¡Dame una oportunidad!.
Pelaje Azul se despertó con un sobresalto. La mirada de Corazón de
Roble se grabó a fuego en su memoria.
«¿Una oportunidad para qué?». No necesitaba preguntar. Lo sabía.
La intensidad en su maullido, la desesperación en sus ojos. Ver su anhelo
era como mirar un reflejo de su corazón. Ella sentía el mismo tirón. El
mismo deseo de ser cercanos. ¿Pero cómo podían estar juntos? Eran de
Clanes diferentes. No deberían sentirse así.
Pelaje Azul salió tambaleándose de su lecho y tropezó con la guarida.
Las nubes de lluvia se habían despejado, dejando atrás un pálido cielo de
la caída de la hoja. El amanecer se abría sobre el campamento, enviando
luz amarilla a través del claro. El aire frío picó la nariz y las patas de Pelaje
Azul.
Garra de Tigre la adelantó, dirigiéndose a la Peña Alta, donde Leonino
estaba organizando las tareas del día.
—¿Vienes, Pelaje Azul? —llamó el guerrero oscuro por encima de su
hombro.
Corazón de León y Tormenta Blanca ya estaban esperando en la
sombra de la roca. Manto de Piedra observaba desde el árbol caído, como
si aún echara de menos su vida de guerrero, aunque había terminado hace
muchas temporadas. Cola Moteada y Cola de Tormenta compartían carne
fresca cerca de allí, mientras que Manto de Gorrión y Fauces de Víbora
caminaban inquietos, con sus pelajes esponjados contra el frío. Sus
aprendices, Zarpa Roja y Zarpa de Sauce, practicaban movimientos de
batalla en el borde del claro.
—¡Zarpa Jaspeada! —Manto de Tordo llamó por el túnel de helechos
a su aprendiz—. ¡Deja de molestar a Bigotes Plumosos! Ven a ver cuáles
son tus deberes del día.
—Lo siento —Zarpa Jaspeada se apresuró a salir con motas de hierbas
en sus patas—. Solo le estaba ayudando a mezclar la consuelda.
Manto de Tordo puso los ojos en blanco.
—Se supone que estás entrenando como guerrera. Ya hay suficientes
curanderos en este Clan.
—¡Hola, Pelaje Azul! —Zarpa de Escarcha salió rebotando de la
guarida de los aprendices—. ¿Qué vamos a hacer hoy?
Pelaje Azul aún no había planeado el entrenamiento del día. Sus
pensamientos habían estado demasiado llenos de Corazón de Roble.
—Cazar —maulló, diciendo lo primero que se le ocurrió.
—De acuerdo —Zarpa de Escarcha sonó satisfecha.
—Debemos aumentar nuestras patrullas de caza —anunció el
lugarteniente del Clan—. El frío significará hambre, y lo enfrentaremos
mejor si nos alimentamos bien ahora.
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La Profecía de Estrella Azul
FantasíaCompleta en Español ADVERTENCIA Este libro contiene mu3rt3s, g0r3 y vi0l3nc1a an1m4l Warrior Cats por: Erin Hunter Traducción: Clan Nocturno y Pichu06