❝𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐄𝐭é𝐫𝐞𝐨❞ || [𝘚𝘶𝘨𝘶𝘴𝘢𝘵𝘰]

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Después que Geto haya guardado y desempacando sus cosas, siendo visto por el peli blanco el cual era demasiado curioso, una qué otra vez preguntaba por algún objeto o artículo que tenía el contrario.

En serio era muy fastidioso, hasta algo irritante, pero su sufrimiento terminó cuando por un altavoz notificaron qué todos volvieran a la sala de reunión, solo habían dado un tiempo para que encuentren sus habitaciones y se instalen.

Ambos se miraron por un segundo para después irse, no hablaron en todo el proceso. Cuando llegaron al lugar indicado, habían formado grupos de dos, teniendo cada uno una pareja.

— Ya que ustedes son los últimos en venir, tendrán que trabajar juntos
— notificó la rubia con una sonrisa. Al parecer no se percató de lo grave de la situación.

— ¿Qué? Ya es suficiente con que tenga que compartir habitación con él! — replicó Satoru en protesta, negando varias veces con la cabeza como un niño pequeño.

— Está decidido, Satoru, lo siento, además con más razón deben de conocerse, quizás se vuelvan muy buenos amigos! — Yuki hablo de manera entusiasta, tanto que su brillo de felicidad casi deja ciego al peli blanco.

Este acepto la decisión a regañadientes, se sentó en la mesa en frente de Geto, quién le sonrió de manera burlona.

— Ahora que lo veo, falta alguien para que interactue con Itadori y Sukuna.....
— susurro Toji poco convencido, trato de buscar alguna solución ante el problema.

Y justo en ese momento, entro un joven peli negro, observó todo con confusión, puesto que había caras nuevas en el hospital.

— Parece que llegaron más personas..... — habló en un tono tímido. Su repentina aparición detrás de Toji, hizo que él se sobresaltara.

— Megumi, me asustaste, no hagas eso
— Toji suspiro más calmado, mientras revolvía el cabello de su hijo, despeinandolo en el proceso.

— Vine de ver a Tsumiki, así que pase por aquí un rato

— ¿Y a tu padre no lo visitas?

— Siempre estás ocupado o no?

— Buen punto, pero dejemos eso de lado, ves a los dos pelirosas de allá? Habla con ellos, platiquen de su vida o lo que sea

— ¿Pero por qué yo?

— No hay nadie más, por eso

— Está bien

Megumi se dirigió directo hacia la mesa dónde ellos se encontraban, viendo de reojo a un peli blanco que lo saludaba enérgicamente, este solo lo ignoro.

— Mucho gusto, soy Megumi Fushiguro — dijo el azabache con una expresión tranquila y a la vez seria.

— Te pareces mucho al amargo de allá ¿Eres su hijo? — pregunto Sukuna señalando al mencionado. Recibiendo un codazo por parte de su gemelo, Itadori.

— ¿Tanto nos parecemos? — Megumi alzó una ceja con diversión, sonriendo levemente. Ambos se quedaron hipnotizados por su gesto.

— Demasiado, pero eres más lindo que él — respondió Sukuna de manera  descarada. — Y más tierno — añadió Itadori tímidamente, sus mejillas se teñian de rojo. Quizás ese trío se lleve muy bien.

Por otro lado, Satoru miraba toda la interacción del azabache con los gemelos, su expresión era de pura indignación.

— ¿Por qué tan celoso? ¿Tienes miedo que te quiten a tu noviecito? — bromeó Geto en un tono burlón, sonrió con arrogancia al ver el rostro del contrario molesto.