ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 8

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—Igual, no sé, ponele si Licha le mete los cuernos a la novia con Furia.

Escucho la conversación entre Juani y Felipe, la cual se basa en las infidelidades de los concursantes de Gran Hermano 2023. Estamos en la terraza del hotel, aprovechando que habían algunos sillones y mesas de madera. Hoy la noche era despejada por suerte, no como la de la otra noche, lo cual agradecía, sino estaría de nuevo llena de barro.

—Na boludo, no creo. —dice Juani echándose en el respaldar.

Yo estaba en el medio, escuchando atenta lo que decían sobre el reality. Yo muy fan no me consideraba, por ejemplo, Licha no sabía quién carajo era, solo conocía a Furia, Rosina, Alan y otros pocos.

—Yo la re banco a Furia, ojalá gane. —vuelve a decir a Juani.

Cuando escuchamos el tono de llamada de una canción de Taylor Swift, automáticamente nuestras miradas caen en el de rulos. Saca su celular y mira la pantalla, diciendo que no se tardaría mucho antes de alejarse un par de metros. Me quedo con Felipe quien tira comentarios graciosos sobre el ring de Juani.

—No critiqués, que vos sos un fifa.

—No me digas que sos bostera. —se lleva la mano a la frente, como si mi respuesta le fuera a doler.

Suelto una risa y cuando lo miro a los ojos asiento con mi cabeza lentamente. Felipe se tapa el rostro con ambas manos y escucho que suelta un suspiro, yo vuelvo a reír.

—Bue, como si fuera un delito. —suelto.

—Me rompes el corazón.

—¿Por qué? —vuelvo a reír.

—Cómo siendo tan hermosa vas a ser del azul y amarillo, no te la puedo creer.

Me quedo muda ante su comentario, sin ser capaz de reaccionar a su coqueteo indirecto, no tan indirecto en realidad. Nunca había sido buena en esto, porque no estaba acostumbrada a ese tipo de cosas, todos los chicos que alguna vez me gustaron o se me hicieron lindos, eran terribles cagones. Que Felipe saltara del trampolín y me dijera eso así como si nada me dejó helada, pero como puedo, trato de disimularlo.

—Bue, a mí me gusta un fifa hincha de River y no digo nada.—suelto, moviendo mis pies de adelante hacia atrás, nerviosa por la situación.

Siento escalofríos por el cuerpo y un tipo de adrenalina que solo genera que mis ganas de gritar sean inmensas. Quiero correr, saltar, gritar, hacer de todo, solo por estar nerviosa. Me muerdo el labio con fuerza esperando su respuesta, y cuando no percibo nada de su parte, me doy fuerzas a mí misma para tener que levantar la cabeza. Cuando lo miro, siento que me pongo roja al notar que sus ojos claritos me están observando en silencio, una sonrisa adornando sus labios.

—Me estás dejando el pase libre, Ori —murmura, sus ojos mirando por breves segundos mis labios. Mis nervios incrementan aún más. —. ¿Sos consciente de eso?

No me sorprendo ante esta situación en realidad, desde el primer momento en que lo vi por las historias que subía Juani, antes de conocerlos a todos en persona, se me había hecho atractivo. Y el otro día, que estuvimos todos en el comedor, pude cruzar un poco de palabras con él, dándome cuenta que no solo era un pibe hermoso, sino re buena onda. Como Juani, pero Juani me había demostrado que no se acercaba a mí con intenciones más allá de ser solo amigos, además, si bien era lindo también, el vínculo amistoso ya había cambiado mi imagen sobre él, y no podía verlo como algo más. Al contrario de Felipe, quien el mismo día me pidió mi WhatsApp y me habló en la noche apenas llegué de la piscina.

Desde el primer momento demostró ese pequeño interés hacia a mí, y yo, sin poder negarme a alguien como él, aproveché la situación, como ahora. Si no avanzaba, se moría acá, y todo el pequeño show que me armé en la cabeza, se iba a quedar en España. Y si bien tenía a otro ser humano rondando por mi cabeza, no me iba a quedar de brazos cruzados solo porque para él soy muy chica. Bueno, entonces avanzo hacia el que realmente se tira hacia mí.

—Super consiente. —contesto con una sonrisa.

Felipe sonríe aún más y siento como su rodilla choca con la mía en forma de juego, yo hago lo mismo. Sintiendo un repentino escalofrío en mi piel por el simple roce.

—Listo, volví putettes.

Cuando llega Juani me echo hacia atrás, apoyándome en el respaldar, sin ser consiente de que el brazo de Pipe está estirado sobre éste. Siento su mano agarrar mechones de mi cabello y enredarlo en su dedo anular, jugando con él mientras sigue hablando con Juani. Se me hace inevitable sonreír al darme cuenta que ahora estoy más encima suyo, pero él no me dice nada, al contrario, se acerca cada vez más con la excusa de estar acomodándose. Y si Juani se dio cuenta de lo que está sucediendo, no dice nada al respecto y se hace el boludo.

La charla continúa, al menos entre ellos dos, porque mi cabeza empieza a volar por otro lado, recordando un par de ojos marrones que me tienen confusa. Me odio a mí misma por estar pensando en él, en alguien que dijo indirectamente que no estaría conmigo debido a la diferencia de edades. Pero la otra noche en la piscina me había dado tanta bronca, su duda de no saber si avanzar o quedarse donde siempre estuvo. Apenas no nos conocíamos, yo fui la que se ilusionó como una boluda con un hombre de treinta años, por Dios.

Tenía que aprender a aceptar que quizás Enzo tenía razón, y yo tampoco me podía dar el lujo de querer experimentar mi vida amorosa con alguien que ya podría hasta ser papá y estar casado. Tenía que quedarme con los de mi edad, o cercanos a ésta, como el pibe hermoso que tengo al lado, riéndose y charlando con el que en poco tiempo se convirtió en mi confidencial. Debía aceptar que Enzo tenía razón, y que era una locura estar con alguien tan grande como él, pero aún si solo lo pienso, sé muy en el fondo que en el momento en que lo tenga en frente, mi lado empoderado se va a caer en picada. También me odio por eso.

—Che, ¿No les pinta salir a bailar cuando lleguemos a Argentina? —propone Juani.

Mi atención se desvía a su persona, sintiendo esa repentina emoción de solo pensar en salir de joda con los chicos.

—Obvio que sí.

Tenía que dejar de ilusionarme con un hombre que apenas conocía, que me superaba en edad y que encima no quería nada conmigo, para así empezar a centrarme en mi juventud. Disfrutar mis veinte y lo que dentro de unos años ya no voy a poder hacer con tanta libertad.

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Perdón es que AMO a Pipe, es mi amor platónico. Y obvio también había que tener quilombos amorosos en la historia bue

Nos vemos en el capítulo 9 💋💋

• 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐎𝐥𝐝𝐞𝐫 • | 𝙴𝚗𝚣𝚘 𝚅𝚘𝚐𝚛𝚒𝚗𝚌𝚒𝚌 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora