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Satoru pasó el resto del día en cama para hacerle exámenes, cuando cayo la noche, no podía conciliar el sueño, este solo se quedó viendo el techo, pensando en todo lo que había pasado.

Era extraño para él, nunca en la vida se ánimo a contar sobre su pasado a alguien, no lo veía necesario, no necesitaba la compasión de otra persona, odiaba que lo vean con lástima.

Pero Geto no lo vio así, es más hizo que riera sobre su situación, creo que le ayudó a superar un poco eso, aunque no debió de hablarle del tema, ya que sus padres se lo prohibieron.

Pensarían qué la familia Gojo son monstruos sin sentimientos, todo se iría abajo, por ello le obligaban ocultar la verdad, muchas veces mentía para no manchar la imágen de sus progenitores.

Sin embargo, tuvo el valor de contárselo a él, no lo comprendía, tenía una necesidad, quizás pedía ser escuchado, guardar algo por mucho tiempo, te llega a dañar de una manera horrible.

Después de aquello, se sintió bien, fue magnífico, un peso de encima desaparecía, nunca nadie lo había hecho sentir así.

El peli blanco cerró sus ojos, debe descansar, pero algo faltaba o alguien. De pronto la puerta fue abierta, volteó vagamente su cabeza y su rostro paso a una expresión de sorpresa.

—Geto....¿Qué haces aquí? — preguntó en un susurro, sentándose en la cama para poder mirarlo mejor.

—No podía dormir.....Creo que tu ausencia me afectó......
— respondió el azabache con una sonrisa nerviosa, rascándose su nuca avergonzado. Parecía un niño pequeño con su almohada bajó un brazo y su cobija.

— ¿Kusakabe no te vio?

— ¿El guardia? No, está dormido, debo confesar que sus ronquidos me alteran

— ¡¿Otra vez?! ¡Este hombre para con sueño todo el día!

— Entonces.....¿Puedo pasar la noche aquí o no?

— Apúrate, antes de que cambie la opinión

Satoru suspiro derrotado, hizo un pequeño espacio en la cama, aunque no era muy grande, por lo cual estarían apretados.

El contrario sonrió emocionado y se echo, arreglo su almohada con cuidado — también la del peli blanco — para después arropar su cuerpo con la cobija.

—Deja de moverte, me vas a tirar
— susurro enojado el peli blanco, tratando de acomodarse. Era un poco incómodo.

—Perdón, creo que esto fue mala idea..... — respondió Geto muy avergonzado. Se sentía un tanto culpable por el malestar del contrario. —Será mejor que me vaya..... — el joven iba a levantarse, pero una mano lo jaló, cayendo muy cerca de Satoru.

—¡No! Di-digo, está bien, no me molestas, además tampoco quiero dormir solo..... — declaró el peli blanco nervioso, desvío la mirada hacia otro lado. Ver aquella sonrisa burlona lo estremecía.

—Bien, descansa Satoru, gracias.....

—Igualmente, Geto.....

Trataron del todo para no invadir el espacio personal del otro, pero era imposible, debían de encontrar una forma para aquel problema.

—Abrazame....

—¿Q-que?

—¡Olvídalo! ¡So-solo duérmete de una vez!

Satoru cerró sus ojos muy apenado por lo que decía, pero los cálidos brazos del contrario rodearon su cuerpo de una forma afectuosa para atraerlo a él.

Grito internamente por eso, su rostro enrojecio por completo, sin embargo, ahora se sentía mejor, siendo sincero, le gustaba la cercanía de Geto, aunque no podía moverse antes por el reducido espacio.

❝𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐄𝐭é𝐫𝐞𝐨❞ || [𝘚𝘶𝘨𝘶𝘴𝘢𝘵𝘰]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora