CAPITULO 17

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La luna llena iluminaba el claro, mojando a los Clanes. Por primera vez en

lunas, los grandes robles de los Cuatro Árboles se agitaron con sus hojas.

Pelaje Azul se estremeció, entusiasmada cuando la brisa fresca de la noche

agitó su pelaje. Esta era su primera Asamblea como guerrera, y la primera

en la que los rencores y rivalidades de los Clanes parecían haberse

olvidado, al menos durante la tregua. El Clan del Viento parecía elegante y

bien alimentado; el Clan del Río apestaba a pescado recién capturado; los

ojos del Clan de la Sombra brillaban desde la oscura sombra de los

árboles. Patas Susurrantes compartía lenguas con Baya Blanca, un

veterano del Clan del Viento, mientras los curanderos se acurrucaban,

hablando en voz baja. Fauces de Víbora y Cola de Tormenta estaban

sentados con Nutria Manchada y Manto Mellado, mientras que Amapola

del Amanecer se sentaba en un círculo de aprendices, ronroneando con

indulgencia mientras presumían entre sí.

—Ayer trepé mi primer árbol —maulló un aprendiz atigrado del Clan

del Río, flexionando las garras.

Amapola del Amanecer parpadeó.

—¿Los gatos del Clan del Río trepan árboles?

—¡Pensé que solo nadaban! —Zarpa Dulce maulló.

El atigrado del Clan del Río sacó el pecho.

—Puedo hacer ambas cosas.

—Bueno, apuesto a que no puedes atrapar ardillas —desafió Zarpa de

Cardo.

—Qué asco —el aprendiz del Clan del Río hizo una mueca—. ¿Quién

querría hacerlo?

El Clan del Río estaba actuando como si su ataque a las Rocas

Soleadas no hubiera ocurrido, y los guerreros del Clan del Trueno no

estaban cacareando su victoria. Sin embargo, mientras Zarpa Doblada se

dirigía hacia ella, Pelaje Azul sintió una punzada de inquietud.

—Luchaste bien —maulló.

Ella agachó las orejas.

—Peleo aún mejor ahora que soy una guerrera —advirtió.

Sus ojos se encendieron inesperadamente de emoción.

—¡También obtuve mi nombre guerrero!

—¿Mandíbula Doblada?

—¿Cómo lo adivinaste? —un ronroneo retumbó en su garganta.

—Porque tu cola aún está recta.

Un aullido sonó desde la Gran Roca.

—Que comience la Asamblea.

Estrella de Pino se paró en el borde de la piedra, la luz de la luna

brillaba en su pelaje. Detrás de él se veían las siluetas de Estrella de

Granizo, Estrella de Brezo y Estrella de Cedro. Estrella de Pino retrocedió

La Profecía de Estrella AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora