—¡Zarpa Azul! ¡Zarpa Azul!
Cuando el Clan comenzó a corear su nuevo nombre, Zarpa Azul miró
el claro a su alrededor, sintiéndose tan alta como la Peña Alta. Por fin
podía empezar a ayudar a sus compañeros de Clan.
Cola de Tormenta la saludó con una pequeña inclinación de cabeza.
Quería correr y apretar su hocico contra el de él. Pero sus patas no se
movieron y se quedó mirando en silencio mientras él se volvía hacia
Fauces de Víbora.
—¿Puedes creerlo? —Zarpa Nevada corrió hacia ella, ronroneando.
Pequeña Rosal, Pequeña Dulce y Pequeño Cardo llegaron corriendo
por el claro, maullando con entusiasmo.
—¡Son aprendizas! —chilló Pequeña Dulce.
Pequeña Rosal saltó a su alrededor.
—Las extrañaremos en la maternidad.
Los ojos de Pequeño Cardo estaban oscuros por el enojo.
—Si ustedes son aprendizas, no veo por qué yo no puedo serlo. Soy
casi tan grande como ustedes.
Pequeña Dulce puso los ojos en blanco.
—No, ¡siempre estás presumiendo!
—¡No te preocupes, Pequeño Cardo! —Zarpa Nevada intentó
tranquilizarlo—. Te enseñaré todos los movimientos de batalla que
aprenda.
Pequeño Cardo pegó su nariz en el aire.
—¡Ya soy mejor luchador de lo que tú nunca serás! —resopló.
A Zarpa Azul le picaron las garras. Quería darle un golpe en la oreja.
¡Debería mostrar algo de respeto a los aprendices de su Clan!
—¡Felicidades! —Brisa Veloz trotó hacia ellas con la cola en alto.
Zarpa Azul ronroneó, buscando a su madre. Flor de Luna se había
parado a hablar con Cola de Tormenta, pero al ver a Zarpa Azul se separó y
se apresuró a reunirse con sus cachorras.
—¡Estoy tan orgullosa de ustedes! —volvió a mirar a Cola de
Tormenta—. Su padre también lo está.
Casi como si le hubiera hecho una seña, Cola de Tormenta se dirigió
hacia ellas. Fauces de Víbora le siguió, con los ojos entrecerrados como si
algo le preocupara.
—Bien hecho —la mirada de Cola de Tormenta se dirigió a las patas
embarradas de Zarpa Azul.
Ella se sentó con un golpe, ocultándolas lo más posible.
—¡Vamos a ser las mejores aprendizas! —Zarpa Nevada maulló feliz.
Cola de Tormenta agitó la cola.
—No espero menos.
Pluma de Ganso se unió a ellos, con Bigotes Plumosos a su lado.
—Enhorabuena, a las dos —maulló con calidez.
—Gracias —Zarpa Azul bajó la cabeza.
Pluma de Ganso asintió a Cola de Tormenta.
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La Profecía de Estrella Azul
FantasyCompleta en Español ADVERTENCIA Este libro contiene mu3rt3s, g0r3 y vi0l3nc1a an1m4l Warrior Cats por: Erin Hunter Traducción: Clan Nocturno y Pichu06