Hechizada [PARTE 1 COMPLETA - PARTE 2 EN PROCESO]

6. Magia

Andrew Price.

El amor, quizás no soy el más indicado para hablar de amor cuando me di cuenta que no derramé ni una sola lagrima cuando encontré hace poco más de una hora a mi novia teniendo sexo con una de las personas a las cuales consideraba mi mejor amigo; Reymond, sin contar que la boca de la que horas atrás era mi novia, estaba sobre el miembro de un completo extraño.

Sí, no lloré, algo que es sorprendente, pero la repugnancia y el asco que sentí al pensar en las veces que seguro me besó cuando su boca estuvo en Dios sabrá donde, me causaron unas arcadas que supe disimular en su momento.

No lloré, pero la ira que sentí al saber que me estuvieron viendo la cara de estúpido durante un buen tiempo, no se compara a las veces que me he molestado cuando Darién se come mis pudines.

Entonces supe que no amaba a Nerea cuando no lloré por ella, ¿Me sentí traicionado? Sí, ¿Decepcionado? Sí, ¿Me dolió? Un poco, ¿Pero me duele haber roto con ella al punto de querer encerrarme en mi habitación y no salir durante una semana? No, y es esa razón que me hizo darme cuenta de que si no había terminado con Nerea hace mucho, era porque estaba acostumbrado a su compañía, al final, Darién tenía razón, la tuvo desde un principio, solo que yo no quería ver la realidad del asunto.

Pero vale, creo que el hecho de no haber llorado no me hace un monstruo, porque puedo afirmar que en su momento la amé, sin embargo, eso no fue suficiente para ella y en el transcurso de la relación, mi amor se fue desvaneciendo cuando comenzó con sus celos, cuando se molestaba conmigo por algo que yo no había hecho y se desaparecía por varios días y así, el amor fue siendo reemplazado por la costumbre y empecé a solo quererla, quizás aún la sigo queriendo, pero no la amo.

Hice muchas cosas por Nerea para hacerla sentir bien y segura, incluso cuando ella me contó de su inseguridad, traté de ser el mejor novio, y ahora, siento que sí lo fui, todo el tiempo me porté bien con ella, aunque en estos momentos también me siento como un completo idiota al hacer que, de cierta forma, cada vez que se molestaba, ella me hiciera ir detrás de ella como un estúpido.

Tomo una lenta respiración, mi mirada está puesta en una maceta con una planta muy cuidada y hasta algo brillosa.

Le doy un trago a mi bebida, gracias al alcohol que calienta mi cuerpo no me congelo en el balcón, aún sigo en la fiesta, solo que estoy en el último piso, alejado de las demás personas, necesitaba pensar y la música y las personas no ayudaban a la causa.

Más de una hora llevo reflexionando sobre lo ocurrido y no logro entender qué y cómo llegue a esa habitación, pese a eso, agradezco haberme enterado ahora y no dentro de un par de años más, porque no sabía que necesitaba terminarle a Nerea para sentir que puedo... respirar con libertad, no sabía que me sentía atado hasta que la palabra "terminamos" y la sensación que experimenté después de eso, me hizo sentir libre.