• Capítulo 08

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Nina.

Pasó un mes desde mi llegada y les puedo decir varias cosas:

1- Los baños tienen dos pocetas y son pocos los que tienen tanque (estos están tras la pared del baño).

2- La gente toma mate como si fuese agua y cuando hace calor tereré (me gusta el tereré).

3- Aquí la gente paga el transporte público con tarjeta como quisieron hacer con los TransAragua*.

4- Buenos Aires tiene un clima muy bipolar.

5- A los estados los llaman "provincias" y los de BA se hacen llamar "porteños". (Qué raro la gente de capitales teniendo aires de superioridad).

6- (no tiene nada qué ver con el país, pero) CHRISTOPHER ESTÁ MUY RARO.

Estábamos en una mesa grande de un restaurante haciendo nuestros pedidos. Chris me aparta la mirada y evita lo más que puede dirigirse a mí, pero cada vez que puede me lanza una indirecta romántica. Hombres que leen esto ¿Me explican?

— ¿El pollo viene solo o...?  — Louis interrumpió a Paola.

— Obvio no, babosa ¿No ves que el mesero te lo trae? — Mica ahogó una risa y Paola le dedicó una mirada asesina a Louis.

Todos pedimos platos acordes a lo que nuestro estómago toleraba, pero obviamente Louis no. Él ama despilfarrar el dinero que mi tía le da y reventarse el intestino.

— Louis Carmelo, es demasiada comida — le dije cuando el plato estuvo frente a él —.

— No me juzgues, Nirvana María — dijo apuntándome con el tenedor  —. Estoy tan delgado, que si fuera Transformer; sería una bicicleta — chilló y Mica le dio una palmadita de consuelo —.

— Posta, a la única de este grupo que le queda bien la delgadez es a Nina — dijo Chris dándole un bocado a su milanesa, Paola dijo que su comentario estaba fuera de lugar y todos concordamos —.

¡¿VEN DE LO QUE HABLO?!

— A los líderes todo nos queda bien — dije rápidamente. No quería relacionarme con él porque realmente no entendía a lo que iba —.

— Eres como el cerebro; tú misma te declaraste líder en el grupo — me acusó Louis después de tragar su comida —.

— Mentira no es — alcé una ceja y Chris se aclaró la garganta —.

— El líder soy yo — lo miré mal —.

— No. No lo sos/eres — dijimos Mica, Paola y yo a la vez —.

— ¿Qué tal si todos somos líderes? — propuso Mica levantando la mano tímidamente. 

— No seas comunista — dijo Louis —. Necesitamos un dictador y Nina es la mejor para eso.

— Soy el mayor — concluyó Chris ignorando olímpicamente a Mica y Louis —.

— Soy la más inteligente — apunté —.

— Eso es discutible — dijo Louis y me encogí de hombros —.

— Ya niños, no peleen— interrumpió Matías. A veces parecía que no quería estar presente y de la nada hablaba llevándose toda nuestra atención —.

— Maduren — dijo Paola, aparentemente el ambiente en la mesa llevaba rato tornándose tenso entre nosotros y en parte era culpa de Chris —.

— Yo soy madura. Hasta maduré en eso de las indirectas ¡No como otros! — miré a Chris y este sonrió de lado y me tiró un beso — Voy a golpearte.

 — Te ayudo — se apuntó Mica y este la miró ofendido —. Y si, Chris, has estado pesado.

— Vengan de a una. 

Y así transcurrió nuestro almuerzo.

Y para aclarar: no, mi segundo nombre no es "María", es Elena. Pero Louis insiste en llamarme así porque así se llama mi abuela materna y somos muy parecidas tanto física como en nuestra forma de ser, igual, muchos venezolanos tienen la maña de cambiarte el segundo nombre como juego.

— Qué intenso este sol — mencionó Louis cuando salimos del lugar, estábamos a 19 grados y a diferencia de Venezuela, en Argentina había mucha humedad y el sol se sentía el doble —.

— ¿Y sos religiosa, Nina? — preguntó Matías acomodándose sus lentes.

— Jesús me cae fenomenal. No juzga, es hippie, le gusta el vino, camina sobre el agua, conoce de medicina y la aplica sin pedir nada a cambio. Pero me molesta su fandom tóxico — resumí mirando la hora en mi teléfono —. Hay consejos que tomo y todo eso, pero honestamente aún no encuentro un lugar donde sentirme a gusto.

— Yo soy creyente de la mitología nórdica — comentó Louis acariciando su cabello con aires de superioridad —. Mi fe está basada en Odín — dijo haciendo una seña extraña, yo achiné los ojos y reí. Louis era lo suficientemente inteligente cuando menos lo esperabas. Sin embargo, últimamente estaba en una especie de "competencia" con Chris a ver si lograba gustarle a Mica. Pero no hacía falta ser Sherlock Holmes para darte cuenta de que Chris no sentía nada por Mica —.

Lo que el inteligente de mi primo no sabía, es que todo en Mica hacía indicar que sentía algo por él. Solo basta con ver la paciencia con la que se dirigía y cómo reía con cada cosa que decía. Pero los hombres son estúpidos, así que solo se lo haré saber cuándo haya sufrido lo suficiente.

Louis era ese niño hiperactivo que la mamá le daba de todo para que se callara, pero que al final lo único que necesitaba era amor. Y ahora lo veo con Mica, y siento que ella podría darle ese amor y atención que siempre le hizo falta, cada día veo como saca lo mejor de él. Creo que no hace falta repetir que Louis tiene Mommy Issues.

— Adiós, gay — se despidió Mica debido a un comentario homosexual que intercambió Louis con Matías —.

— ¿Quieres saber si soy gay? 

Al principio creí que era pasajero, pero conozco a mi mocoso; y sé que finalmente cupido hizo de las suyas.

Ajá menor ¿Y yo pa' cuándo?

— La quiero más que el sonido del agua entrando en el tanque de mi casa — dijo a la noche mientras cenábamos con la Nonna, Daniel (mi padrastro) mi tía y mi mamá —.

Cuando abrimos la caja de pizza Louis soltó el grito más agudo que he oído en toda mi vida.

— ¡Tiene aceitunas! — chilló — ¡Quítalas! Nirvana María, ¡quítalas!

— Debiste traer un niño más inteligente al mundo — le dijo la Nonna a mi tía —.

— Es por eso que solo traeré a esta casa un título universitario — dije quitando las últimas aceitunas de la pizza —.

— Un hombre deberías traer, nena — dijo seria y mi sonrisa de desvaneció. Nuevamente sentía aquel peso sobre mis hombros —.

— He aquí su futuro esposo — dijo mi madre mostrándole a la Nonna una foto de Chris en su teléfono, yo había perdido el apetito —.

— Yo no quiero — dije jugando con la rebanada de pizza en mi plato —.

— Belén y yo hemos planeado esto desde hace años —  dijo mi mamá en broma —, ya no es promesa, es un pacto.

— No quiero saber de tus pactos extraños — fruncí el ceño —.

— Solo si les importa, empezaré a vender Avón — dijo Louis desviando la conversación cuando notó mi incomodidad — ¿Qué? De alguna manera debo pagar mi boda con Mica. Ella está a un vaso de agua de calzón de convertirse en la señora de Malpica.-

— Sí, solo no le digas cuál va a ser su apellido.

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¹* TransAragua: Transporte Público Venezolano, patrocinado por el gobierno.


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