ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 33

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• Dos semanas después

—Y pero que sé yo, yo les dije eso. —dice Juani, todos volvemos a reír.

Me acerco el vaso de gaseosa a la boca y le doy una trago luego de que termino de reír. Lo dejo sobre la mesa y después miro a Blas cuando habla, siguiendo la anécdota de cómo Juani había sido acorralado por varias chicas la noche anterior en el boliche.

—Juani pero, escúchame, ¿Cómo te van a preguntar eso?

Juani se alza de hombros de manera exagerada, el rostro ardiendole en llamas mientras busca cómo responder a eso.

—Preguntales a ellas, boludo. No sé qué pasa por la cabeza de las pibas de ahora.

—Bue para, el adulto. —digo, y Belu se ríe a mi lado, llevándose un palito salado a la boca.

—Igual re zarpada, yo ni en pedo le pregunto a un pibe si se me ven bien las tetas solo para chamuyar. Esa te re quería levantar.

Juani se queda callado, con la boca llena de maní que ni siquiera puede llegar a tragarlo todo junto. Lo miro un rato antes de reírme de nuevo y continuar con la charla. Me sacudo las manos llenas de sal y me acerco a la mesa de vidrio para poder agarrar mi celular. Al prenderlo, la desilusión cae de nuevo, pero trato de fingir y vuelvo a dejarlo en su lugar.

Ninguna notificación, ningún mensaje.

Siento a Pipe hablar con Blas de fútbol, del último partido de River, no estoy segura, mi mente ahora estaba centrada en otra cosa.

Dos semanas, en total, casi un mes sin saber nada de él, y muy en el fondo sabía que parte de la culpa era mía. Con los días había entendido que tenía que ser recíproco, como dijo Belu, pero ahí estaba, esperando alguna acción de su parte. Me pregunto si él estaba esperando lo mismo de mi parte, o simplemente ya se había olvidado del tema, incluída yo.

—¿Aún no le hablas? —me pregunta Belu en murmullo, pero sé que Juani también la escucha, porque nos está mirando fijamente.

—No, no sé qué ponerle.

—Che, vieron que Enzo se vuelve a Uruguay. —suelta él.

Mi atención cae tan rápidamente en su persona que incluso dejo de respirar al escuchar sus palabras. El rostro se me pone rojo y siento una impotencia dentro de mi cuerpo. Los demás me dan una mirada corta, pero no las paso desapercibidas, aún si estuviera sintiendo el arrepentimiento caerme encima.

—¿Cómo que se vuelve? —pregunta Belu por mí.

—Sí, la producción de la película que está grabando les dio vacaciones indefinidas a los actores —dice, acomodándose en su silla, evitando mi mirada. —. No saben cuándo pueden llegar a seguir con las grabaciones.

La boca se me seca y siento la sangre bombear mi corazón de forma abrupta, incluso siento que Belu podría llegar a escucharlo si se acercara un poco más. Mis manos están escondidas bajo las mangas del buzo que tengo puesto, sin ser perceptibles a la vista de los demás la forma en la que estoy apretando los dedos. Todos están callados, Blas y Pipe se miran entre sí para después volver a mirarme a mí solo unos segundos. Belu está igual de sorprendida que yo, e intuyo que por sus reacciones, que los otros dos chicos ya sabían de la noticia con antelación.

—Enzo me dijo que tenía la sospecha de que iban a cancelar la película, y que las vacaciones eran solo una excusa.

Ahora siento que Belén me mira en completo silencio, yo sin poder creer lo que salía de la boca de Juani.

El arrepentimiento me llega tan fuerte que hasta me odio por no haber reaccionado antes, por no haberle hablado antes. Odiaba que mi corazón esperara a momentos de mierda como estos para darse cuenta de lo que realmente quería. Yo lo quería a él.

• 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐨𝐧𝐞 𝐎𝐥𝐝𝐞𝐫 • | 𝙴𝚗𝚣𝚘 𝚅𝚘𝚐𝚛𝚒𝚗𝚌𝚒𝚌 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora