ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 4

5.3K 404 50
                                    

Mis ojos van de un lado a otro, escuchando como todos hablan entre sí. Hay un pequeño grupo que está en la barra, otros están en los sillones, donde me encuentro yo. Debido a tantas voces no me puedo concentrar en alguna conversación, sumando que soy la única mujer y que casi nadie me conoce. Juani está a mi lado, hablando con un chico super alto y flaco, que está en la otra orilla. Los tres estamos sentados en un sofá largo, donde entramos de pedo, ya que los demás están todos ocupados por más chicos.

Miro un rato al chico de ojos claros que está junto a Agustín Pardella, pero mi atención no dura mucho en él ya que siento mi celular vibrar entre mis manos, cuando lo prendo veo que es un mensaje de Belén, mi mejor amiga.

Miro un rato al chico de ojos claros que está junto a Agustín Pardella, pero mi atención no dura mucho en él ya que siento mi celular vibrar entre mis manos, cuando lo prendo veo que es un mensaje de Belén, mi mejor amiga

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lo apago al instante, sintiendo que sigue vibrando en mi mano, pero sin querer mirar los mensajes que me sigue mandando Belén. Estaba segura que era porque quería saber de Mati, y teniendo mi mirada sobre el chico con pintas de falopa, suelto un risa de solo imaginarme a Belén en mi lugar, lo más probable es que se mordería las uñas.

—¿Qué te reís tanto? —me pregunta Juani y yo me giro a verlo.

Blas, o así escuché que se llamaba el tipo alto de rulos, también se me queda mirando. No compartí palabra con él más allá de un "Hola", así que siento que es mi momento para entablar una conversación también con él.

—Nada, es mi mejor amiga. Está re loca por Mati y le dije que estaba con ustedes —explico, de repente sintiendo el tono de llamada de mi celular. —. Me está llamando la loca.

Juani deja el vaso con Coca Cola sobre la mesa y me extiende la mano, yo lo miro confundida. Blas niega con la cabeza y toma un sorbo de su bebida.

—Dame tu celu.

—¿Para qué?

—Le vamos a dar una sorpresa a tu amiga. —me dice, y sin más me agarra el celular.

Se pone de pie y se acerca a Mati lentamente, mirando la pantalla, seguramente contestando a Belén. Al igual que él, me paro y lo sigo, solo para querer escuchar los gritos de mi amiga. Me sorprendo cuando veo que le cuelga y aprieta el botón para una video llamada.

—Ay no, se va a morir, boludo. —me tapo la boca para aguantarme la risa.

Parada detrás de Juani veo como Belén responde la llamada, y no aguanto la carcajada cuando se da cuenta que quien le respondió es el famoso Juanicar, y no su mejor amiga. Pero más allá de eso, lo gracioso es cuando se deja de enfocar así misma de la vergüenza, ya que tiene una bolsa cubriéndole el pelo, seguro teñido, y no tiene maquillaje, lo cual es el infierno para ella.

—¡Hija de puta!

—Eh, tampoco ataques así. —le digo.

Juani aún se mantiene sonriente, aprovechando que Belén no se está enfocando para poder mirarse en su propio reflejo y acomodarse los rulos.

—¿Qué onda, amiga de Ori?, ¿Todo bien, reina?

Ay no, no puede ser. Que vergüenza, la puta madre.

Juani se gira a verme y yo me mantengo con la boca tapada, imaginando la cara de Belu ante la situación.

—Mira, amiga de Ori, te presento a alguien. —sigue jodiendola.

Es cuando se acerca a Mati y le apoya la mano en el hombro, provocando que éste lo mire mientras le da un trago a su Fernet. Cruzo miradas con él y después mira la pantalla de mi celular, curioso de lo que está haciendo su amigo.

—Mati, mira...

—¡NO!

Suelto otra carcajada y me tengo que agarrar del hombro de Juani para tener que hacer más silencio. Los demás empiezan a mirarnos, pero más allá de una mirada de rareza, tienen una sonrisa plasmada en sus caras, como si la situación también les divirtiera a ellos.

—Te presento a la amiga de Ori, ¿Cómo se llama?

—Belén.

—A Belén.

—Que hijo de puta que sos, Juani re culiado. —dice ella.

Juani se ríe y Mati agarra mi celular en su lugar, interesado en lo que está pasando. Vuelve a dar un sorbo a su Fernet y luego decide hablar.

—¿Qué onda, Belu?, ¿Todo joya?

Te juro que no estoy en mi mejor momentodice, pero seguimos sin poder verle la cara. —. Soy linda cuando no me estoy pintando el pelo, te lo juro.

Mati se queda mirando la pantalla completamente oscura, esperando a que ella haga acto de presencia, pero nunca lo hace. Vuelve a tomar alcohol.

—Tendría que confirmarlo, Belu.

Lo único que escuchamos es su pequeño grito ahogado que nos hace reír a los tres. Cuando Mati se despide de ella le vuelve a dar el celular a Juani, quien se vuelve a mirar los rulos en la pantalla. Cuando estamos yendo a sentarnos de nuevo, veo a lo lejos a papá ingresar por la puerta del hotel, detrás de él, Enzo. Papá me da una rápida mirada y nos sonreímos mutuamente, mientras que Enzo solo le dice pocas palabras antes de caminar en nuestra dirección. Antes de que pueda estar más cerca, me siento al lado de Blas, quedando ahora yo en el medio.

—Bueno Belu, me despido, un honor haber hablado con vos —dice Juani y su mirada también cae en Enzo cuando pasa por nuestro costado, yendo en dirección a Mati y Agus. —. Ojalá te quede linda la teñida.

Me río una última vez por la joda que le hace y recibo mi celular cuando ella lo insulta por última vez, cortando la llamada a la bosta. Me guardo el celular y me estiro para agarrar el vaso que dejó Juani en la mesa minutos atrás. Mientras tomo gaseosa me fijo de nuevo en Enzo.

Llegaron relativamente temprano para ser una entrevista, por lo que la probabilidad de que la hayan cancelado debido al mal clima eran muy viables.

Veo que comparte un par de comentarios con sus compañeros, y tengo que desviar la mirada cuando todos ellos me miran directamente, a excepción de Enzo, quien me está dando la espalda. Veo a Blas a mi lado derecho, notando que su mirada está sobre los chicos, luego me mira a mí, quizás captando lo que está sucediendo, pero no dice nada al respecto.

Me quiero esconder bajo una piedra y no salir nunca más. Me estaba sintiendo tan observada, y eso me daba bronca, porque por fin estaba sintiéndome cómoda con todos, la estaba pasando bien, hasta que tenía que llegar Enzo. No sé qué les habrá dicho para que me mire, no uno, sino todos en la ronda, pero era demasiado obvio que el tema principal se trataba de mí.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
• 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐎𝐥𝐝𝐞𝐫 • | 𝙴𝚗𝚣𝚘 𝚅𝚘𝚐𝚛𝚒𝚗𝚌𝚒𝚌 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora