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Creo que ha tenido el tiempo suficiente de conocer a Geto, sus miedos, sus deseos, sus gustos, quizás le falta un largo camino para que él se abra con más confianza, pero los resultados no son tan malos.

Ya lo conoce por su alma, no es blanca, tampoco negra, es más un gris con una tenue luz a su alrededor, necesita una guía para salir de aquel agujero lleno de perdición en el que se encuentra.

Su corazón está roto, pequeños pedazos se desprenden cada día, sin embargo, aquellas vendas y curitas de estrella lo mantienen completo y fijo en su lugar, evitando que se desmorone.

No puede decir que lo ama, tampoco que lo odie, aunque quizás siga confundido, ¿cómo no estarlo? Él es un caballero que siempre lo salva y cuida como el tesoro más valioso que tiene y ella es una reyna calculadora y fría que solo le pone atención cuando necesita algo.

Lo lógico sería elegir a la reyna, aunque eso no resulte en algo feliz, pero no quiere seguir ese supuesto razonamiento, tal vez traiga una consecuencia, es una posibilidad.

Sin embargo, estoy cansado de ser el niño bueno de mamá, ser el hijo perfecto de un matrimonio sin amor, ser el próximo dueño de una empresa que ni siquiera le causa aprecio por la obra de su linaje.

Mi único deseo es tan alejado a mi realidad que es casi imposible que lo cumpla, quisiera escapar, irme lo más lejos posible, quizás comprar una pequeña casa familiar con bonito jardín, exactamente una tradicional.

¿A Geto le gustara las paredes de color amarillo? Ojalá tenga buenos gustos con los muebles, no quiero pelear por eso, sería bueno que haya una piscina ¡Sería fantástico!

Aunque no sé nadar, pero él puede enseñarme, por ahora, el agua me causa terror y tendré que borrar de mi mente que casi muero ahogado. Genial, ya volví a acordarme.

—Me siento bastante agotado....Débil....¿Así se siente una persona normal? — el peli blanco bostezo levemente, frunció su ceño un poco molesto ante la inactividad de su cuerpo, apenas sus manos sujetaban la ropa del contrario.

—No pareces estar bien....¿Quieres que llame a Yuki? — susurro Geto preocupado y confundido, por un momento había olvidado que estaba enfermo. Era un completo idiota.

—¡No! — exclamó Satoru asustado, separándose de él, mantuvo su mano en su frente, un escalofrío pasó por su columna de manera espantosa.

—¿Por qué no? No quiero arriesgarme a que empeores....
— intentó tomarlo por los brazos, pero lo apartó con brusquedad.

—Verá mis marcas....Y no quiero que pregunte, será peor si descubre quién lo hizo....Yo no deseo que mi padre haga algo como respuesta — respondió nervioso, mordiendo levemente su labio por sus pensamientos disparatados que se acercan a una posibilidad.

No era la primera vez que reclamaban a mi padre por esto, bueno, no exactamente tenía que ver con el abuso físico, más bien por el verbal y la poca preocupación que tenía por mí

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No era la primera vez que reclamaban a mi padre por esto, bueno, no exactamente tenía que ver con el abuso físico, más bien por el verbal y la poca preocupación que tenía por mí.

❝𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐄𝐭é𝐫𝐞𝐨❞ || [𝘚𝘶𝘨𝘶𝘴𝘢𝘵𝘰]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora