Jade Jhonson.
Siempre veía las películas románticas y suspiraba, pensando, ¿Cuándo vendrá alguien a lanzar piedritas a mi ventana? ¿Cuándo escaparé de casa con el chico que me gusta? Y ahora son las dos de la madrugada, debería estar en mi cama, pero en cambio, hay una gran sonrisa en mi rostro y tengo a un Andrew detrás de mí, tapando mis ojos mientras me guía hacia sabrá dónde.
—Ya casi llegamos —dice y la sonrisa en mi rostro no para de crecer, así como no consigo calmar los latidos acelerados de mi corazón.
Andrew se detiene y yo también lo hago, sintiendo cómo va apartando sus manos de mis ojos que aún siguen cerrados.
—Ya puedes abrir tus ojos, Jade.
Río y cuando lo hago, llevo una mano a mi boca que se abre del asombro. Me giro para verlo y me encuentro con un Andrew adorablemente sonrojado y con una pequeña sonrisa que delata sus nervios.
—Dime que esto es legal.
Ríe y asiente.
—Es legal, el hijo del dueño es voluntario en el refugio.
Asiento y vuelvo a dirigir la mirada al frente, encontrándome con una maravillosa pista de hielo entechada y con decoraciones a su alrededor de pinos de nieve artificiales, así como hay muchas luces coloridas dándole ese toque navideño.
De todos los lugares que imaginé que Andrew podría llevarme, una pista de hielo jamás pasó por mi mente, es inesperado, emocionante, es hermoso y alucinante.
—¿Tú pediste abrir una pista de hielo para mí y estando en plena navidad?
—¿No te gusta?
Niego y al verlo, la emoción y nervios que había en sus ojos, comienza a transformarse en tristeza.
—No me gusta, porque lo amo, Andrew. Amo este plan, porque es inesperado y me ha tomado por sorpresa y el lugar es tan hermoso... —camino hacia él y colocándome de puntillas, deposito un beso en su mejilla, me alejo y lo miro a los ojos—Gracias, Andrew.
Ahora deposito un suave beso sobre sus labios y al alejarme, hay una bonita sonrisa sobre ellos.
—Feliz navidad, brujita —dice por tercera vez en la noche y sonrío—¿Quieres patinar?
Asiento con entusiasmo y él me guía hacia una banca en la que me pide esperar, mientras va en busca de los patines y en ese momento que me quedo sola, no puedo evitar pensar en lo mucho que me va a romper si el treinta y uno a la media noche, las cosas no terminan bien.
Una de las razones por las que no quería volver a ver a Andrew hasta obtener los resultados, es porque sé que cada vez que lo tengo frente a mí, comienzo a sentir más por él y eso me asusta, me asusta no ser correspondida y es que él tampoco ayuda cuando hace cosas como estas, pequeños y grandes detalles que se ganan mi corazón con demasiada intensidad que asusta. Ya dije que lo quería una vez y no recibí respuesta, temo decir algo más y quedar como una estúpida.
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Hechizada [PARTE 1 COMPLETA - PARTE 2 EN PROCESO]
RomanceAndrew Price era mi crush y así tenía que seguir siendo, un amor platónico a la distancia que sabes que jamás sucederá y entonces teníamos que chocar en ese estúpido supermercado. Él tiene novia, detesto a su novia y creo fervientemente que él neces...