5

120 25 1
                                    

Después de haber comido y estar bromeando entre nosotros, yo me dirigí a dónde la doctora Yuki para que me revise. Estoy un poco nervioso, ya que no se si mi salud ha empeorado.

El peli blanco abrió la puerta, creía que solo estaría ella o eso pensaba, este se quedó estático al encontrar a la rubia y Choso muy cerca, en una situación comprometedora, según él.

Choso reposaba su cabeza en el pecho de la contraria, mientras ella acariciaba su cabello con delicadeza. Ambos al escuchar el sonido de la puerta, miraron rápidamente hacia aquella dirección.

—Lo si-siento por interrumpirlos, sigan con lo suyo — murmuró Satoru bastante avergonzado. Se rasco su nuca nervioso, no sabía que hacer por la sorpresa que se había llevado.

—Ya me vo-voy doctora Yuki, gracias.... — expresó el azabache en un tono tímido, con sus manos limpió sus lágrimas para salir del consultorio. La contrario solo se limitó a suspirar.

— ¿Qué ocurre Satoru?

—Que-quería que me revisara, pero veo que está ocupada.....

—Como ves, no lo estoy, ve a la camilla, por favor

Satoru asintió levemente, mientras hacía caso a la orden de la contraria. No podía pronunciar ninguna palabra por el ambiente incómodo.

—Cuéntame que te trae aquí — Yuki rompió el silencio, agarro una paletita y empezó a inspeccionar la boca del contrario, buscando algo malo. Por suerte, todo andaba bien.

—Últimamente mi corazón late demasiado rápido y eso no me pasaba
— el peli blanco extendió su brazo para que le tome la presión, su mirada vago en el rostro serio de la rubia.

— ¿Y en momentos sientes eso?
— pregunto la mujer con una ceja alzada, verificando su presión, la cual no tenía nada fuera de lo normal

—Cuando el miserable de Geto se acerca a mí o me avergüenza, de seguro mi corazón me dice que no me junte con idiotas
— respondió Satoru frunciendo su ceño. Sonrió al escuchar la risa de la contraria.

Después sigo una revisión con el estetoscopio, tampoco había señal de algo malo

—Quizás no sea eso, ya lo averiguaras, pero no he encontrado nada extraño en ti, estás en perfecto estado — Yuki le guiño el ojo, algo que confundió un poco al contrario, ya que no sabía a que se refería. No le tomo tanta importancia.

— Quería preguntarte algo, ¿por qué Choso estaba llorando?

— Aveces hay momentos en la vida en la que te rompes

— ¿Qué quieres decir?

— Él demuestra una versión fría y distante ante los demás, pero en realidad, no es más que un niño que necesita consuelo

— En eso tienes razón, aveces me da miedo.....

— Sí lo conocieras más, te darías cuenta de muchas cosas, ha pasado por mucho, sus padres y abuelo fallecieron, tuvo que hacerse cargo de sus hermanos menores, es muy sorprendente como sigue adelante, su voluntad es inquebrantable

Ambos nos quedamos en silencio, ella regresó a su asiento, mientras tiraba sus guantes al tacho de basura.

— ¿Hay algo que te molesta? — preguntó la rubia ante la mirada pérdida del contrario.

—Ayer Geto lloró en la noche y balbuceaba en sueños — contestó rápidamente Satoru, era como si haya pensando varias veces aquellas palabras en su cabeza.

—Oh ya veo, gracias por informarme
— susurro Yuki con seriedad, tomó una libreta y apuntó lo que había dicho.

—Quiero saber la razón, no es de mi incumbencia, pero así podré comprenderlo..... — Satoru le dio una mirada suplicante, algo que jamás hizo en su vida.

❝𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐄𝐭é𝐫𝐞𝐨❞ || [𝘚𝘶𝘨𝘶𝘴𝘢𝘵𝘰]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora