• Capítulo 04

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Nina.

¡Buenas noticias! Era una broma del baboso e inmaduro hijo de la amiga de mi mamá. En el capítulo anterior vieron un tutorial de cómo caer mal en menos de 5 minutos y a su vez dejar e parecer atractivo para alguien. 

Mientras el estúpido rubio se retorcía de la risa, mi primo suspiraba aliviado.

— Eres un — Louis me interrumpió —.

— No vuelvas a hacer eso.

— Ay perdón. — dijo el rubio tratando de controlar su risa — Tenía que darle uso. — dijo guardando su "placa" — Pero sí me llamo Christopher Liebe.

— Mucho gusto, Louis Carmelo — mi primo le tendió la mano como si nada —.

—¿Te apellidas Carmelo? — preguntó Christopher confundido.

— Nunca sabrás mi apellido.

— Yo soy Nina Stod. — dije secamente — ahora, ¿Puedes llevarnos con nuestras madres?

Nos hizo una seña y lo seguimos. Fue cuando vi las ventanas y noté que había comenzado a llover, hice una mueca la cual nuestro acompañante notó.

— ¿Te molesta el agua?

— El frío.

—  Yo amo el frío.

Me mordí la lengua para no soltarle un mal educado "No te pregunté".

— Nina, — me llamó Louis, lo miré y él sonrió de lado — lo siento. No debí hablarte así.

— Oh, tranquilo. William Shakespeare estaría orgulloso de tus dramas — él me sonrió y supe que ya estábamos bien. A fin de cuentas, es Louis Carmelo, no odia para siempre. Cada vez que salimos sin supervisión alguna cosa lo pone de mal humor, pero no puede enojarse para siempre conmigo, a diferencia de mí que estoy molesta con él desde que nació —.

Ver a nuestras mamás vimos el cielo, pero como no es raro, Louis me echó la culpa a mí de todo; quise pegarle una patada, pero estaba mi mamá y mi tía. El mommy issues de Louis se desbloqueó y casi que le pide a la mamá que lo cargue.

El novio de mi mamá me abrazó y dio una larga charla de lo grande que estaba y de lo feliz que se sentía por tenernos a las dos. Fue tierno, pero siempre fui muy distante con él. En mi corazón hay un espacio reservado para mi papá y nada más que para él, un lugar que no dejaría que ocupara nadie más. 


Chris

Estábamos en la camioneta rumbo a mi casa para darles la fiesta de bienvenida. Justo pasábamos por una marcha feminista de "Pro- abortos" y "Pro- vida". Es que ni un diluvio pone fin a sus marchas. Me quejé por el tráfico y Louis miró por mi lado de la ventana mientras leía un cartel.

"Usa protección para no tener hijos si no tienes dinero para criarlos".

— Ese letrero no va a detenerme porque no sé leer. — dijo decidido —.

Cuando llegamos a la casa, mi madre abrazó a los recién llegados como si horas antes no hubiese intentado tirarme el termo del mate.

— ¡Nina, qué linda que sos! — dijo tomando su cara entre sus manos — Pueden venir cuando quieran.

Micaela me miró desde la cocina burlona y yo suspiré.

Cuando Mica y Louis Carmelo se vieron, tuve la seguridad de que habría una boda próximamente. 

— Hola, ricura campestre — dijo Louis coqueto. Definitivamente eso conquista a cualquiera. Mica río y empezó a sacarle conversación sobre Venezuela y el viaje —.

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