𝑴𝑰𝑨 𝑹𝑨𝑮𝑨𝒁𝒁𝑨 ── ᴛʜᴇᴏᴅᴏʀᴇ ɴᴏᴛᴛ

20 ; w h o k i s s e s b e t t e r ?

¿Que carajos pasó anoche? Fue lo primero que pensó Cassie al despertar allí, su cabeza daba vueltas y tenía algunas lagunas mentales en las que no podía recordar con claridad detalles de lo sucedido, lo último que recordaba fue el apasionante beso que tuvo con el castaño y ahora despertaba en la cama de su ex novio, todo parecía estar de cabeza y la culpa la carcomía.

A duras penas intentó sacar el fuerte brazo del rubio el cual se aferraba a su cintura pero éste solo gruñó algo dormido a modo de queja, cuando logró su cometido se sentó ligeramente en la cama y observó a su alrededor notando que Draco no solo no llevaba remera sino que ella tenía puesta una de sus camisas de seda, su mente jugaba en su contra divagando en sí habían follado la noche anterior o no,  sea como sea tenía que salir de allí ya mismo y volver a su cuarto antes de ser descubierta.

De la forma mas cautelosa y silenciosa posible se puso de pie caminando en puntitas por todo el cuarto para no despertar al slytherin mientras buscaba el vestido que traía puesto la noche anterior, para su mala suerte lo encontró en el suelo justo a un lado del rubio. Luego de maldecir mentalmente se aproximó hasta él para cogerlo pero justo cuando estaba por agarrar dicha prenda el muchacho pegó un ronquido que la asustó e hizó que arroje el vestido en la cara de Malfoy, la pelinegra miró horrorizada al rubio esperando que siga dormido.

─ Mierda─ maldijo en un susurro al notar lo que había echo.

Sin quedarle de otra se aproximó al joven suavemente para retirarle aquella prenda del rostro con sumo cuidado de no molestarlo, pero al notar que seguía dormido como un tronco y roncando como nunca dejó salir un pequeño suspiro aliviada. Se dió la vuelta para salir de allí y se dirigió con agilmente hasta la puerta, con su mano libre alcanzó a agarrar sus botas e intentó abrir el picaporte de la puerta.

─ ¿Que estás haciendo?

Aquello había echo que la muchacha salté de un susto y pegué un pequeño grito ante la repentina voz masculina de Draco a sus espaldas, no sabía si irse corriendo de allí o simplemente darse la vuelta y enfrentar las cosas como son, dado que ya había sido descubierta la primera opción fue descartada.

─ Hey─ dijo con una sonrisa algo incómoda mientras se daba la vuelta y lo miraba.

Su cabello rubio lucía despeinado y sus ojos estaban algo entrecerrados dado que recién despertaba, la sabana le cubría de la cintura para abajo por lo que solo pudo notar su prominente y ejercitado pecho al desnudo y parecía ser que los ejercicios de quidditch surgían efecto al ver aquel tonificado y marcado abdomen. Rápidamente subió su mirada a su rostro antes de que pudiera ser atrapada escaneandolo.

─ ¿Te vas tan pronto?─ preguntó como si nada mientras bostezaba. ¿¡Como se atreve!? estaba demasiado tranquilo mientras hablaba.

─ S-si, yo─ la muchacha no sabía bien que decir al respecto por lo que comenzó a trabarse un poco para inventar una excusa rápida para salir de allí─ Tengo unas cosas que hacer hoy.

─ ¿Un domingo?

─ Si.

El jóven solo la miraba con una ceja levantada y una expresión algo divertida al notarla nerviosa sin razón alguna.

─ Oh, pensé que estabas huyendo luego de pasar la noche aquí─ dijo apropósito y con una pizca de ironía, sabía que era exactamente lo que estaba haciendo.

Cassie suspiró sonoramente para luego cerrar su ojos y masajearse la cien algo frustrada, se acercó ligeramente a la gran cama en la que descansaba el rubio y con todas sus fuerzas hizó el intentó de mirarlo a los ojos y hacer la pregunta.