Capítulo 27

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Nina.

Lo último que recuerdo antes de caer al piso es que oí un disparo y el ruido de todo el mundo a nuestro alrededor aumentó, menos el de Louis.

No puedo respirar.

Hay gente sobre mí intentando sujetarme, son doctores. Escucho a lo lejos la voz de Leonor y sé que la he cagado. Que entre Louis y yo hemos construido algo más grande que nosotros mismos.

Me duermo y despierto tan seguido que no consigo distinguir la realidad de lo que sueño.

¿Dónde está Louis?

¿Por qué no ha venido a verme? He reconocido la voz de todos, menos la de Louis ¿Dónde está Louis? Intento despertar con todas mis fuerzas y cuando abro los ojos empiezo a llorar, no me puedo mover.

No puedo respirar.

Bajo la vista y hay una enfermera entre mis piernas sacando muestras. Estoy demasiado drogada como para entender lo que está pasando. Una enfermera a mi lado saca una aguja y trato de hablar, pero mi cuerpo no me responde.

No otra vez.

— Todo está bien — me dice acariciando mi rostro.

Louis.

Louis ¿Dónde estás?

No puedo respirar.



Despierto sobresaltada, mi cuerpo está empapado de sudor. Aprieto la mano y noto que mis uñas han crecido un poco, sigo apretando hasta que me duele la palma de la mano. Una enfermera acaricia mi mano para que relaje el agarre, la miro y pese a que tiene barbijo, sé que está sonriendo.

— Buenos días, Nina ¿Cómo te sentís? — observo algunos mechones de pelo salir de su gorro quirúrgico y trato de memorizar los pocos rasgos de su cara.

— ¿Qué día es hoy?

— Sábado 22 de agosto — responde y ahora ella pregunta — ¿Sabes en qué año estamos?

— 2020 — ella asiente y acaricia mi brazo mientras levanta su vista a los monitores. Estuve dormida casi 2 días. Tengo la garganta seca y mi voz escucha distorsionada. Entonces me entra el horro ¿Dónde está Louis? Ayer era su cumpleaños — nuevamente siento dificultades para respirar.

— Todo está bien — ella se acerca, pero me hago a un lado.

—¡No! Quiero ver a Louis — rompo en llanto — ¡Louis! — grito — ¡Primo! Por favor, ven acá — intento levantarme de la cama y aparto las manos de la enfermera que intenta regresarme a mi lugar — ¡Louis! Quiero ver mi hermano, es su cumpleaños, va a estar molesto conmigo — caigo al suelo y me arrastro en un intento por levantarme. Escucho una voz masculina pero cuando corre la cortina veo que es Daniel, me mira horrorizado y ve algo en el suelo, cuando bajo la mirada noto que una de las vías en mi brazo se desconectó y me está saliendo un chorro de sangre por la abertura.

Rápidamente él me carga y me acuesta en la camilla mientras llegan otras enfermeras a arreglarme la vía. Sujeto la campera de Daniel y él se queda a mi lado mientras yo lloro desconsoladamente. Cuando han terminado, una enfermera se acerca con una aguja, pero Daniel la detiene en seco.

— Me parece que ya han sedado suficiente a mi hija ¿No ven que solo la alteran más? — Él se sienta en mi camilla y me rodea con los brazos intentando protegerme, me pego más a él y finalmente la enfermera baja la jeringa.

Escuchamos pasos rápidos aproximarse y aparece mi madre junto a Leonor, ambas pálidas y preocupadas. Mi madre me abraza y me pregunta 5 veces si estoy bien, Leonor se mantiene alejada observando en silencio, por su expresión puedo adivinar que algo muy malo está pasando.

Argenzuela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora