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Es tres de febrero, una fecha la cual me atrevo a decir que no es de mi agrado, cierro mis ojos con cierta pesadez, no quiero levantarme ni muchos menos salir de la habitación.

El clima da indicios de que estará nublado por el resto del día, no hay mucho ruido excepto por leves suspiros de mi boca, suspiros de desilusión y amargura.

De todas formas, esto se le pasara, creo, por lo menos hasta que llegue el siguiente amanecer.

Todo hubiera estado tranquilo, aunque es una palabra que dejó de tener sentido, pues mi hermoso y carismático compañero de cuarto —y mi gran amor— llegó a mi vida y dudo que quiera irse. Si lo hace, lloro.

—¡Geto! ¡Geto! ¡Geto! — Llamó el peli blanco saltando al rededor de la cama del contrario, parecía desbordar demasiado brillo de felicidad, una qué cegaba.

—¿Qué ocurre? — preguntó el azabache dudoso, rascándose la cabeza con brusquedad, bostezo ligeramente. Solo quería dormir.

— Nada, solo quería decirte que hoy hay hot cakes y necesito que los pruebes

— Ah, lo haré más tarde, no tengo ánimos

—Pero a ti te gustan los dulces.... — respondió Satoru angustiado, frunció su ceño y arrugó la nariz. Algo no le terminaba de gustar.

—Déjame dormir, iré contigo en unos minutos, no quiero ser una carga para ti — declaró Geto nervioso, parándose de la cama, se puso unas sandalias negras, al contrario de Gojo que eran pantuflas de tiburón.

— Pero....

— ¡Apúrate antes de que se acaben!

— Pero....

Sus manos lo empujaron con delicadeza afuera de la habitación, sonrió un tanto forzado y cerró la puerta detrás de si. El peli blanco titubeo en irse, sin embargo, escuchó a Nobara llamarlo.

No tuvo más remedio que seguirla, claro que algo en su corazón le decía que debía de quedarse.

Por otro lado, Geto se derrumbó en el suelo, sus piernas le fallaron, respiro profundamente hasta diez. Parecía un entrenador de yoga, pero por dentro el infierno ardía.

«Bien, vamos Geto, que la vida no te de duro, tú dale duro», pensó el azabache caminando lentamente hacia el lavado, mojó su rostro y pudo escuchar una pequeña risa y vio una sombra en el espejo, eso lo paralizó.

—Ojalá morir.... — susurró molesto, limpiando el vidrio con un paño húmedo, la necesidad de tirarse por la ventana le era esencial ahora.

¿Por qué hoy día era tan difícil para él?

¿Por qué hoy día era tan difícil para él?

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— Amo comer hot cakes

— Lo dice él que no engorda por tragarse cuatro cajas de pizzas

— Cállate

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⏰ Última actualización: Oct 04 ⏰

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❝𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐄𝐭é𝐫𝐞𝐨❞ || [𝘚𝘶𝘨𝘶𝘴𝘢𝘵𝘰]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora