Nina
Desperté con la sensación de algo me presionaba el pecho. Abrí lentamente los ojos y pude ver a un gato gris de ojos verdes mirándome fijamente, lo acaricié y lo tomé entre mis manos mientras me levantaba. Nunca había dormido en esos sacos de dormir, me sentí gringa. Luego de lavarme la cara y los dientes, salí al pasillo acompañada del gato. De la cocina, se oían voces pertenecientes a Paola, Louis Carmelo, Micaela y Chris. Supuse que el gato era del último, así que lo metí dentro de mi suéter mientras me acercaba a la cocina, sonreí inocente cuando Chris me miró mal.
— ¡Boba! La cola sobresale de tu campera.
Lo miré mal y coloqué al gato en el suelo mientras este maullaba y se alejaba. Parece que no le gustaban los espacios cerrados.
— Si te piden mucho, diles que Nirvana está en venta — le dijo Louis a Paola mientras esta ordenaba la comida y bebidas por teléfono —.
— Deberíamos comer algo ligero, ¿Qué opinas de la Gelatina? — preguntó Mica.
— No sé a qué viene al tema, tesoro. Pero a mí solo me enseñaron la Y griega y la I latina. La G latina no me suena, quizá falté a esa clase ¿Verdad, Nirvana Maria? — respondió el intelectual primo que me concedió mi bella tía.
Mica me miró confusa y negué cansada. La inteligencia corre, pero Louis es más rápido.
— Él no es así, solo le dan apagones cerebrales.
Paola se cansó de tanta idiotez y ordenó lo primero que se le ocurrió.
— Chris nos comentó que irán a la misma universidad que nosotros ¿Qué piensan estudiar? — preguntó nuestra mexicana.
— Yo estudiaré ingeniería mecánica — respondió Louis revisando su teléfono —.
— Yo estudiaré psicología — respondí —.
— Che, relinda carrera — dijo Matías entrando a la cocina —. Ayudar personas, hogares— lo interrumpí —.
— Me encanta el chisme — él asintió pensativo mientras se acomodaba los lentes —.
— Debemos juntarnos un día e ir a comer todos, ahora que van a venir los días lindos ¿Qué comida te gusta, Nina? — preguntó Mica.
— Me gusta la comida exótica.
— Dicen que eres lo que comes — comentó Chris sirviéndose mate —.
— No recuerdo haber comido un fracasado sin valor — dijo Louis de la nada. Mica lo miró con lástima y lo abrazó, yo solo rodé los ojos —.
—¡Ay no, gordo! — dijo Briana.
— Me llegás a decir así, y te perforo el pulmón con un sacacorchos — me murmuró Chris —.
Turbio. Ya tengo un potencial paciente.
Chris.
Lo crean o no, me sentí identificado con las palabras de Louis. Todas mis relaciones han acabado por mi culpa, soy una persona condenadamente insegura y autodestructiva. Pero con Nina me sentía a gusto. Me sentía con la comodidad de una amiga, pero con la adrenalina del primer amor. Hace muchos años que no volvía a sentirme emocionado con la presencia de alguien, tal vez la estaba idealizando.
Tenía algo que me hacía sentir a gusto, sentía que con ella las cosas estaban bien. Pero ¿Cuántas veces no me dije esto? No que yo sea una persona monógama. Desde que llegué a la pubertad no estuve del todo soltero y en ninguna de mis relaciones fui completamente fiel. Desde mensajes hasta pequeños encuentros, nunca fui capaz de mantener una relación a salvo de mi autodestrucción e inconformismo.
Y me siento idiota, hace menos de un mes que nos conocemos. Siempre me pareció estúpido el guion de esas películas donde se enamoran a la primera. Pero es que a veces así son las cosas. El sentimiento nace a la primera y ya está en uno la decisión de mantenerlo. El ser humano no está hecho para estar solo, necesita de alguien o algo todo el tiempo y quiero que Nina sea eso que necesite para toda mi vida, pero sé que eso no pasará, no hay manera de hacer que funcione.
Sí, creo que tuve un capricho a primera vista.
— ¿Puedo elegir el juego de mesa? — preguntó Louis tiernamente.
— ¡No se les ocurra! — exclamó Nina — Louis Carmelo una vez llevó la Ouija a la iglesia para el espacio recreativo que hacían los jóvenes después de la misa. Después de eso no lo dejaron entrar otra vez ni le dirigieron la palabra.
— No puede ser — dije riendo —.
— Cuando nació, a mi tía le hicieron elegir entre la placenta y el mocoso — remató Nina —.
Tiene sentido del humor, es sincera, es linda, es exótica y mi madre la quiere ¿Cómo esperan que no me guste?
— Quizá no soy perfecto, pero tú tampoco, coñu e' tu madre — dijo intentando pegarle, pero ella lo esquivó —.
Al rato, Matías se tuvo que ir al igual que Paola y los 4 que quedamos nos encargamos de bañarnos, cambiarnos de ropa y limpiar la casa.
— Fue una buena bienvenida — dijo Nina sentándose en el sofá cuando hubo terminado de limpiar los platos —.
— Hay que hacerlo más seguido, más ahora que estaremos en la misma facultad.
Louis apareció corriendo y gritando:
—¡Una cucaracha! — reí — tendrás que matarla tú, Nirvana María, porque yo no puedo.
Dicho y hecho. Nina es auto eficiente.
— Sos tu propio novio — dijo Mica en broma —.
— Yo le digo que no tenga novio, sino novia. Así no sale embarazada — me miró a mi —, lo mismo va para ti — me giñó el ojo —. No homo.
— ¿Qué harías si Louis intentara besarte? — preguntó Nina en tono divertido mientras acariciaba a Mili, mi gata.
— Él es mi futuro esposo — dije en tono afeminado haciendo que Mica y Nina intercambiaran miradas y se rieran —.
Nina.
Hay cosas incómodas y luego está la despedida que tuve con Chris. Mi padrastro nos había pasado a buscar a Louis y a mí para ir a casa. Fue extraño que estuviésemos casi hasta el mediodía y no vimos al padre de Chris en ningún momento, supongo que es ausente.
— La pasé genial — dijo Mica a Louis y a mí mientras nos despedía —.
—¿No vas a tu casa? — preguntó Louis curioso.
— Vivo más con Chris que con mis padres — dijo dándole un cariñoso abrazo al mencionado, Louis tensó la mandíbula —.
Me despedí de todos con un beso y cuando me fui a despedir de Chris, me tropecé y casi le caigo encima.
— Soy un desastre — dije riendo —.
— Y yo soy desastroso — dijo casi en voz baja, pero pude oírlo a la perfección —.
Y Me besó. Y no en la mejilla.
Me besó y me dejó con una sensación muy lejos del "wakala" e "Iugh" ¿Asqueada?, ¿Perturbada? Tal vez estaba deshidratada.
¿Y saben lo triste de estos acontecimientos imprevistos? Que siempre acaban mal.
Destrucción, ven a mí.
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Capítulo dedicado a la creadora de nuestra portada:
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Argenzuela
HumorPara nadie es un secreto la situación que viven día a día los venezolanos, que luego deben verse en la opción de emigrar a otro país. Así fue como Nina y Louis Carmelo acabaron en Argentina. Y les voy a ir hablando claro, esta no es una historia de...