—Bienvenida a la Boca Materna. —Estrella de Pino tocó el hombro de
Pelaje Azul con su cola antes de entrar en el túnel. Casi al mismo tiempo,
su pelaje marrón rojizo desapareció en las sombras.
Con una última mirada al cielo repleto de estrellas, Pelaje Azul lo
siguió. La oscuridad la engulló, presionando de forma tan densa que
contuvo la respiración y esperó a que la negrura la anegara como el agua.
Los pasos de las patas de Estrella de Pino rozaron el suelo cuando éste
empezó a adentrarse en la tierra, y ella caminó tras él con la sangre
rugiendo en sus oídos.
—¿Estrella de Pino? —jadeó.
El aire helado entró en sus pulmones. El sabor del agua, la piedra y la
tierra le bañó la lengua. ¿Dónde estaba? Su olor se perdió en la mezcla de
olores extraños. Aplastada por la oscuridad, el pánico le atravesó el manto.
Se lanzó hacia adelante, graznando cuando chocó con él y lo derribó.
—En nombre del Clan Estelar, ¿qué estás haciendo? —Estrella de
Pino se puso de pie, desenredándose de Pelaje Azul.
Acalorada por la vergüenza, se levantó de un salto, deseando poder
ver... algo.
—Me asusté.
Sintió su pelaje presionado contra el suyo.
—Ya casi llegamos —prometió él—. Caminaré a tu lado hasta que
haya más luz.
—¿Más luz? —Pelaje Azul miró hacia adelante con incredulidad.
¿Cómo podía haber luz allí abajo? Y, sin embargo, después de unos
cuantos pasos, sus ojos detectaron un brillo en el túnel por delante.
Mientras Estrella de Pino se alejaba, Pelaje Azul empezó a distinguir
los altos y suaves lados del túnel, que brillaban por la humedad. Y
entonces el túnel se abrió en una caverna que se arqueaba por encima de
Estrella de Pino, haciendo que el líder del Clan del Trueno pareciera muy
pequeño. Las vastas paredes curvas llegaban a un techo alto y allí, en la
cima, se abría un agujero hacia el cielo. Los olores del brezo y el viento
bajaban, y la luz de la luna entraba y bañaba la gran piedra que estaba en el
centro de la cueva. La piedra alcanzaba varias colas de distancia, brillando
como incontables gotas de rocío e iluminando la cueva como una estrella
capturada. Las patas de Pelaje Azul no se movían. Se quedó de pie y miró
fijamente, horriblemente consciente de la asfixiante negrura que se
interponía entre ella y la libertad, anhelando sentir el viento en su pelaje y
asustada por la idea de que el Clan Estelar compartía sueños en este lugar.
¿Estaban sus ancestros con ellos ahora, flotando invisiblemente a su
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La Profecía de Estrella Azul
FantasíaCompleta en Español ADVERTENCIA Este libro contiene mu3rt3s, g0r3 y vi0l3nc1a an1m4l Warrior Cats por: Erin Hunter Traducción: Clan Nocturno y Pichu06