❝𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐄𝐭é𝐫𝐞𝐨❞ || [𝘚𝘶𝘨𝘶𝘴𝘢𝘵𝘰]

16

¿Estuvo correcto lo que hize? ¿Debí aceptar su regalo? Ese ramo era tan hermoso y brillante, ella dijo que eso significaba su amor hacia mí, quizás sea algo lindo, no sé mucho sobre el lenguaje de flores.

Aunque su sonrisa no era la de siempre, dulce y cálida, parecía más disparatada, más seca, o eso creo yo. Era extraño, demasiado, jamás la vi actuar así conmigo, se portaba bien, un carácter fuerte, pero suave, toda mi percepción hacia ella se derrumbó.

¿Era así siempre? ¿Tan enojada, reprimida y ansiosa? Me dolió sus rasguños, mi piel arde, enrojecida por sus caricias mortales, tuve miedo de ella y de lo que podría hacerme.

Siento algo de culpa por dejarla ahí, molesta y incómoda ante la situación, debo de admitir que no quiero volver, no quiero gritos de su parte, no parece que me pueda sostener, tampoco dejarme ir.

Sin embargo, temía por él, lo que puede llegar a hacer capaz, no quiere que le pase nada malo, solo necesita abrazarlo y decirle que está aquí. Su ira no fue apropósito, simplemente un pequeño sollozo de ayuda.

Escapó como la presa que es, todo su alrededor lleno de depredadores listos para devorarlo, hacerle sentir dolor y llorar de la impotencia por no poder hacer nada. Vulnerable, eso odia, serlo y actuar así.

Busqué con la mirada algún indicio de Geto, golpeé mi frente y cabeza para tratar de buscar lugares a los cuáles él pudo haber ido —son hábitos que tengo desde pequeño— me decía a mi mismo tonto o estúpido mediante eso, quizás aveces me comportaba como un idiota, ignoro la realidad, no maduré, después todo sigo siendo un niño pequeño.

Hize memoria y finalmente di en el clavo al saber en dónde se encontraba, corrí con todas mis fuerzas hacia ese lugar, rezaba para que estuviera ahí.

Cada vez que tuviéramos alguna pena o simplemente necesitábamos espacio, vendríamos aquí, estuve más pensando en Yuna qué en lo decía, que horrible persona soy, lo siento, Geto.

Realmente lo lamento, inconscientemente hago daño a quiénes me quieren, no sé desligarme, me desconozco cuando está aquí, podría ignorar la presencia de cualquiera, porque mis ojos solo la verán a ella.

Pero ahora mi realidad era otra, abrí mis ojos, observé como era la persona de la cual me enamoré, aun así, no puedo odiarla, mi corazón la sigue amando, la verdad todo es tan confuso para mí.

Base mi vida en ella, como si fuera mi diosa y yo su fiel creyente, no sé amar, ¿qué es el amor? ¿La idealicé demasiado? ¿Qué soy sin ella? Me duele mucho, estoy tan cansado de esto.

Mis emociones se volvieron inestables, tiemblo ante mis pensamientos, pero debo dejar todo atrás y concentrarme en ayudarlo.

Está aquí, lo encontré, pare de improviso, por un momento pensé que me desmayaria, recupere aire, aunque mi respiración era desastrosa, muy acelerada, como un pez fuera del agua.