisa.

─ Sí─ hizo una pausa mientras sonreía para luego seguir.─ Curiosamente ahora soy muy buena en ajedrez.

─ ¿Ah, si? Debería comprobarlo─ dijo mirándola.

─ ¿No es gracioso?─ dijo ignorando aquello último y cambiando totalmente de tema.

─ ¿Que cosa?

─ Que estemos teniendo una conversación sin pelear─ comentó riendo levemente.

─ Eres tú la que me agrede─ dijo sarcásticamente poniendo una mano en su pecho como una víctima de la situación, claramente molestandola.

─ Cállate─ dijo pegandole levemente en el brazo─ Eres tú el que me acosa─ se burló de él.

Draco se quedó callando algo pensativo de sus palabras y se volvió a la muchacha mirándola con una sonrisa.